sábado, 22 de julio de 2017

Horteras... pero magníficos


Ser hermosa es estar casi muerta, ¿no es así?. La laxitud de la mujer perfecta, la comodidad lánguida, la reverencia, de espíritu vacío, anémica, pálida como el marfil y débil como un gatito.

“Penny Dreadful”, capítulo séptimo de la primera temporada.


No solo forma parte del amplio grupo de mujeres con las que me acostaría sino que también está entre el mucho más reducido grupo de aquellas sobre las que me gustaría masturbarme.

“Taboo”, episodio quinto de la primera temporada.






Los prerrafaelitas fueron un movimiento pictórico creado en Inglaterra en 1848 y que sobrevivió oficialmente apenas unos cinco años. Nacieron como grupo artístico en torno a la idea de imitar las maneras de la pintura renacentista previa a la irrupción de Raffaello Sanzio (1483-1520) y de ahí el nombre que adoptaron sus integrantes. En relación con lo anterior su objetivo era inspirarse en la estética de la pintura del Quattrocento italiano e incluso de la pintura gótica y a partir de ello dedicar sus esfuerzos prioritariamente no a la plasmación de temas religiosos, como había sido habitual en aquellas épocas artísticas, sino a la ilustración de temas mitológicos relacionados con la antigüedad clásica y a dotar de vida composiciones de acusado romanticismo ambientadas sobre todo en una fantasmagórica Edad Media recreada en función de esquemas procedentes del pensamiento romántico contemporáneo.

jueves, 6 de julio de 2017

L´Art Pompier


Te prometo que en la exposición no habrá ninguna de esas espeluznantes mujeres desnudas de la Polinesia francesa que mostraron el año pasado. Estrictamente floreros con lirios y paisajes marinos o similares. Creo que los organizadores aprendieron una dura lección.

“The Knick”, episodio octavo.




En castellano el título de esta entrada podría traducirse en algo así como “Arte Bombero” en base a un juego de palabras dentro del idioma francés que en su origen aludía a las pinturas de Jean Louis David. La explicación es que en los cuadros de David aparecían frecuentemente soldados ataviados con cascos similares a los que por aquellos tiempos usaban los primitivos equipos de bomberos en el país galo, un hecho que no pasó desapercibido para los detractores de las obras de David y de sus imitadores o discípulos. Por todo ello con el tiempo el uso del término pompier en el campo de la crítica de arte derivó dentro de Francia en una forma de referirse despectivamente a los clichés que solían aparecer en las pinturas historicistas en general. Además en el idioma francés dicha palabra, cuando la usamos como adjetivo y no como sustantivo, significa ni más ni menos que "pomposo”. Y todo ello junto explica por qué ese apelativo degradante se popularizó, evidentemente gracias a sus críticos, de cara a denominar un tipo de pintura académica francesa decimonónica centrada en temas históricos y alegóricos.