La labor de un buen pastor consiste en esquilar a las ovejas, no en
despellejarlas.
Frase atribuida a
Tiberio, emperador romano.
Hace unas semanas Antonio Garrido
resultó ganador del XX Premio de Novela Fernando Lara con una obra titulada El último paraíso. Leyendo la
noticia en prensa me llamó la atención la sinopsis de dicha obra que se hizo
pública al día siguiente: el argumento se centra en determinados hechos
históricos, como la emigración de norteamericanos que se produjo a partir de
1930 a una Unión Soviética en pleno desarrollo gracias al éxito de sus primeros
planes quinquenales.
Tras leer dicho resumen me
dije, esto me suena. Tras pensarlo me vino por fin a la cabeza el libro The Forsaken: An American Tragedy in Stalin’s Russia, publicado hará
seis o siete años. Su autor fue Tim
Tzouliadis, un periodista de
origen griego asentado en Inglaterra y especialista en documentales para
televisión. Y como funciono un poco
por impulsos, pese a todos los temas que tengo pendientes de cara al blog, os voy a hablar muy brevemente de la temática tratada por
dicho libro.
Pongámonos en contexto. Tras
el crack del 29 y durante los años siguientes, los de la Gran Depresión, sin
duda la época de mayor crisis económica y social en la historia de dicho país,
algunos miles de estadounidenses (la cifra exacta de emigrantes no está clara,
digamos que en torno a 10.000-15.000 podría ser una aproximación válida),
normalmente obreros en paro y simpatizantes comunistas de diverso tipo, llegaron a emigrar a la
Rusia soviética. Esto puede parecer sorprendente visto desde la perspectiva
actual, pero hay que tener en cuenta que se trataba de una época donde el nivel de confrontación con dicho país todavía no había alcanzado las cotas a las que se llegó décadas más adelante, durante la Guerra fría. Además de que por
entonces no se conocían bien los excesos autoritarios cometidos por el
régimen comunista en la URSS, entre otras cosas porque buena parte de los mismos estaban por llegar.
En
ese sentido lo interesante del relato que va desgranando Tzouliadis es apreciar
a través de la historia del contingente de americanos (hubo también grupos de
ciudadanos de otros países que pasaron por lo mismo, pero quizás no llaman
tanto la atención) el desencanto en el que progresivamente cayeron esos hombres que habían viajado a la URSS esperando encontrar un paraíso. Todo lo anterior en paralelo al giro represivo que se produjo en dicho país comunista precisamente durante
aquellos años. En realidad la práctica totalidad del contingente de emigrados
yanquis acabó con el tiempo desapareciendo durante las purgas estalinistas o
tras su paso por los gulags, constituyendo un “éxodo
olvidado” en tanto que su destino se convirtió posteriormente en una memoria
incómoda tanto para la URSS como los propios EE.UU. debido a las implicaciones
diplomáticas.