domingo, 18 de febrero de 2018

Contra Calvino

  
Huye, Adso, de los profetas y de los que están dispuestos a morir por la verdad, porque suelen provocar también la muerte de muchos otros, a menudo antes que la propia, y a veces en lugar de la propia.

Guillermo de Baskerville en “El nombre de la rosa”





Stefan Zweig fue un novelista austriaco de orígenes judíos nacido en Viena en 1881. Por entonces dicha ciudad, esplendorosa capital del hoy desaparecido Imperio austrohúngaro, era un hervidero de artistas y pensadores y por tanto podía ser considerada, quizás, como la segunda capital cultural de Europa tras París. Durante las siguientes décadas, hasta el estallido de la Gran Guerra, residieron allí Theodor Herzl, el fundador del moderno sionismo; poetas como Rainer María Rilke; músicos como Arnold Schoenberg; muchos pintores, si bien normalmente de menor fortuna y talento que los asentados por entonces en París o Londres; e igualmente diversos jóvenes que con el tiempo se convertirían en famosos en sus respectivas disciplinas como Sigmund Freud o el filósofo Ludwig Wittgenstein. Viena era en aquel tiempo una colmena de mentes de excepción plagada de cafés en los que se reunían ocasionalmente a intercambiar opiniones variopintos grupos de intelectuales. 

viernes, 19 de enero de 2018

La Peste


He aprendido muchas cosas pero no sé si soy más feliz.






La Peste la reciente serie creada por Alberto Rodríguez y producida por Movistar+ supone quizás el mayor y más afortunado esfuerzo llevado a cabo en España durante los últimos veinte años a la hora de llevar a las pantallas una recreación de época plausible. Debido a ello hoy voy a dedicar una entrada a comentar someramente algunas de las cuestiones que plantea la serie y a dar algo de información sobre qué aspectos históricos representados en pantalla son más fieles a la realidad y cuales no tanto.

lunes, 1 de enero de 2018

De cómo funciona el chiringuito

  
 Para narrar la historia hace falta ser más que un hombre, pues quien agarra la pluma de esta gran justiciera debe estar libre de intereses, vanidades y prejuicios. 

 Napoleón Bonaparte (y Europa Universalis II)




La entrada de hoy va a ser cortita y al pie. Solo una pequeña reflexión a la luz de un par de noticias de actualidad que probablemente han pasado desapercibidas.

La primera es ESTA. Pedro de Borbón-Dos Sicilias ha recibido la Orden Civil de Alfonso X. Un honor que -en teoría- premia sobre todo méritos intelectuales, realizaciones culturales, o una trayectoria de algún tipo relacionada con la docencia y el mundo académico, científico o investigador en general.

Al margen de que el personaje en cuestión no posee para nada dicho perfil llama aún más la atención el que se le recompense después de que hace cinco años su nombre saliese a la luz pública por motivos no muy positivos al descubrirse que ocultaba al fisco español importantes fondos en bancos suizos.   

domingo, 17 de diciembre de 2017

Cómo controlar a tus esclavos


En Italia, en treinta años bajo los Borgia hubo guerras, terror, asesinatos… pero produjeron a Miguel Angel, Leonardo y el Renacimiento. En Suiza, en 500 años de paz y democracia, ¿qué produjeron?: el reloj de cuco.

Orson Welles en “El tercer hombre”




  

Durante la Baja Edad Media el alumbre (una especie de sulfato metálico) era un producto muy valioso debido a su empleo para elaborar diversos medicamentos y también como colorante de tejidos de lana y seda, un negocio en expansión por entonces debido al crecimiento de la población urbana. Dicho esto, en el transcurso de la primera mitad del s. XV Europa occidental empezó a experimentar una fuerte dependencia del mundo musulmán de cara al suministro de alumbre ya que los otomanos pasaron a controlar las principales minas (ubicadas en Focea en la actual Turquía) y las rutas de comercio desde Oriente.

Sin embargo en 1460 se descubrió un depósito de alumbre en Tolfa, cerca de Civitavecchia, 80 km. al noroeste de Roma. Dada la importancia del hallazgo pronto la Curia romana, concretamente en julio de 1462, se hizo con el control de la explotación del yacimiento. Tras ello, con el propósito de vender fuera de la región el excedente de alumbre producido allí, el Papado alcanzó un acuerdo con la Banca Médici, la gran “multinacional” de su tiempo. De esa forma los Médici aceptaron poner al servicio del Papado sus por entonces casi inigualables redes de distribución, lo que permitió empezar a exportar el alumbre de Tolfa a tierras de Flandes o Inglaterra.

domingo, 19 de noviembre de 2017

El hereje razonable


En eso consiste ser protestante. Eso es la Iglesia para mí. Eso es la Iglesia para cualquiera que respete al individuo y el derecho del individuo a decidir por sí mismo o misma. Cuando Martín Lutero clavó su protesta en la puerta de una Iglesia en 1517 tal vez no fuera consciente del significado de lo que estaba haciendo pero cuatrocientos años más tarde y gracias a él puedo ponerme lo que me dé la gana en mi pilila. Y el protestantismo no se limita al simple condón, no, incluso puedo usar preservativos que hacen cosquillas.

Monty Python, “El sentido de la vida”





Como sabemos el estilo artístico que hoy denominamos Renacimiento se gestó en el Norte de Italia en el s. XV. Ahora bien, el arte es estética, desde luego, pero -y esto lo he intentado explicar aquí muchas veces- en otro tiempo el arte era también, ante todo, una herramienta del poder. Así que, tras una fructífera primera etapa de experimentación que tuvo como centro Florencia, el potencial propagandístico de dicho movimiento tardó poco en ser percibido por una entidad política aún más poderosa que la República de Florencia, en concreto el Papado. Por eso en una segunda fase, que se desarrolló sobre todo durante el primer tercio del s. XVI, el epicentro del Renacimiento italiano se desplazó a la ciudad de Roma y sus principales artistas se pusieron al servicio de la Iglesia. 

  Pero hemos de tener en cuenta que, además de ser algo hermoso y útil para la propaganda, el Arte, como casi todo lo superfluo, tiene la característica de ser caro. Obscenamente caro. Y en torno a 1515 en Roma gobernaba León X (Giovanni di Lorenzo, segundo hijo del famoso Lorenzo el Magnífico) un Papa siempre necesitado de dinero. En consecuencia, de cara a financiar la reconstrucción de la Basílica de San Pedro, dicho Papa se vio obligado a realizar un funesto pacto de negocios con Alberto de Brandenburgo, en aquel entonces Arzobispo de Maguncia, en territorios de la actual Alemania.

Alberto se había hecho poco antes con el control de ese importante arzobispado pero sin tener la edad preceptiva para ello y cuando además desempeñaba simultáneamente la dignidad de arzobispo de Magdeburgo, debido a todo lo cual necesitaba la dispensa Papal para ejercer su nuevo cargo. Asimismo Alberto se hallaba fuertemente endeudado con la familia Fugger, los cuales habían financiado los sobornos necesarios para su fulgurante ascenso en la jerarquía eclesiástica. Razón por la que también estaba muy necesitado de ingresos. En suma él y el Papa León X, inmerso como estaba en similares problemas financieros, estaban llamados a entenderse. Así el Papa autorizó la venta de indulgencias (es decir documentos oficiales prometiendo el perdón de pecados a cambio de dinero) en las ricas y pobladas tierras bajo la influencia de Alberto a cambio de repartirse los ingresos que éstas eventualmente generarían. Hay que tener en cuenta que el procedimiento de la venta de indulgencias era algo un tanto irregular, incluso para aquellos tiempos, razón por la que la posibilidad de llevar tales transacciones a cabo lejos de Italia parecía una buena idea para el Santo Padre. Quizás esperaba así minimizar los riesgos de recurrir a dicha cuestionable estrategia cuya único propósito era la posibilidad de proporcionar a la Iglesia grandes cantidades de dinero de forma rápida, algo que tanto Alberto como León precisaban en aquel momento. 

jueves, 16 de noviembre de 2017

Puturrú de Fuá


La verdad es una mierda porque no va a ayudarte y si no te metes eso en la cabeza ahora mismo… a la mierda el resto de tu vida.

The night of, “Subtle Beast” 


                       


Hoy toca reaccionar de forma urgente a una noticia de actualidad. Ayer esta pintura de Leonardo da Vinci que podéis ver debajo de estas líneas se vendió por 382 millones de euros. Casi nada. 

domingo, 22 de octubre de 2017

Mátalos suavemente


La reina de las ciudades. Los mármoles y los oros, el exceso de los templos y los palacios justo al lado del barro y la mugre. La más negra miseria junto al esplendor absoluto. Yo amé esa villa, con sus contrastes, sus malos olores y sus perfumes, los gritos y el trasiego incesante de las multitudes a través de calles sombrías. Yo saboreé los placeres de la inmensa ciudad a la que el mundo entero deseaba parecerse.

Isabelle Dethan, “Les ombres du Styx”




Muchos especialistas sobre el Imperio romano han puesto por escrito sus dudas acerca de que tal vez algo no marchaba del todo bien dentro de esa civilización. Y con lo anterior no me refiero exclusivamente a problemas sociales o políticos sino a que algunos investigadores han planteado asimismo cuestiones puramente médicas y químicas de cara a intentar explicar el declive del mundo romano a través de estudios científicos supuestamente objetivos.

lunes, 25 de septiembre de 2017

La Edad de Bronce


 No era deseable que los proles tuvieran sentimientos políticos intensos. Únicamente se les exigía un patriotismo primitivo que podía invocarse siempre que fuese necesario, bien para que aceptaran una jornada laboral más larga o bien una ración más corta. (…)

George Orwell, “1984”






Durante el s. XIX muchos países de Europa vivieron una evolución desde sociedades rurales de base agrícola a otras de base urbana e industrial. Por tanto, en paralelo a lo anterior, la mayor parte de la población europea experimentó un momentáneo empeoramiento en todo lo relativo a la alimentación y la condición física al generalizarse el trabajo sedentario en grandes ciudades, en las cuales el abastecimiento de alimentos variados y frescos, sobre todo de pescado, hortalizas, leche o frutas, resultaba complicado (al menos hasta la invención de los modernos sistemas frigoríficos y la mejora de las comunicaciones ya a finales de la centuria).

sábado, 2 de septiembre de 2017

El cuento de la buena pipa


Para que los bastardos lleguen al poder el pueblo solo tiene que hacerse a un lado y callar.

Castlevania “Necrópolis”





El mundo está casi lleno de países democráticos (al menos oficialmente). Vivimos en la era de hegemonía de la democracia como paradigma político. Pese a ello uno ha de admitir que a lo largo del planeta es posible encontrar democracias muy raras.

   Y es que, normalmente, al pensar en el funcionamiento de un sistema democrático presuponemos un cierto grado de alternancia en la cúspide del poder. De lo contrario pasado un cierto punto las elecciones periódicas solo sirven para legitimar el control del Estado por parte de unas élites plutocráticas o tecnocráticas que, argumentando limitarse a ejecutar los deseos del pueblo, se dedican a transmitirse década tras década, de forma endogámica y en beneficio propio, el control del gobierno. 

miércoles, 16 de agosto de 2017

La lucidez


Hay una misión, un mandato, que quiero que cumplan. Es una misión que nadie les ha encomendado pero yo espero que ustedes como maestros se la impongan a sí mismos: despierten en sus alumnos el dolor de la lucidez. Sin límites. Sin piedad. Porque la lucidez es un don y es un castigo. Lúcido viene de Lucífero, que es asimismo el nombre del arcángel rebelde. El demonio. Pero también se llama así al lucero del alba, la primera estrella, la más brillante, la última en apagarse. El bien y el mal todo junto. El placer y el dolor. Por eso la lucidez es dolor y el único placer que uno puede conocer cuando se tiene, lo único que se parecerá remotamente a la alegría, será el placer de ser consciente de la propia lucidez.

Federico Luppi, “La lucidez”





Karl von Ossietzky nació en Hamburgo en 1889, en el seno de una familia de clase media pese a lo que pueda sugerir el “von” del apellido. Aunque fue un mal estudiante desde muy joven empezó a trabajar como periodista, convirtiéndose pronto en una de las escasas voces que manifestaron una actitud pacifista y antimilitarista en Alemania en los años previos al estallido de la I Guerra Mundial. De hecho en 1913 se casó con una sufragista británica de buena familia.

Durante la Gran Guerra fue movilizado y las matanzas que presenció le sirvieron para afianzarse aún más en sus opiniones. Por ello en los años de la posterior República de Weimar fue ganando notoriedad como intelectual comprometido con el experimento democrático en la Alemania de entreguerras, todo ello en un momento en el que el país se desgarraba por los enfrentamientos entre los partidarios de modelos políticos más extremistas tanto por la izquierda como, sobre todo, por la derecha.

En 1927 se convirtió en editor jefe del periódico Die Wetbühne y dos años después publicó en dicho periódico un artículo explicando cómo el Ejército alemán estaba incumpliendo las limitaciones al rearme impuestas por el Tratado de Versalles (cambios en esa dirección empezaron a producirse en el seno de las Fuerzas Armadas teutonas mucho antes de la toma del poder por parte de Adolf Hitler). Debido a ello dos años más tarde Ossietzky, como director del periódico, y Walter Kreiser, el reportero que había firmado el artículo, fueron oficialmente procesados y condenados por “traición y espionaje”. Resulta interesante anotar que lo anterior ocurrió no porque lo que escribieron fuese mentira sino precisamente por todo lo contrario, es decir se les sancionó como consecuencia de contar la verdad sobre prácticas ilegales de su propio Gobierno.