He llegado al final de esta gran historia
y ahora el mundo entero hablará de mí.
Cuando muera no moriré del todo.
Estas semillas que he plantado
salvarán mi nombre y mi reputación de la
tumba,
ya que cuando me haya ido
los hombres sabios ensalzarán mi legado.
Hoy vengo a contar varias cosas, aunque
el núcleo de todo ello va a estar constituido por una historia sobre poetas y cómo
se fabrican las leyendas. No obstante de cara a comprender sus detalles es preciso conocer primero el contexto
geográfico e histórico en que se enmarcan los hechos, para lo cual debemos remontarnos en el tiempo hasta los albores de la civilización en el Medio Oriente.
Es allí donde la cultura persa
irrumpió en la historia tras el asentamiento de los pueblos medos y persas en el
espacio de lo que es el actual Irán durante el primer milenio antes de nuestra
era. Poco después, más al Oeste, se produjo el colapso de los antaño poderosos asirios, lo que dejó el camino abierto para que los persas se beneficiasen de tal vacío de poder en Oriente Medio y se expandiesen de forma fulgurante construyendo un inmenso imperio a partir de mediados
del s. VI antes de nuestra era. Lo anterior es algo que a los occidentales nos resulta más o menos conocido ya que, poco después, bajo
el mando de la dinastía Aqueménida, los persas chocaron con los griegos (durante las famosas
Guerras Médicas) a manos de cuyos herederos (Alejandro Magno
y sus macedonios) el Imperio persa colapsó posteriormente.
Ahora bien. Es preciso tener en cuenta que la llegada de esos pueblos persas y medos en Irán supuso desde el primer momento un punto de corte para la historia de la zona en tanto
que étnicamente eran descendientes de una rama lateral de pueblos indoeuropeos que se había expandido hacia Asia (rama lateral que luego se dividió nuevamente entre una
rama indoaria que invadió la India y una rama irania, que es la que nos interesa, la cual se asentó temporalmente en Asia Central para posteriormente irrumpir en la zona del actual Irán como hemos visto). Poseían por tanto una cultura y
un idioma diferenciado de las demás poblaciones del entorno, lo cual dejó poso en las altiplanicies iraníes. Tal es así que a lo largo y ancho de las mismas dicha cultura acabó desempeñando a su manera un papel semejante al que a su vez representaron la
cultura egipcia, la maya, o la grecorromana en otras
zonas del globo; o mismamente un rol parecido al que sus primos arios jugaron en la India.