Surgió el asunto de las películas sobre cómics, como era de esperar. Cuando me preguntaron, aventuré mi opinión sincera de que encontraba algo preocupante el hecho de que el público de las películas de superhéroes esté ahora compuesto casi exclusivamente por adultos, hombres y mujeres en la treintena, cuarentena y cincuentena, que hacen cola ansiosamente para ver personajes y situaciones que fueron expresamente creados para entretener a chiquillos de trece años de hace medio siglo. (...) Para mí, esto de aferrarse a lo que inequívocamente fueron personajes para niños en su origen a mediados del siglo XX, parece indicar una retirada de las ciertamente abrumadoras complejidades de la existencia moderna. Me parece que una significativa parte del público, habiéndose rendido en el intento de entender la realidad en la que vive, ha razonado que quiere al menos ser capaz de comprender los desmadejados y desprovistos de sentido, pero todavía finitos, “universos” presentados por DC o Marvel Comics.
Alan Moore en una entrevista para “The Guardian”
Hay un truco que se explota mucho en la creación de universos de fantasía. Lo podéis intuir detrás de periodos imaginarios como la era Hiboria en que vive Conan el Cimmerio, o el mundo de El señor de los Anillos creado por Tolkien, pero también ocurre algo parecido en el concepto de fondo en torno al que giran creaciones más recientes como Juego de Tronos. Los autores imaginan de manera detallada un mundo fantástico normalmente caracterizado por unas relaciones sociales y una tecnología vagamente medieval y después asumen la congelación en el tiempo de ese estado de cosas durante miles y miles de años. De tal forma en esas historias pueden llegar a transcurrir diez mil años, en ese tiempo cambian los reyes, las dinastías y hasta las civilizaciones protagonistas, quizás algunas religiones aparecen o desaparecen, o quizás son los dragones o la magia los que lo hacen, pero más allá de eso, en lo tocante a los mecanismos profundos que caracterizan el mundo en el que se ambientan los hechos nada cambia. En esos universos de fantasía, pese al transcurso inexorable de los milenios, la tecnología bélica sigue siendo básicamente la misma, igual que las formas de pago o de explotación de la tierra, los mecanismos de sustracción de excedentes por parte de las clases acomodadas, los materiales y la lógica arquitectónica imperantes, las estructuras jurídicas y en general todo el resto de elementos que dan forma al mundo que se describe. De alguna forma se transmite la sensación de que en los mundos de fantasía, más allá de los cambios de nombre de los grandes imperios y alguna otra cosa muy visible, el resto de elementos que conforman el modo de vida cotidiano, desde la comida a la ropa, la forma de las casas o los modos de organización y explotación de la mano de obra no han cambiado nunca de forma suficientemente significativa como para dejar huella.
Esto no es malo, es totalmente lógico e incluso necesario tomarse algunas licencias para construir un universo de ficción. Simplemente para explicaros después otra cosa ahora necesito empezar resaltando que a día de hoy nuestros conocimientos sobre la evolución social niegan la posibilidad de un estancamiento tan prolongado. Y pongo un ejemplo.
Como algunos que me leéis desde hace tiempo habréis notado soy un convencido de la idea, polémica sobre todo para los medievalistas (obviamente), de que los siglos medievales significaron inicialmente un retroceso respecto al mundo clásico y, más adelante, tras una pequeña recuperación, todavía atravesaron algunos siglos más de estancamiento. A muchos medievalistas decir esto les parece una ofensa porque entienden que de algún modo quita importancia o atractivo a "su" periodo, el cual ellos describen con trazos inequívocamente dinámicos. No voy a entrar en ese debate ahora, para mi está claro que en la Europa de la época la reducción en la capacidad de transporte y desplazamiento a media y larga distancia, la caída de los rendimientos agrícolas, el más que evidente retroceso en las técnicas arquitectónicas, en la calidad de las esculturas, en la capacidad de representación de la tercera dimensión en la pintura, la reducción del tamaño de las ciudades o de los ejércitos, del volumen de los intercambios comerciales o del número de libros en las bibliotecas, el paso atrás en cuanto al tamaño y complejidad de cualquier cosa parecida a una administración, así como muchos otros factores, muestran una clara involución que ya empieza durante los momentos finales del Imperio romano en el s. III y se prolonga hasta el s. IX más o menos. Luego se produce una cierta recuperación que a partir del s. XII o inicios del XIII toma velocidad y parece que va a dar algo nuevo, hasta que la crisis de la Peste Negra retrasa la eclosión del mundo medieval en algo diferente durante casi otro siglo, hasta finales del s. XV, momento en el que la demografía, la tecnología bélica o marítima en general, el arte, etc. por fin igualan e incluso empiezan a superar los niveles que se habían alcanzado durante el mundo clásico en su momento de plenitud, solo que por entonces extendiendo el ámbito de influencia de todo eso hacia el interior de Europa cuando en su momento, durante la antigüedad, los grandes logros se habían limitado casi a las riberas del Mediterráneo si bien en sus dos orillas.
Pero hasta un tipo como yo, es decir alguien que mira con cierto recelo o supuesto desdén la Edad Media, admite que durante todos esos siglos los cambios fueron muy evidentes. Porque eso es lo normal con las sociedades humanas.
Entre una región europea al azar en el año 600 y el mismo lugar en el año 1200 por ejemplo no había casi punto de comparación para un ojo experto. En el campo había cambiado la tecnología para arar la tierra, desde la estructura del propio arado a los sistemas de sujección y tiro que se empleaban con las reses, esto a su vez desencadenó cambios en la productividad y vino acompañado de modificaciones en la estructura de la propiedad agraria y en los sistemas de rotación de cultivos. Durante todo ese tiempo el estatuto jurídico de los cultivadores también cambió, desde una evolución del "colonato" romano al inicio de ese período, pasando por la institución de una servidumbre puramente feudal probablemente en torno al s. IX (según el lugar del que hablemos) hasta los inicios del declive de esas relaciones de explotación con la irrupción de cada vez más relaciones mercantiles pagadas con moneda para el final del período escogido. Por entonces los tipos de contrato mercantiles habían comenzado a evolucionar, por no hablar de lo que había cambiado para entonces la comunicación entre personas con la eclosión de las lenguas romances. La estructura de clases sociales también ha cambiado durante esos años, los núcleos de artesanos urbanos empiezan por entonces a formar una “burguesía” urbana embrionaria que a su vez pronto mostró una estratificación entre los comerciantes y prestamistas exitosos y los simples artesanos a pequeña escala. A nivel político hay un mundo entre la primera fecha que cité y la última. Primeramente la idea imperial romana tuvo que dejar paso a los reyes tribales germanos, sostenidos en muchos casos sobre un derecho oral consuetudinario. Después el cristianismo intentó imponer una visión vertical del poder como algo derivado de dios, con lo que pasado el tiempo monarcas cada vez más fuertes tuvieron que entrar en confrontación con lo anterior para intentar desligar su poder de la voluntad de la Iglesia o al menos del Papa. Y en cuanto a las formas de construcción de las grandes obras públicas…. bueno os lo resumo en imágenes.
Por no hablar de las convenciones empleadas en las representaciones pictóricas, la evolución de los ropajes… en fin de todo. No quiero extenderme.
Básicamente he explicado esto para poneros un ejemplo de que los cambios en las sociedades humanas a medida que se suceden las generaciones suelen acumularse a un ritmo mayor del que creemos, incluso durante los periodos de evidente estancamiento. No es posible imaginar miles de años sin cambios sustanciales y totalmente radicales en una sociedad humana con una densidad demográfica mínima. Millones de mentes pensando durante tres o cuatro generaciones implican desarrollos tecnológicas que van a tener consecuencias económicas que provocarán cambios sociales y políticos siempre. Claro está un autor de fantasía ya tiene bastante con inventarse un universo con unas reglas un poco complejas y a la vez coherentes como para tener que inventarse reglas complejas y coherentes pero a la vez distintas para cada uno de los cuatro o cinco períodos que en su conjunto tendrían que sucederse en el tiempo largo que a él le interesa usar para poder narrar grandes historias no limitadas por un margen de tiempo estrecho. Y la cosa se pone más compleja porque en los universos de fantasía existen normalmente distintas razas y culturas. Con lo que habría que inventar reglas coherentes no solo para cada una de ellas sino, de cara a ser precisos, para cada uno de las etapas en su evolución durante las eras de las que se habla. Y nada obliga, de hecho lo normal es lo opuesto, a que todas esas razas y culturas se ubiquen al mismo tiempo más o menos en un estrato tecnológico equiparable.
Pero se comprende que los autores se tomen licencias y se inventen un mundo medieval donde hay quizás pueblos nómadas, otros de tipo vikingo y otros con una estética por ejemplo islámica y todos en general permanezcan en una especie de era medieval con magia durante 3.000 o 5.000 años, con una o dos lenguas francas que más o menos todos entienden y punto. Ese tipo de licencia es el equivalente a las series de ciencia ficción donde los humanos viajan por el universo y no paran de encontrar extraterrestres humanoides con los que se comunican a través de algún tipo de traductor universal. Es una simplificación necesaria a la que pocos autores logran sustraerse. Así que no hay probema.
Entonces por qué os hablo de esto. Bien, nosotros somos conscientes de esto que he explicado respecto a nuestra propia historia. O por lo menos creo que no vais a intentar negarlo. Por muy malos estudiantes que hayáis sido en el colegio entendéis que la Atenas de Pericles era fundamentalmente diferente a la Córdoba califal y esta a su vez a la Venecia del s. XVI y al Londres victoriano. Y cada una de estas ciudades era diferente de las otras en términos estéticos, pero no solo eso, lo importante es que eran diferentes porque en última instancia albergaban sociedades diferentes insertas en modos productivos, sistemas políticos y universos mentales distintos. Quizás los cambios concretos en aspectos complejos entre uno y otro momento se os escapan pero gracias a la pintura historicista o a las películas y series de dicha temática tenéis en vuestra cabeza unas referencias básicas sobre cómo evolucionaron la ropa y los peinados, o cómo cambiaron los palacios, los templos, o las armas, de un tiempo al otro.
Sin embargo no siempre ha sido así. No siempre los humanos hemos podido viajar libremente para darnos cuenta de la variedad cultural a lo largo del planeta, ni siempre hemos tenido libros de historia y museos y películas de época que nos hagan conscientes de la multitud de culturas que han existido en el planeta y la larga evolución tecnológica y político-social que nos ha traído al punto en el que nos encontramos en el presente.
El ejemplo palmario lo tenemos precisamente en la cultura medieval, profundamente teocéntrica y durante un tiempo propia de un mundo eminentemente rural, autárquico, analfabeto, donde los viajes y los contactos culturales eran poco frecuentes entre el grueso de la población. La consecuencia es que cuando los autores medievales intentaban plasmar en dibujos o pinturas otros lugares del planeta u otras épocas sucedía algo curioso, casi divertido a nuestros ojos. Resulta que todo lo imaginaban siguiendo los patrones que conocían. Un ilustrador que tenía que representar la China del Gran Khan en la época mongola, otro que ilustraba las peripecias bíblicas de Moisés y otro que pretendía recrear la antigüedad helenística para amenizar por ejemplo el Roman d´Alexandre… en esencia dibujaban lo mismo, guerreros con armaduras y espadas de estilo medieval, reyes y reinas con ropajes y coronas europeas de tiempos feudales, viviendo en castillos al estilo de los que existían en europa occidental en la época, e incluso a veces se dibujaban iglesias como decorado de fondo de las ciudades pese a retratar a sociedades paganas. Ciudades por supuesto con tejados a dos aguas propios de la Europa de aquel tiempo.
Para un erudito medieval todo el mundo era en esencia igual y siempre lo había sido. En su cabeza no había otras modas, otros estilos arquitectónicos, ni por supuesto otras ideas políticas y religiosas correctas (aunque esto ya no se reflejase tan directamente en lo visual) diferentes a las de la sociedad en la que vivía. Y no podía ser de otro modo como digo, en un mundo en el que no había museos, ni libros de historia rigurosos y de acceso público, ni tiques baratos de Ryanair.
Lo que pasa cuando es un cronista medieval el que te cuenta la película. |
Solo en la época Moderna esta visión empezó a
ampliarse debido a la expansión del mundo conocido, primero de manos
de hispanos y portugueses y luego también con la colaboración de
ingleses y franceses. Pero no fue hasta el s. XIX, en el momento
álgido de la explosión colonial en África y el Sureste de Asia,
así como con el nacimiento de la ciencia moderna, cuando el punto de
vista de la sociedad europea se ensanchó de manera definiva. Y pese a todo ello, esa ampliación de miras no fue tan grande como a veces se dice, porque
las primeras sociedades geográficas, o los inicios de los estudios de
antropología en las universidades, sufrieron todavía durante mucho
tiempo el lastre de los prejuicios, el racismo y la visión
eurocéntrica. Así que los habitantes de Londres, Nueva York, París o Berlín a finales
de ese siglo eran conscientes de que el mundo había sido muy diferente en el pasado y que en su propio presente había en otros continentes sociedades diversas, pero la consecuencia lógica para ellos era celebrar eso a través de Ferias y exposiciones
universales que mostraban lo primitivo que era todo lo que no era
perfectamente anglosajón, francés o alemán en ese momento de la
historia. Todavía debería pasar otro siglo más para que
empezásemos a contemplar la evolución humana y las diferencias entre culturas con cierta neutralidad o incluso autocrítica. Y no estoy seguro de si alguna vez logramos conseguirlo por completo.
Una vez explicado todo eso llego por fin a donde quería llegar. El caso es que estoy empezando a notar un cierto retroceso. Y esta vez viene de una dirección inatendida. Lo explico.
Como historiador estoy acostumbrado a enfrentarme a una visión digamos “de derechas” que considero nociva para el análisis del pasado. Es una visión que entiende los tiempos pretéritos como una fuente de orgullo y sentido de pertenencia. Bajo ese punto de vista el pasado consiste esencialmente en la historia de lo que han hecho bien “los míos” en oposición a “los otros” que son básicamente tontos, malvados e inferiores. Es más, criticar a "los míos" es visto casi con un crimen de traición a la patria.
Por supuesto me podéis decir con razón que la historia de cuño digamos marxista también ha hecho cosas feas. Desde ocultar masacres estalinistas o centrarse demasiado en la economía (en realidad no se si es posible centrarse demasiado en la economía porque es jodidamente importante). Pero me temo que los marxistas no han sido tantos ni tan relevantes o populares y sobre todo, en la medida en que su visión sobre el pasado se reduce a una fuente de la que extraer lecciones sobre problemas sociales a eliminar en el presente, la necesidad de glorificar el pasado o identificarse emocionalmente con el mismo es menor.
Es decir para mi hasta hace poco el enemigo tradicional, casi entrañable y perfectamente reconocible, eran unos señores que olían a naftalina (los simpatizantes de la visión de la historia de tipo mas marxista olemos más bien a cadáver putrefacto) y que no paran de repetirte una y otra vez la fecha de la batalla de Covadonga o, en su variante nacionalista, la de tal o cual asedio a Barcelona o el día que "les" quitaron "a ellos" sus fueros medievales hace 300 años. Y luego conmovidos por lo anterior lloran de emoción o de pena ante tal hazaña o semejante afrenta que sienten como propia porque entienden que esos señores de hace 300 o 1300 años de los que hablan eran los “suyos”. Y tú no.
Por todo ello tradicionalmente la alteración del pasado por razones emocionales de comodidad/incomodida venía de la derecha.
Hasta ahora.
En los últimos años, ha empezado a pasar algo muy interesante. Empecé a leer sobre ello hace cinco o seis años en relación a universidades estadounidenses donde sucedían cosas... raras. Por ejemplo alumnos superprogresistas que denunciaban a profesores no por ningún acto malsano sino simplemente por explicar en clase cosas que les incomodaban. O directamente por gilipolleces. Este video es de un profesor de Yale que tuvo que renunciar junto con su mujer porque ella escribió un email diciendo que aunque durante Halloween era mejor evitar disfraces que tal vez pudiesen ofender a minorías culturales (fijaros en todas las salvedades que ya incorportaba el mensaje) confiaba en que los estudiantes pudiesen regularse por si mismos de cara a no elegir algo especialmente provocativo.
Mirad como argumenta el aquelarre de universitarios progresistas y multiculturales. Solo les faltan las antorchas. Mientras tanto la carrera del tipo en cuestión a la basura no por cometer un error esporádico o decir algo que fuese mentira. No, faltaría más. Simplemente por defender las opiniones de su mujer las cuales algunos estudiantes, bajo su particular criterio, consideraban inconvenientes.
Esto empezó a suceder hace algún tiempo en diversas cátedras de estudios sociales y culturales y pronto llegó a las asignatura de historia. Pero en el último año y medio más o menos ha saltado también a otros ámbitos. Hemos visto esa ola de ¿hipersensibilidad reivindicativa? ¿hipercorrectismo justiciero? ¿postureo para la galería? llegando hace poco al campo de la traducción literaria (el link no tiene desperdicio). Pero me interesan ahora especialmente sus consecuencias en la representación visual del pasado a través de series o películas.
Este es Aquiles en la reciente "Troy: Fall of a City" de la BBC. |
Como el pasado es una mierda y lo normal en la historia humana ha sido la violencia, la explotación, la xenofobia, el machismo y las injusticias de todo tipo pues resulta que de un tiempo a esta parte representar el pasado de forma realista se ha vuelto inconveniente para la generación de los ofendidos por antonomasia. Esa gente que ha nacido con la piel tan fina que la mera mención de cualquier abuso les resulta psicológicamente insoportable.
Y este es Zeus. |
Esto tiene varios problemas porque lo primero para resolver las injusticias es identificarlas, nombrarlas, mirarlas directamente y entender su lógica para luego a partir de ese conocimiento proponer soluciones. Mientras que esconderlas bajo la alfombra y hacer como que no existen… bueno, es un procedimiento un tanto raro que nunca relacioné con el pensamiento de izquierdas y que no creo que ayude realmente a hacer lo que deseamos todos, que es eliminar los problemas en la realidad y no solo en nuestras fantasías.
La evolución del dios nórdico Heimdall también tiene tela. |
Aquí en el lucrativo universo cinematográfico de Marvel. |
Pero de alguna forma la izquierda postmodernista está asumiendo ideas muy discutibles como que el lenguaje puede modificar por si mismo la realidad. Y de tal forma toda una generación de ofendidos ha decidido borrar el machismo, el racismo, el antisemitismo, la homofobia, la xenofobia y hasta el maltrato animal... de los libros y de las películas y de las conversaciones. Porque así el mundo será un lugar mejor y con el tiempo, de manera un tanto mágica, todo hay que decirlo, el que ellos dejen de mencionar o siquiera pensar en esas cosas... hará que dejen de suceder y desaparezcan del mundo real.
Es así como una primera ola ha intentado eliminar esas realidades del lenguaje. Y la siguiente ola pretende hacerlo de la representación de la historia a través de su plasmación visual en productos de época. Repito, no se trata de eliminar la injusticia de la realidad cotidiana en el presente (eso es bueno y es lo que queremos todos) sino que se empieza a considerar como un paso necesario para corregir el presente el reescribir cómo se representa la historia en la ficción y esta tendencia ya empieza a ser muy clara por ejemplo en casi todas las series de época producidas en Gran Bretaña en los últimos dos años.
Trama inclusiva de aristócrata negra en la Inglaterra victoriana en "Sanditon" |
La aristocracia británica del periodo según "Los Bridgerton". Para que luego se queje Meghan Markle. |
El Dr. Watson en "The Irregulars". Y ya paro. |
Me temo que estamos ante una tendencia que va a ir en aumento una vez sea plenamente asumida por Hollywood donde ya ha puesto un pie. La idea es que muchos showrunners anglosajones están aceptando ese planteamiento de que a partir de ahora hay que representar el pasado de forma "inclusiva" para evitar problemas en las campañas de márketing. Esto implica incluir variedad racial en el reparto aunque tu serie se ambiente en la Prusia del s. XVIII e inventarte tramas que incluyan historias de relaciones siguiendo tendencias del presente (normalización de la homosexualidad, poliamor, etc.) y empoderamiento femenino, independientemente de la época del pasado que elijas para dar un poco de ambientación. Así evitas que grupos organizados de activistas de esos movimientos, muy beligerantes los últimos años, te organicen un boicot virtual, o simplemente dejen de consumir tu producto.
Yo personalmente acepto que esto se haga digamos en un 50% de los casos para dar satisfacción a las necesidades del público. O para que actores pertenecientes a determinados grupos tengan suficientes opciones para trabajar. Pero si uno revisa las series anglosajonas (nos guste o no son las que marcan tendencias) producidas en los últimos dos años, entre aquellas dedicadas a tratar sociedades pretéritas se atisba una tendencia preocupante. La representación "de época" donde se coge una ambientación con vestidos y edificios antiguos pero para contar lo-que-me-da-la-gana, aunque no tenga lógica alguna o conexión con el contexto histórico que se escoge como envoltorio, se está convirtiendo cada vez en algo más y más habitual.
Es como si representar de forma fidedigna el pasado (o al menos buscar el mayor grado de veracidad que se pueda lograr) empezase a ser considerado directamente inconveniente. Y no por las tradicionales razones esgrimidas por la derecha (demasiada autocrítica, desmitificación del héroe, etc....), sino por un nuevo tipo de queja que viene de generaciones jóvenes, de estudiantes universitarios, de mujeres con puestos directivos bien remunerados, de sectores tradicionalmente progresistas en teoría, pero que ahora entienden el progresismo de un modo un tanto extraño: no me da la gana de saber la verdad porque la verdad no me hace sentir bien conmigo mismo.
En otras palabras, las nuevas generaciones progresistas han llegado a converger en cierta forma con las viejas generaciones conservadoras: solo quieren visualizar o escuchar aquello que confirma sus puntos de vista y nada más. Un auténtico error porque una de las bases de su tradicional superioridad moral era el hecho de que la izquierda y el progresismo en general habían sido siempre mucho más autocríticos que el pensamiento conservador de derechas, esencialmente chauvinista por definición.
Esto que os puede parecer una tontería va a tener consecuencias, por ejemplo para los escolares. Para ellos cada vez será más difícil identificar diferencias entre el presente y el pasado ya que, para empezar, las nuevas generaciones han dejado de lado el papel (aceptémoslo) porque son una generación esencialmente audiovisual que añade información a su cerebro a través de videos. Y como pasarán décadas hasta que todo el saber que hay ahora mismo concentrado en papel llegue al formato audiovisual, están cada vez más expuestos a formarse sus ideas sobre el pasado en base a las escasas representaciones de ese pasado supuestamente lejano que pueden ver en las películas y series recientes (como se ha dado un auténtico salto tecnológico pero también conceptual durante los últimos años, para un escolar actual ver una película histórica de hace más de veinte o treinta años es, literalmente, del siglo pasado, y supone contemplar un material aburrido, lento e incomprensible en su propio lenguaje expresivo y su ritmo narrativo, algo similar a ver cine mudo para nosotros). Pero como os intento explicar los productos recientes en cambio hacen enormes esfuerzos para asimilar el pasado al presente y reducir las diferencias entre épocas a poco más que los ropajes y los edificios ante la obsesión de moda por eliminar selectivamente toda alusión a cosas que pudieran o pudiesen resultar inconvenientes a ojos de los nuevos movimientos sociales de nuestro tiempo.
Lo anterior, me temo, lejos de volver a nuestros jóvenes mejores personas simplemente los hace más acríticos y más vulnerables a la manipulación política. Cada vez me encuentro a más estudiantes que tienen enormes problemas para establecer razonamientos de tipo causa -> consecuencia, porque para empezar no tienen en su cabeza unos criterios básicos de qué ocurrió antes, qué ocurrió después y cuales eran las diferencias entre esas dos épocas. Y a partir de ahí son incapaces de formular hipótesis sobre las razones de problemas históricos en tanto que les resulta muy dificil secuenciar una cadena de eventos, es como si en su cabeza todo estuviera superpuesto y sucediera al mismo tiempo. O como si todo fuese siempre básicamente igual y no supieran identificar claramente diferencias entre periodos, o al menos las diferencias verdaderamente importantes. ¿Que esto que digo es imposible porque son cosas de cajón? Haceos profesores, quitad por un momento la mirada de los grupos de estudiantes competentes o los hijos de padres con estudios universitarios, coged a un grupo de estudiantes con problemas procedentes de familias de baja estracción social... y luego lo hablamos otra vez.
Hay muchas cosas que discutir sobre esto que está pasando, aunque como no quiero imponer mi opinión os doy la oportunidad a través de los comentarios de machacarme por políticamente incorrecto.
Antes de pasar a ello no obstante debo clarificar algo. Considero algo cualitativamente diferente a todo esto el tomar decisiones por ejemplo sobre a qué personas se rinde homenaje en el presente a través de la toponimia o monumentos públicos. La revisión de algo así me parece correcta porque toda sociedad puede elegir qué valores del pasado quiere escoger de cara a promoverlos y homenajearlos en el presente. Nada como sociedad nos obliga a dedicar días festivos, o partes del callejero, o estatuas, a figuras históricas que hoy sabemos que no comulgan con valores que consideramos justos. Eso no implica falsear la historia. Al contrario presupone de partida un esfuerzo por analizarla, conocerla y recordarla tal y como fue. A fin de cuentas el renunciar a recordar determinados eventos o realidades del pasado simplemente porque nos resultan incómodas ha sido siempre algo que ha servido precisamente a los intereses de los herederos de esos personajes oscuros.
En cambio me parece preocupante a la hora de analizar la forma de pensar de un cierto sector digamos "pijo" dentro de la izquierda actual, sector que me temo cada vez pesa más dentro del pensamiento "progre" del presente, el que estén dispuestos a eliminar de las representaciones del pasado las diferencias raciales o de género, la homofobia, el desprecio a los extranjeros, que los nuevos creadores estén casi obligados a imaginar un pasado donde nadie fuma, o tiene mala higiene dental, o no se depila, o le da una patada a un perro, no hablemos ya de una bofetada a un niño… pero, ey, las diferencias sociales esas no son algo que nos incomode tanto. De hecho no hay problemas con las tramas donde se muestran enormes diferencias entre ricos y pobres presentadas como algo natural, o algo consustancial a la existencia, algo unicamente relacionado con diferencias en el "talento", nadie parece querer criticar en Twitter que eso sea un problema o señalar que rara vez se ahonda en un análisis de las causas profundas de tal disparidad. Mucho menos señalar el lavado de imagen enorme que se está haciendo a varias casas reales los últimos años a través de producciones de tipo "histórico". En el plano de los productos de ficción lo importante parece ser asegurarse de que algún que otra incómoda diferencia de rango y capacidad adquisitiva de bienes y servicios entre personas sea el marco en el que se narre una historia de poliamor, o quizás la más clásica historia de alguna chica pobre que se enamora de un chico rico, o lo contrario, y quizás hasta cantan y al final formalizan su relación entre iguales de manera laica, heteronormativa y respetuosa con el medio ambiente. Porque las diferencias en su capacidad de ahorro nunca han significado barreras más importantes que las marcadas por la sexualidad o el grupo étnico o directamente la identificación de grupo a título individual. Así que lo importante es que en la pantalla se respeten sus preferencias veganas sin dejarse influir por prejuicios raciales. Esas cosas son las que de verdad cuentan y por ello son las que potencialmente nos podrían ofender. Lo de que haya gente que acumula miles o millones de veces el volumen de bienes del que disponen otras personas, eso no. Eso es algo normal y no vamos a reflexionar mucho sobre ello, lo importante es transmitir las emociones interiores de los protagonistas y que estas vayan en consonancia con los consensos de opinión actuales en las redes sociales.
Interesante.
Muy interesante.
¡Fantástica entrada como de costumbre!
ResponderEliminarDa la casualidad que he comentado este tema en mi círculo social alguna vez, si bien no con tanta elocuencia, y me habían mirado como un bicho raro, casi conspiranoico.
Aporta algo de paz mental obtener un poquito de rico sesgo de confirmación y saber que no se está sólo en esta opinión.
Gracias por tu trabajo de divulgación más sesuda de lo que estila.
Gracias por la entrada
ResponderEliminarLlevo un tiempo interesada sobre el movimiento de la Justicia Social derivado del postmodernismo que mencionas y como cada vez está influyendo más en todos los niveles de la sociedad. Con tu entrada he aprendido a verlo desde una perspectiva más amplia y su influencia en el arte. Lo encuentro preocupante, no sé si será una moda pasajera o si cada vez irá a peor.
Si te has informado del tema puede que ya lo conozcas pero por si a alguien le interesa este libro explica muy bien este fenómeno:
https://www.goodreads.com/book/show/53052177-cynical-theories
Dejo aquí un resumen del libro en español:
https://evolucionyneurociencias.blogspot.com/2021/03/una-breve-historia-del-movimiento-de-la.html
Gracias por comentar, necesitamos más perspectiva femenina por aquí.
EliminarDesconocía este movimiento y me he quedado de piedra. El universo tiene límites, pero la estupidez humana es infinita.
EliminarCuando se deja de creer en Dios se empieza a creer en cualquier cosa.
ResponderEliminarNo me había dado cuenta del nivel de corrupción e impostura intelectual y moral en el que estamos enfangados hasta que me puse Netflix hace unos meses. No estoy seguro de que se salve ninguna serie o película. Todo está sesgado ideológicamente y no sólo desde el punto de vista de la supuesta lucha de grupos histórica sino que también están aleccionándonos sobre cómo debe ser nuestro futuro.
En youtube se pueden ver vídeos de ciertas personalidades como Friedman, Sowell, Ayn Rand que ya en los años 60 y 70 alertaron sobre lo que el posmodernismo le iba a hacer a la cultura de EEUU.
Las preguntas de los bonus tienen sentido si se las diriges a alguien que usa un sistema de pensamiento racional y opera con conceptos reales. A la mayoría que has preguntado se puede responder con que los blancos/hombres han oprimido a [inserte grupo estadístico arbitrario]. O te llaman racista, homófobo, machista o gilipollas, o que no te has educado correctamente (estudios culturales). Y se quedan tan panchos.
Es un pensamiento religioso y los individuos que forman parte de los grupos opresores son los que con más fervor adoptan el dogma y suprimen la razón. Son los modernos flagelantes cuya capacidad de autodestrucción y autohumillación no tiene límites.
Caso aparte es el de los videojuegos. Tiene unas características perfectas para ser usado como medio de propaganda y lavado de cerebro. Permite la construcción de mundos fantásticos que sirven de escenario para contar historias moralizantes basadas en el marxismo cultural. Algo así como parte de la literatura de ciencia ficción soviética y de países satélites.
Hoy he visto que en al Crusader Kings 3 le quieren meter un mod para que tengan relaciones homosexuales, bisexuales, pansexuales, etc. de los personajes medievales como si fuera el mundo de First Dates. Alguien se queja en tuíter por su inverosimilitud. Le hacen un Auto de fe.
Qué curioso. En una serie de videojuegos que te permiten cambiar la Historia a tu gusto, conquistar el mundo con tu civilización favorita, cambiar el nombre de países a tu antojo, seducir al Papa, y donde hay mods para meter desde los magos y los elfos de Tolkien a los vampiros de Mundo de Tinieblas… te molesta que metan un mod con relaciones homosexuales. Pero, al mismo tiempo, parece que te molesta que te llamen homófobo.
EliminarO la una o la otra, no puedes tener las dos.
Como no conocia el videojuego concreto estuve mirando y me pareció que habian intentado ser escrupolosamente historicos, no como en otros casos. Pero si como dices se pueden introducir magos o vampiros, quejarse de las relaciones homosexuales si que es "woke" o "ofendiditos"
EliminarEsta hipersensibilidad con lo culturo-racial hace mucho que ocurre en el mundo anglosajón (yo viví en GB en los 90 e incipientes comportamientos ya me hicieron sentir incómodo entonces). Es un fenómeno que ya lo ocupa todo, absolutamente todo en ese mundo (la Academia que entrega los Oscars declaró hace unos años que no se nominarán películas que no sean racialmente "inclusivas", o sea, las que no tengan negros aunque sea con calzador, como usted ha notado). Hemos importado y estamos aplicando la "solución" a un determinado problema racial puramente americano y que en Europa ni siquiera tenemos.
ResponderEliminarComo ya le han comentado arriba, en https://evolucionyneurociencias.blogspot.com (un blog equiparable al de por su extraordinaria calidad) se ha tratado mucho el tema, cuya raíz no es más que la necesidad humana de una Verdad Absoluta puramente religiosa (en nuestro, cristiana) y el deseo humano de imponerla a los demás para hacer la sociedad "mejor".
Y sí, parece que la mala digestión de los pesados guisos postmodernistas franceses y su relativismo cultural son los culpables del cariz de esta nueva forma de "progresismo" que azota la cultura y nos devuelve las hogueras de fuego purificador.
Mantenga con celo su anonimato si no quiere ser la próxima barbacoa.
Hala, dos entradas en un mes! Nos estás malcriando John...
ResponderEliminarBueno, ya en serio, muchas gracias por la entrada, que es muy interesante y tiene mucho debate detrás.
Fundamentalmente estoy de acuerdo con la misma, pero como soy más marxista que tú, veo tus argumentos y subo dos más.
Primero, esto del adaptar el elenco a los gustos de la audiencia es más viejo que el tebeo. Antes era hacia un lado: hemos tenido "white washing" en Hollywood hasta ayer (me acuerdo de Ghost in the Shell con la macizísima Scarlett), pero ahora la moda va para el otro, y los ávidos productores, en su perfecto derecho de incrementar los beneficios, se apuntan al carro. Por qué ganar 5 pudiendo ganar 10?!. No tengo ninguna esperanza de rigor histórico en las producciones culturales, la verdad, y la poca que tenía, te la cargaste tú con este blog, así que nada nuevo bajo el sol.
Segundo, el vídeo muestra a unos estudiantes de Yale (o sea, lo más pijo entre los pijos en EEUU) chillando por una chorrada. En este caso era un supuesto racismo pero podría haber sido en contra de la extinción de los unicornios o a favor del suministro universal o gratuitos de iPads. Y ahí voy, es "progresista" esto? De verdad? Yo no veo ningún progresismo ni defensa de la justicia social por ningún lado. Veo pijos haciendo el pijo. Estoy muy seguro que la Universidad se ha cargado al profesor no por los atinados argumentos de los alumnos, sino por las abultadas cuentas corrientes de sus progenitores. Que está muy bien putear a un jodido negro de Alabama, pero si te columpias un poco con la queridísima hija de un CEO de Silicon Valley, se te cae el pelo, aunque sea morenita de piel.
Está claro que el bonito pasado de EEUU en cuanto a racismo cuenta, y ahora hay una hipersensibilidad y un movimiento pendular al extremo contrario, pero qué duda cabe que eso aquí en Europa no va a pasar. Sin ir más lejos, en España, no hay nada de racismo: se le sacude a todos los gitanos, negros, moros, sudacas, feminazis y rojos por igual, sin ninguna distinción.
Con esto tambien estoy de acuerdo. Igualar izquierda a progresismo es un error. La izquierda es un conjunto de ideogias y corrientes que tienen su origen en el marxismo y que en sentido amplio abarca el socialismo, el anarquismo, los distintos comunismos y la socialdemocracia. Tienen en comun el analisis economico de la realidad y un vago objetivo comun tambien relacionado con la economia. Como tienen raices humanistas han ido incorporando otras facetas relacionadas con las libertades individuales y distintas visiones del feminismo, el antirracismo y el anticolonialismo, siempre con una base materialista. Pero lo que define a la izquierda no es la defensa de las libertades individuales ni el antirracismo,feminismo, etc. Tambien hay grandes corrientes liberales y conservadoras que defienden algunas o todas de estas ideas.
EliminarNo se por que las personas de izquierdas debemos sentirnos vinculadas a estas corrientes que no hacen ningun analisis materialista y no tienen en cuenta las desigualdades materiales.
Me gusta mucho tu blog y espero con impaciencia las actualizaciones.
ResponderEliminarCon respecto al tema que tratas, no conozco ni las epocas de las que se habla ni las series pero he leido a personas explicando que en realidad esas sociedades eran mas diversas de lo que pensamos y que estas representaciones son solo una pequeña exageracion, igual que era una exageracion presentarlas como absolutamente blancas.
Lo que si me parece absurdo es presentar las vidas de las mujeres de manera idealizada: una cosa es mostrar casos excepcionales de mujeres que se sobrepusieron a las convenciones y otra es mostrar como habituales roles que no lo eran. Pero tambien hay que tener en cuenta si estos productos se presentan como pretendidamente historicos o como fantasias.
Por otra parte tambien hay muchisima gente dispuesta a quejarse de lo contrario, recuerdo criticas furibundas a un videojuego por presentar a mujeres usando armas en un mundo "medieval" de fantasia porque no era historicamente coherente cuando en ese videojuego habia dragones, elfos y magia, que debian ser historicamente coherentes.
Hola, John.
ResponderEliminarAnte todo, gracias por otro artículo. Siempre se agradecen.
Quisiera señalar dos puntos que he echado en falta en este artículo. El primero es la larga historia de Hollywood haciendo lo contrario, blanqueando a los personajes. El racismo en EEUU no es cosa del pasado, ni lo es el "whitewashing"; después de todo, el elenco caucásico de Gods of Egypt es cinco años posterior al Heimdall negro de Thor. Esto no invalida tus argumentos, pero creo que cualquier conversación sobre el tema se queda algo coja si hablamos solo de la tendencia nueva sin hablar de la corriente opuesta, que lleva ahí mucho más tiempo, y que ahí sigue.
El segundo es que cuando te leo "personalmente acepto que esto se haga digamos en un 50% de los casos", me hace preguntarme en cuánto está esa tendencia ahora. Miro, por ejemplo, obras de ficción sobre vikingos de la última década (Vikings, Thor, The Last Kingdom, Vinland Saga, Norsemen, Assassin's Creed: Valhalla, Redbad...), ¿cuántos de ellos tienen a vikingos negros como Heimdall? Y a raíz de eso, me pregunto, ¿son los ejemplos que pones representativos, o siguen siendo casos excepcionales? ¿Cuántos Gods of Egypt sigue habiendo por cada Thor, y cuántas películas que no hacen ni lo uno, ni lo otro?
Yo no tengo respuestas a estas preguntas, claro, pero me parece que son relevantes, no para evaluar los aspectos positivos o negativos de estos casos, sino porque no estoy seguro de que la tendencia esté tan extendida como la describes, y por lo tanto no sé si de verdad es razón para alarmarse.
Saludos de un lector habitual
Si, desde luego, el racismo en los repartos de películas occidentales ha existido casi desde los orígenes de la industria hasta quizás los años 70 u 80. Al menos como algo casi sistémico. Luego puede haber algún caso suelto, pero ahora estamos avanzando en la dirección opuesta, lo que no tiene que ser totalmente malo y alguna gente puede considerarlo incluso una justa compensación.
EliminarY luego hay que considerar que esto no afectaba solo a afroamericanos, está el particular caso asiático donde este tipo de papeles eran tradicionalmente interpretados por blancos cuando eran roles protagonistas. Anna May Wong la primera gran estrella de rasgos asiáticos de Hollywood a la que Metro-Goldwyn-Mayer rechazó para hacer de protagonista en "The Good Earth" (1937) porque parecía "demasiado china para hacer de china". Eso en una época en que actores occidentales hacían de Fu-Manchú o Marlon Brando hacía de japonés en "La casa de té de la luna de agosto". Pero todo eso es bastante conocido, yo quería hablar de las nuevas tendencias intentando adelantarme a lo que puede ocurrir o no.
Gracias por la respuesta :)
Eliminar¿Y en otras cinematografías como la india o la china cómo son de inclusivos? Creo que los chinos son bastante racistas antinegros; es famoso el caso de la modificación tanto de los carteles y también tienen ediciones adaptadas a su país. Es una adaptación a sus gustos y la taquilla manda.
ResponderEliminarEstupenda entrada, yo opino que se da un movimiento pendulante en el caso del racismo, tan recalcitrante antes como estúpidamente "light" ahora. Respecto a la moda de "la justicia social", lo más fácil es que pase de moda más pronto que tarde y sería deseable que el péndulo quedará enmedio (aunque nunca ha estado ahí que yo sepa), solo espero que los gobiernos no impongan cuotas de raza, etnias o lo que sea igual que se tienen de género actualmente.
ResponderEliminarPorque se deberían poner cuotas de temporeras blancas en la agricultura y de albañiles hembras y de profesores masculinos en educación, etc., etc. si queremos que el sistema sea justo ¿No es eso lo que se busca?
Hay miles de temporeros y temporeras blancos en españa: rumanos, marroquies, bulgaros... Tambien hay miles de temporeros españoles, especialmente en Francia. Importar categorias ajenas a nuestra realidad es peligroso. La discriminacion en este caso es por nacionalidad, no por color
EliminarA mí me parece justo que se hagan películas sobre negros o mujeresu homosexuales triunfando en un pasado racista, machista y homofobo. Siempre y cuando se presente como la excepción y no la norma. Y no se omitan los obstáculos a los que se enfrentaron por su raza o género. Pero esa tendencia de mostrar un pasado idílico sin apenas racismo ni machismo ni homofobia pues sí me molesta. Más aún cuando para representar mundos ideales tenemos a la ciencia ficción que mira hacia el futuro (que es el que tenemos la oportunidad de moldear, al menos hasta cierto punto) y no el pasado que no podemos cambiar.
ResponderEliminarRespuesta a Mar Fernández,
ResponderEliminarTienes razón me he expresado mal, en realidad lo que sucede es que los pobres optan a los peores trabajos, no es cuestión de raza, etnia o nacionalidad, es cuestión de riqueza, aunque muchas veces vayan unidos.
En mi comentario me refería a que en los asuntos de paridad en el trabajo solo se trata de repartirse los puestos mejor pagados y con jornadas más cómodas y se obvia el resto de trabajos con peores condiciones.
Como ejemplo recuerdo programas de radio y televisión que durante un tiempo trataron el tema de la conciliación laboral de las mujeres ejecutivas.
¿Algún tertuliano/a se preocupó de la conciliación de las trabajadoras de la hostelería, que lo tienen mucho más crudo? Ni uno/a, y la mitad eran mujeres.
Muchas gracias, de nuevo.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarLas consideraciones finales resaltan aún más esa frase lapidaria del "Snyder Cut Justice League" que es epítome de nuestro tiempo (si no lo ha sido siempre desde finales del cuarto milenio a.d.n.e.):
ResponderEliminarChaval -¿Cuál es tu superpoder?
Bruce Wayne -Soy rico.
Maravillosa entrada pero aunque no me gusta ser el aguafiestas debo señalarte lo que creo que son un par de fallos:
ResponderEliminar"Haceros profesores, quitar por un momento la mirada de los grupos de estudiantes competentes o los hijos de padres con estudios universitarios, coger a un grupo [...]"
Si no me equivoco sería "haceos", "quitad" y "coged".
Pues sí. Cuando tenéis razón, no hay nada que decir.
EliminarEn general el artículo es muy bueno John, como siempre.
ResponderEliminarAlgunas matizaciones:
-En las pelis MARVEL los asgardianos no son dioses nórdicos sino extraterrestres, por lo que puede colar que haya de distintas razas, como ocurre también en las pelis de DC con el planeta Krypton.
-Especialmente en el teatro, pero también en televisión y cine sobre todo si son británicos, no importa tanto el rigor histórico y no es inusual desde hace mucho tiempo por ejemplo ver a un actor negro sobre las tablas haciendo del Calígula de Brecht, caracterizado como un dictador africano o sudamericano.
A veces se toman estas licencias con las razas o el vestuario.
También sabemos que en las adaptaciones del teatro clásico se suelen meter chistes contemporáneos.
Si la película Alejandro Magno de Oliver Stone que tú has recomendado varias veces (y con razón porque es muy buena), fuera exactamente histórica Alejandro sería un tipo bajito a lomos de un Bucéfalo más parecido a un poni rechoncho que a los modernos caballos de origen árabe.
Pero quedaría ridículo ver a un gran guerrero arrastrando los pies a lomos de un poni.
Y lo mismo podríamos decir de los caballos de batalla usados en tiempos de César o Gengis Khan.
Por cierto que en esa peli la mulata Rosario Dowson hace de la princesa afgana Roxana.
También tenemos la película 300 basada en el comic del nada izquierdista Frank Miller, donde los "persas" son negros y chinos y hasta animales antropomorfos (¿recuerdan en la tienda del Xerjes salido de un desfile del orgullo gay a una cabra tocando un instrumento de cuerda?).
La cuestión es que cada artista puede decidir si pesa más el rigor o la licencia.
Ahora hay polémica porque la hermosísima y judía Gal Gadot será la nueva Cleopatra de Hollywood y algunis dicen que debería ser una actriz árabe o incluso negra. Lo cierto es que Gadot es físicamente compatible con una reina de origen griego (y tiene esa nariz que hacía suspirar a Panoramix).
-Respecto al deporte y ya que sacas la foto de Megan Rapinoe, en parte su reivindicación es correcta puesto que la selección femenina de fútbol de los EEUU es varias veces campeona mundial, y sin embargo reciben menos recompensa que sus compañeros masculinos que no pasan de octavos.
Si es por méritos ellas se merecen más.
Incluso apurando más si representan al país y se les podría considerar funcionarioa o trabjadores públicos, deberían como ya pasa en Dinamarca cobrar lo mismo hombres y mujeres por hacer el mismo trabajo al margen de los resultados o la audiencia televisiva.
Y sí, los deportistas paralímpicos deberían también cobrar la misma.
Y ya que menciono a la audiencia, habría que sacar y ya se está haciendo, al fútbol femenino del circulo vicioso de que no se informa en prensa porque no tiene audiencia pero si no se informa no puede tener audiencia.
En cuanto a Marvel...
EliminarNunca he tragado a los asgardianos extraterrestres, ni las armaduras que parecen de plástico. Ni un mundo "mágico" basado en la tecnología avanzada y con una textura industrial en vez den un mundo de metal y madera con reminiscencias puramente vikingas.
Pero vamos que me siento muy muy viejo en el s.XXI. Fíjate que sigo escribiendo un blog y paso olímpicamente de los videos en Youtube, los podcast, Instagram y todo lo que no sean líneas de texto ocasionalmente acompañadas de alguna imagen suelta, preferiblemente mostrando cuadros del s.XIX. Soy casi como la gente que seguía empeñada en desplazarse a caballo mientras se terminaban de construir las primeras redes ferroviarias. Y porque no tengo dinero para una calesa...
Un comentario interesante. Por partes.
EliminarA veces es posible hacer juegos con elementos del debate racial para dar contenido a la historia. Por ejemplo en Jesucristo Superstar (aprovecho para referirme a la última entrada) no me chirría ver actores negros porque en realidad la película quiere jugar entre otras muchas cosas con las cuestiones del debate político de los años 60 y 70. O sea que ahí un Judas negro o algunos actores secundarios y bailarines que aparecen hasta tienen sentido, igual que la estética un tanto gay. Es un Jesucristo que habla de paz y tolerancia tal y como la entendemos en nuestro tiempo. Es algo totalmente descontextualizado pero que tiene sentido porque no se habla del Jesus histórico sino que se toma como excusa eso para hablar de otras cosas.
En el Alejandro de Stone ocurre algo similar. Yo creo que la película es sobre todo un pequeño ensayo (realmente brillante para estar hecho por estadounidenses, los cuales rara vez entienden nada del mundo grecorromano europeo) sobre el helenismo, los mitos clásicos y otra serie de temas. No se trata realmente de una película sobre el Alejandro Magno histórico en exclusiva sino sobre algunos elementos relacionados con su vida y con los límites del mundo griego en general.
Pues bien de cara a ilustrar esos conceptos el guión se encuentra con un problema: ¿cómo explicar una de las cuestiones centrales en torno al fallido proyecto político de Alejandro? Es decir tenemos a alguien que quizás fue el primer líder "occidental" en intentar crear una estructura política auténticamente multicultural, un imperio que dominase múltiples etnias pero dando cierta voz y voto a cada una. Por supuesto no lo logró, Alejandro fue un adelantado a su tiempo y por ello sus súbditos de cultura griega se opusieron frontalmente a dar cualquier participación a los "bárbaros" en el imperio que ellos entendían que habían conquistado y del que querían servirse en exclusiva. De ahí que una de las cuestiones en el film es cómo representar la enorme diversidad de pueblos con los que Alejandro interactuó. En la versión original se hace un trabajo con las voces, con los diferentes tipos de inglés que los actores pronuncian. Hay actores que hablan un inglés de Oxford, que serían los griegos puros, y a medida que el inglés se "degrada" tenemos a Macedonios, persas y finalmente a los pueblos periféricos de Asia Central y la India, cuyos personajes recurren a actores que hablan cada vez un inglés con más y más acento. Pero claro eso no podía apreciarse en los países con doblaje así que se recurre para reforzar la idea a actores que muestran esas diferencias de la forma en que hoy en día las vemos, a través del color de piel y las diferencias étnicas marcadas. Alejandro un griego rubio se casa con una mujer que racialmente no es ni persa ni de Asia central, claro, sino que muestra con su físico de una manera mucho más clara que ese matrimonio no solo tenía un sentido político sino "interracial" por así decirlo. Teniendo eso en cuenta en la película de Stone Rosario Dawson me encaja perfectamente no para resultar realista sino para ilustrar una idea en un film que es básicamente conceptual, es decir es una película "histórica" que en realidad no pretende contar hechos históricos sino ilustrar conceptos.
En el caso de Frank Miller no tengo ninguna duda de que ese tipo de detalles tampoco son accesorios, solo que en el mal sentido, en plan troll.
EliminarDesde luego su historia tampoco pretende ser realmente un relato histórico. Así que lo que tenemos en su cómic y luego película más bien es una guerra entre blancos heterosexuales y EL MAL tal y como lo concibe un tipo como Frank Miller.
Así que en ese tipo de relatos que solo superficialmente parecen históricos pero que en realidad son simbólicos a mi la presencia de actores negros (o árabes si nos ponemos) me parece en cierto modo pertinente porque se refuerza la idea que se quiere transmitir.
Otra cosa es cuando se pretende al menos en teoría ser rigurosamente realista y no se hace. O cuando el reparto elegido tiene componentes casi de humillación nacional.
EliminarNo sabía nada de ese proyecto de biopic de Cleopatra que mencionas. Es cierto que Gadot quizás encaja como griega. Sin embargo reconozco que poner a una actriz israelí a interpretar a una reina egipcia tiene cierta sorna, aunque ese Egipto de entonces no tuviera en realidad nada que ver con el Egipto árabe actual. Es como cuando en Memorias de una geisha casi todas las actrices que hacían de japonesas eran... chinas. Eso son ganas de joder. Es como hacer una película sobre El Cid con un reparto principal compuesto de actores marroquíes.
Pero ya simplemente especulando creo que Gadot es demasiado escultural y demasido alta como para hacer de una Cleopatra realista (y no el mito). Una actriz estilo Anna Kendrick me encajaría mucho más.
Sí John estoy de acuerdo en muchas cosas contigo.
ResponderEliminarEs cierto que los americanos cuando hacen cine histórico muchas veces hablan de sí mismos, especialmente cuando ruedan peliculas de romanos, porque ellos se ven a sí mismos como una nueva república romana, con instituciones calcadas como el Senado, y que incluso tuvieron ese aire de democracia aristocrática donde se podía ser un senador y dueño de esclavos al mismo tiempo.
Y por eso mismo siempre ha temido acabar decayendo como Roma.
Hay un conocido gazapo en Gladiator, donde un senador que habla con el general Máximo cuando es reprochado por el príncipe Cómodo por tener ansias de volver a una república, responde "¿Y por qué no? Roma fue fundada como una república".
Todos sabemos que Roma fue antes una monarquía que una república, pero ese gazapo me hace pensar que los guionistas (que ganaron el Oscara mejor guión original a pesar del gazapo), pensaban en EEUU y en que llegara un momento en que la de democracia hubiera caído, y se instalara una dictadura que mantuviera al pueblo entretenido con espectáculos sangrientos, mientras la esperanza estuviera en un antiguo general de origen hispano.
Por cierto y volviendo al Alejandro de Stone ¿sabías que ese director es de madre francesa? Eso puede explicar muchas cosas. Incluso para tener más financiación para su filme (que fue un desastre de taquilla, tal vez porque se adelantó una década presentando un Alejandro bisexual) se sacó el pasaporte francés y así pidió una subvención al ministerio de cultura galo.
Por lo demás aunque es cierto que a veces parece que se meten actores no blancos con calzador, no me parece tan grave la situación.
A fin de cuentas Zeus, Thor, Aquiles o el dr.Watson son personajes de ficción y su raza tal vez sea algo secundario.
Enlazando con tu nueva entrada sobre Jesús, también el arte lo ha representado de todas las razas. Y yo lo considero un personaje histórico aunque otros pillines piensan que fue ficticio.
El problema estaría en cuando se incluyen actores negros no porque el director así lo considere más adecuado por la calidad del actor, aunque pudiera chocar yo qué sé un Quijote negro (también es ficción, Cervantes no dijo que fuera expresamente blanco y en España ya había negros en el XVII), sino por una especie de imposición de cuota racial.
La geisha china de la adaptación de Memorias de una geisha fue sin duda pensando en la taquilla de la República Popular China, que hace tiempo sustituyó a Japón como el mercado más imoortnte fuera de EEUU para las producciones de Hollywood.
¿Hay algo de algún productor judío en tocar las narices a los árabes con una Cleopatra judía? Je,je,je, eres muy mal pensado pero los malpensados muchas veces aciertan.
Pero creo que la elección tiene más que ver con el tirón en taquilka de la israelí y con que la directora del biopic será la misma mujer que dirigió a Gadot en Wonderwoman, así que nos venderán una Cleopatra empoderada o algo así.
Pero yo confieso que soy incondicional de la Gadot ���� y me gusta el cine histórico así que espero con ansia el estreno.
No digo que su elección se haga específicamente para tocar las narices. Nada más lejos de la realidad. Simplemente está en la cresta de la ola ahora mismo, es una actriz con mucho tirón, hay un papel protagonista femenino y ella es por tanto una elección obvia. Pero aunque se haga sin querer joder, potencialmente estoy seguro de que jode un poco.
EliminarPor lo demás un personaje interesante Cleopatra. A veces se subestima la amenaza que llegó a suponer para Roma. Su proyecto político no era simplemente mantener a Egipto independiente. Eso fue al principio. Al final ya estaba intentando crear una especie de Imperio bizantino con cinco siglos de antelación. Su influencia llegaba a Siria, Grecia o Turquía y pretendía de alguna forma "liberar" todo el territorio de cultura griega en el Oriente del Imperio romano en forma de renacidos reinos helenísticos, que serían gobernados por sus hijos. Quizás fue el ataque más frontal y ambicioso realizado al Imperio romano justo cuando este estaba a punto de eclosionar. Pudo cambiar la historia del mundo Mediterráno y Occidente en general.
Pero claro, como Aníbal, subestimo la cabezonería, agresividad y el "nacionalismo" tanto de las masas como de las viejas élites romanas.
Buenas,
ResponderEliminarPues sí, esto del "policorrectismo extremo" es algo que está llegando a unos niveles preocupantes... mucho me temo que ha llegado para quedarse, pues es algo que conviene a las élites para seguir atontando y ablandando a la plebe... de la misma manera que en la primera mitad del siglo XX se tendía en el sector audiovisual a lo contrario: coger actores/actrices blancos/as para absolutamente todo, incluso para pelis&series de temáticas de otras culturas que no tenían nada que ver disfrazándolos de chinos, negros o indios según hiciera falta porque no estaba "bien visto" (o llamadlo como queráis) cque hicieran esos papeles gente de esas razas directamente, al menos en los principales (que se lo digan a Bruce Lee con el tema de la serie "Kung Fu" o la peli sobre Gengis Klan con el John Wayne y demás...)
Un aspecto que me preocupa de todo esto y que me pasa igualmente con el feminismo extremo, es que esto está creando una burbuja totalmente artificial... me parece muy paradójico que este tipo de "nueva cultura" tan férreamente asentada en el mundo anglosajón y que se está exportando al resto de países "desarrollados" prácticamente les "resbala" al resto del mundo que tienen culturas digamos más "tradicionales" en el sentido de que son profundamente machistas, racistas y tribales (islamismo, hinduismo con sus castas, etc.) y hasta se las protege provocando en la misma Europa guettos donde imperan (en algún sitio hasta quieren implantar la famosa "sharia"...) y hasta se les protege... resumiendo: si eres europeo/anglosajón de cultura cristiana y raza blanca debes aceptar la nueva tendencia policorrectista o serás mal visto. En cambio si eres de otra raza o cultura no y está perfectamente aceptado denigrar a la mujer, taparla y mantenerla encerrada o tratar como basura a otros de tu raza por ser de casta "inferior" (intocables) porque es tu "cultura"... Y tampoco hay ningún problema en hacer acuerdos multimillonarios con países que son básicamente teocracias medievales en forma de ventas de armas con guerras en curso (Arabia Saudí), mundiales de fútbol o Fórmula 1 (Qatar), implantar multinacionales en África, negocios con China, etc. A no ser que seas declarado "enemigo" de EEUU por alguna razón geopolítica, momento en el cual de la noche a la mañana pasas de ser "dictador amigo" a sátrapa tirano (que se lo digan a Sadam....). Vamos, que no veo a esos valedores del policorrectismo cruzando siquiera el Estrecho de Gibraltar para intentar "educar" a los países musulmanes sobre lo equivocado de sus éticas y leyes medievales.... Repito: esto es una jodida burbuja para atontar a las nuevas generaciones, porque la REALIDAD en la inmensa mayoría del mundo (Sudamérica, África, Asia) sigue siendo la de sociedades con la ética "tradicional" de racismo, machismo y tribalismo (o nepotismo familiar), punto. Y la hostia de realidad que se pueden llevar esas nuevas generaciones va a ser grande cuando llegue (que llegará habida cuenta de la procedencia de la inmensa mayoría de la inmigración actual....)
Pos fale. Llamadme radical o conspiranoico, pero ahí veo una tendencia y una intención por parte de las élites muy claras....
Yo creo que hay al menos una cosa positiva en esta tendencia que señalas. Los arquetipos culturales por llamarlos de algún modo están grabados a fuego dentro de cada uno de nosotros. Las figuras de poder, de prestigio, de jerarquía, de autoridad son, naturalmente para todos nosotros, hombres, blancos, occidentales, heterosexuales etc. Qué pasa si en las narraciones cinematográficas, televisivas, literarias negamos este arquetipo? Por qué Sherlock Holmes no puede ser mujer? Odín ser negro? El bravo conquistador español gay? Fernando el Catolico tener rasgos asiáticos? Qué pasa si no son hombres, blancos, heterosexuales? Evidentemente si una película se asigna un “rigor histórico” no sería permisible estas alegrias. Pero si no, qué importa? Realmente qué importa? El juego y la provocación pueden disolver esquemas fósiles mentales. Qué Sherlock tenga pito o coño, sea blanco o negro, gay o hetero, sea alto o bajo, calvo o peludo...importa? Siempre será fascinante
ResponderEliminarBueno, me imagino que en estos casos bastaría con que se obligue por ley a una introducción a esas producciones donde se deje claro más allá de toda duda que se trata de un material de ficción histórica y que a los adolescentes en la escuela se les advierta sobre el peligro de alienación que corren al consumir estas obras como algo más que entretenimiento.
ResponderEliminarEn el caso de producciones más serias, obligar a los productores y/o directores a identificar aquellos sucesos históricos en que se tomaran licencias narrativas, explicando cuáles seráin estas y su justificación.
Igual la gente se está cansando ya de tanta mojigatería.
ResponderEliminarhttps://www.sensacine.com/noticias/cine/noticia-18592895/