- Entonces, ¿las mujeres
llevan corsés para que no puedan hacer esfuerzos?
- En parte.
- ¿Cuál sería el peligro si
lo hicieran?
- Dominarían el mundo. La
única manera en que los hombres pueden prevenirlo es manteniendo a las mujeres
encorsetadas en la teoría... y en la práctica.
Penny Dreadful, cuarto
capítulo de la segunda temporada, “Evil spirits in heavenly places”.
Voy a ilustrar el contexto histórico en el cual me moveré hoy a través de dos breves anécdotas.
Primera. En 1758
un medico de Lausana llamado Tissot publicó un libro llamado algo así como Onanismo, tratado de los desórdenes
producidos por la masturbación. Dicha publicación estaba llamada a tener gran
impacto ya que estableció como realidad médica en Europa occidental la idea de
que la masturbación de los jóvenes podía ser causa de diversos desórdenes, entre ellos la tuberculosis,
la catalepsia, el retraso mental y la locura. A partir de ese momento, entre otras cosas, se empezó a discutir dentro de la medicina occidental la práctica de la clitoridectomía, es decir la ablación
quirúrgica del clítoris. La primera intervención de ese tipo conocida se
realizó en Berlín en 1822 en una adolescente a la que se diagnosticó retraso
mental causado por un supuesto exceso de masturbación.