Donde es un deber adorar al sol es bastante seguro que sea un crimen investigar las leyes del calor.
John
Morley
Las
nuevas leyes de protección de datos y "derecho al olvido" (reconocido
en una sentencia del Tribunal de Justicia de la UE en 2014
con el objetivo inicial de evitar la difusión de información
personal a través de Internet) han
tenido interesantes derivaciones en los últimos años. Por ejemplo
el año pasado en España el Tribunal
Constitucional extendió
el derecho al olvido digital a las hemerotecas
de los periódicos. El razonamiento de
base fue que ese derecho
al
olvido implica limitar
la difusión de datos personales cuando supuestamente
ya
no tienen relevancia ni interés público y pueden lesionar los
derechos de los individuos, aunque la publicación original fuese legítima
y veraz.
Como
siempre lo que en el campo legal empiezan siendo derechos
inalienables para todos
luego,
en el caso de aquellos
que tienen más dinero, tiempo y abogados,
se convierten en una oportunidad para obtener
ventajas
retorciendo la interpretación de tales derechos.
¿Hay noticias de hace 20 años que relacionan su nombre con tráfico
de drogas o con una imprudencia temeraria de su empresa? movilice a
sus abogados para que en base a la protección de datos y al derecho
al olvido una vez cumplida la sentencia los buscadores de Internet y
luego las propias hemerotecas de los periódicos tengan que borrar su
nombre y así nadie pueda acceder fácilmente a esa información
aunque fuese en origen verídica. Lo que nos lleva a preguntarnos si existen individuos que no se merecen tener que convivir al menos con una mala reputación.