miércoles, 30 de abril de 2014

Es la hora de las tortas



Hoy llega una nueva entrada de transición para avisar de que mañana comienza el Campeonato Mundial de Combate medieval, el cual va a tener su sede del día 1 al 4 de mayo (o sea hasta este domingo) en el Castillo de Belmonte en Cuenca.  

El combate medieval es, como su propio nombre sugiere, un intento de recreación de los combates a pie de estilo medieval; al menos en cuanto a su parafernalia y al tipo de armas utilizadas, porque luego las técnicas de combate que se usan en la práctica distan bastante de ser las mismas que se podían usar en combates reales en la Edad Media (aunque esto no les gusta oírlo a sus practicantes).  


El primer requisito para participar es disponer de una armadura, un casco y un arma “que tengan un origen histórico medieval”. Es por tanto necesaria una inversión para adquirir un equipamiento bastante caro por demás (normalmente más de 1.000 euros para la armadura y las protecciones y tal vez otros 500 euros para un arma forjada de buena calidad) equipamiento normalmente fabricado en el Este de Europa (donde hay más tiendas dedicadas a ello) y que, por tanto, ha de importarse.  

Las modalidades oficiales son combates de cinco contra cinco (que se rebajan a tres en las chicas) y luego duelos individuales a su vez divididos en tres categorías: escudo y espada, mano y media y dos manos. También parece que en esta ocasión habrá combates de 16 contra 16 y al finalizar cada jornada se realizará una batalla grupal de 50 contra 50 enfocada sobre todo a divertir al público. 

En general en todas las modalidades el  objetivo consiste en derribar a los contrarios por cualquier medio. El más básico es golpear al adversario con un arma pero obviamente se prohíben las estocadas punzantes y los golpes en pies, articulaciones, nuca o columna vertebral. Por tanto, como en general se busca evitar heridas de verdad, la clave al final consiste en descargar adrenalina lanzando un montón de golpes sobre la armadura del rival esencialmente para aturdirlo más que otra cosa y así lograr ponerlo en posición para luego lograr empujarlo, zancadillearlo y, al final, hacerlo caerse. De cara a este objetivo incruento están permitidos los puñetazos, las patadas o las llaves. Los duelos donde no se logra el objetivo de derribar al contrario se deciden por puntos, premiando no sólo la fuerza sino también la técnica. 

Estamos ante una especie de kendo con parafernalia del medievo europeo (lo que incluye en ocasiones escudos por ejemplo) y variante de grupos. Como deporte esta disciplina nació en Rusia hace unos veinte años y últimamente se encuentra en expansión. Cuenta con un reglamento y una Federación Internacional y de hecho en España hay desde hace un par de años una precaria Liga Nacional aunque sostenida solo por unas docenas de aficionados.  

Pero en este caso el Campeonato mundial acogerá en Cuenca nada menos que a medio millar de luchadores venidos de 17 países. Además durante los cuatro días  que durará el evento los combates se acompañarán de diversas actividades en el entorno del castillo, entre ellas, conciertos de música, espectáculos de cetrería, tiro con arco, visitas al castillo y un pequeño mercadillo “medieval” donde degustar gastronomía tradicional. En el fondo es una alianza entre intereses los turísticos de la zona y las necesidades de un lugar para celebrar su campeonato informal por parte de unos cuantos aficionados entusiastas. 

Al final todo esto constituye en cierta forma la cúspide de la evolución lógica para cierta gente interesada en la recreación medieval a través de grupos de reenactment y que buscaba desde hacía tiempo llevar la inmersión de época hacia algo más "duro". Gente interesada tanto en artes marciales y en deportes de contacto como en el estudio de la propia historia. En cuanto a los mencionados grupos de recreación histórica o reenactment (aficionados a reconstruir épocas y batallas históricas, con sus uniformes, armas y formaciones) son otra práctica en bastante auge en las dos últimas décadas. En Europa abundan sobre todo los dedicados al mundo romano, las guerras napoleónicas y la IIª Guerra Mundial y en el caso de Norteamérica los dedicados a unidades participantes en la Guerra de Secesión y, algo menos, en la Guerra de la Independencia. Ese tipo de organizaciones o clubes cada vez participan en más celebraciones y conmemoraciones locales e incluso el cine ha echado mano de algunos de ellos. Mismamente en Salvar al soldado Ryan, por ejemplo, Spielberg contó con la colaboración del grupo Second Battle Group para dar vida a la 1 SS Panzer División Leibstandarte Adolf Hitler (los chicos del Battle Group incluso aportaron algunos de los vehículos de época que figuran en la película). 

Todo ello se enmarca a su vez en el auge de la Hª militar fuera de los circuitos académicos (donde siempre se ha mirado con cierta prevención este tipo de enfoques), el cual se puede comprobar también en cuanto a número de páginas, blogs especializados y éxito de los mismos en Internet. 

Yo en parte soy aficionado a algunos aspectos de esta corriente pero por puro placer culpable, no me hago ilusiones y soy muy escéptico respecto a este tipo de enfoques y a su supuesta capacidad para difundir el interés por la Historia (o al menos por lo que yo entiendo que es o debería ser comprender de verdad el pasado). Pienso sinceramente que lleva a un culto muchas veces acrítico de las batallas, las gestas militares, la figura del héroe individual y, en general, al estudio de aspectos entretenidos pero puramente folclóricos, anecdóticos y epidérmicos del funcionamiento de las sociedades del pasado. Mientras tanto se pierde el enfoque de cara a realmente interesarse en comprender como funcionan los grandes cambios de mentalidades, los procesos socioeconómicos, demográficos y climáticos, las evoluciones ideológicas, la evolución de las instituciones y, en general, lo que DE VERDAD cuenta a la hora de ENTENDER cómo funcionan las sociedades humanas.  

Si un historiador extraterrestre el futuro llegase a nuestro presente lo último que tendría que hace es perder el tiempo analizando el Estado mayor del ejército estadounidense, sus tipos de armas, su orden de batalla en Irak, sus uniformes, sus estrategias de combate, o la comida típica en las diversas zonas en que han intervenido. Sería en cambio mucho más interesante para él analizar la evolución del mercado bursátil en las últimas décadas, las cifras de exportación manufacturera chinas, la evolución de las clases medias en Occidente, las cifras de natalidad o de emigración en diversas partes del globo, la construcción de oleoductos, de cables submarinos de comunicaciones, de producción de ordenadores, o de horas de trabajo fuera de casa de las mujeres en diversas zonas del mundo, así como otra serie de (aburridas) cuestiones.  

Pero claro, todo esto último es discutible y no oculta sino el enfrentamiento de fondo que se da desde hace unas décadas entre la perspectiva y los enfoques de los historiadores, paleontólogos y arqueólogos profesionales enclaustrados en sus despachos universitarios y sus publicaciones especializadas enfrentados a diversas corrientes informales -pero más poderosas de lo que parece- a la hora de difundir su perspectiva de la “historia” a través de Internet, canales de documentales o grupos de aficionados a las recreaciones bélicas, los juegos de tablero, la novela o el cine históricos, etc. Existe ahí un público potencial que tiene que arreglárselas por su cuenta ante la deserción o la total carencia de intención por parte de los profesionales a la hora de dar satisfacción a esos intereses populares.

      Al final el resultado a mi modo de ver es insatisfactorio para ambas partes. La mayor parte del conocimiento sobre el pasado que ahora mismo se acumula a una velocidad mayor que nunca en las instituciones especializadas se queda allí ante la falta de divulgadores de verdadero talento entre la élite aislada en su cúpula de oro y ante la falta también de la propia intención de divulgar por parte de gran parte de esos mandarines cuyos salarios y puestos administrativos no dependen para nada de ello. Por el contrario buena parte del consumo de “historia” entre el “pueblo llano” llega a través de películas y novelas fantasiosas, libros de texto patrioteros, páginas web y documentales acríticos o inexactos, museos locales tendentes a la exageración pensados para turistas profanos llegados en bermudas… y en general a través de la reproducción de la visión sobre el pasado que nos conviene o nos atrae en vez de aquella que realmente “fue” (pero que no nos atrae porque no se adapta a los que nos gusta o deseamos ver confirmado en el "pasado histórico" que consumimos). Es un problema serio.  

Por de pronto, al hilo de lo que he comentado hoy, aquí os dejo los links a la página de Facebook, a la página del castillo de Belmonte, y a la de la Federación Internacional de Combate medieval. Alguien que lea esto y se encuentre en las proximidades del castillo de Belmonte el fin de semana igual le sale a cuenta acercarse a dar un vistazo por pura diversión. 

10 comentarios:

  1. Creo que se iguala la cultura con el ocio. La historia tiene que ser muy entretenida y llena de anécdotas. La ciencia tiene que ser comprensible y divertida aunque al final todo rigor desaparece.
    Fíjate que hoy día cuando se habla de acceso a la cultura todo se reduce a películas, series, música y libros digitales sacados de Internet. Hasta videojuegos. Y encima tiene que ser gratis, porque todos tenemos derecho al acceso a la cultura y a la información.
    Y la verdad es que si se busca un poco, Internet es una fuente de conocimiento casi infinita. Aunque hay que saber buscar y uno ha de tener cierta cultura y capacidad crítica previamente. Porque si no acabas tragándote un montón de tonterías y mentiras debido a la manera que indexan los buscadores (¿o debería decir buscador en singular?) de la red.

    Hay que llegar a un compromiso entre entretenimiento y rigor. Y ante la duda, este último tiene preferencia. Porque si no, te quedas con una serie de anécdotas pero no llegas a entender nada ni recibes una información verdaderamente útil. Últimamente he estado viendo algunos documentales en Youtube sobre ciencia; creo que producidos por el canal Historia, el Discovery y por el estilo. Sobre la relatividad y la mecánica cuántica. Aparte de ver animaciones chulas, la gente no puede aprender nada porque en aras del entretenimiento y la divulgación, los temas son simplificados, reducidos, y se emplean analogías que destruyen la esencia de lo que se pretende explicar. También hay que reconocer que un tratamiento puramente matemático, aunque correcto, es directamente imposible si uno no domina la disciplina.

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  2. A ver Jhon Surena me gusta lo que dices, de proyecto de historiador a historiador. Pero ten en cuenta que la masa no tiene un especial gusto por comprender los procesos históricos, desgraciadamente ni si quiera por entenderse como persona o individuo pensante, hay una canción de Lehendakaris Muertos que resume esto; "El pueblo quiere drogas, el pueblo quiere alcohol, el pueblo quiere sexo sin pagar mucho mejor, por eso ETA uouo deja alguna discoteca".

    Con esto no quiero decir que la profesión deba prostituirse como parece que está haciendo con estas cosas pero nos guste o no es lo que domina y la reacción contra esto es mínima, mira el comentario del anónimo que dice tantas sandeces juntas, la historia no tiene que ser ni divertida ni llena de anécdotas, eso es una parte mínima de tú vida y la historia es la vida del pasado, así que porque vamos a intentar hacerla divertida cuando no representa casí ni una mínima parte. Siempre he dicho que las anécdotas se cargan la historia porque las personas se quedan con la anécdota y no con lo importante que es comprender, al fin y al cabo, al ser humano; tarea díficil dónde las haya y el ser humano no es anécdota; es más complejo.

    Si la ciencia quiere prostutuirse que lo haga, ¿Dónde dice que lo real tenga que ser fácil de comprender? Lo que tenemos hoy en día es una ciencia para masa, una ciencia que en realidad no entiende nada porque se vulgariza, una ciencia de mierda que lo único que provoca es un avance tecnológico sinfin y nada más porque seguimos igual de estúpidos al pensar en las cuestiones más básicas nuestras; en fin ya lo dice el dicho...la ciencia llega hasta dónde llega y después Dios.

    Sigue así Jhon Surena que me vas a resolver la vida con las asignaturas, ese artículo maya jejejeje; a ver cuando empiezas con geografía o filosofía que eres un hombre de letras.

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  3. Si por un casual se pasa por aquí alguien aficionado sinceramente a mezclar el tema del reenactment y el repartir yoyas, que sepa que se me olvidó mencionar en el texto al Gruppo Storico Romano: unos pioneros en ello, anteriores a estas recreaciones medievales, pues llevan unos 20 años realizando simulacros de combates de gladiadores y recreaciones por el estilo.

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  4. yo estoy preparandome para poder participar en este tipo de deporte ( que al fin de cuentas es un deporte nuevo en españa pero un deporte al fin) y si es verdad que no se emplea las tenicas oficiales de los torneos medievales de la epoca (siglo 13 a 17 creo ) pero tambien se debe a la seguridad por que si investigas un poco como eran los movimientos historicos muchos producian casi la muerte y si incluso en un torneo con armas de cortecia donde el fin no es matar si no vencer a tu oponente, por eso el tipo de combate es distinto y no es extrictamente historico, tambien te digo no se si te pasaste por el mundial pero los dueños del castillo si te cuentan la historia y es mas el mismo grupo de combate te ayuda con muchos datos historicos si queres mas informacion podes contactar con el grupo tiene una pagina solo de cuadros y pinturas medievales que es una pasada si queres pasate y lo vez !

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    1. Interesante lo que cuentas.

      No voy a hacer mucho seguimiento a estos temas en el blog, si acaso cuando se celebre el siguiente mundial. Colgué esta entrada para gente que no conocía ese mundillo supiera que existe y luego ya cada cual que juzgue si le interesa profundizar en él.

      También comenté mi escepticismo ante este tipo de iniciativas. Aunque es solo una opinión y desde el respeto. Además si sirven para difundir el interés por el pasado o, simplemente, divertirse, pues mira, ya es algo.

      No obstante, en tanto que parece que vas a sumarte a los practicantes de esta disciplina si quieres contarnos cómo te va aquí tienes una tribuna, tanto a través de los comentarios en esta entrada o en otras como enviándome a mi correo cualquier cosa que te parezca interesante que se publicase. En este último caso me reservaría el derecho de juzgar si procede pero como mera formalidad.

      Por cierto, ¿la página esa que mencionas cual es?.

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  5. Por cierto:

    http://www.youtube.com/watch?v=1hpbGZddYU8

    http://www.youtube.com/watch?v=FHIhMBCOc1A

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  6. Los cebollazos de este año:

    https://youtu.be/FPbTWDeqQf0

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  7. Entrevista con la campeona del mundo de cebollazos (cómo no, una rusa):

    http://cultura.elpais.com/cultura/2017/05/02/actualidad/1493743713_502128.html

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  8. En el Este de Europa están perdiendo la cabeza con estas cosas. Supongo que fomenta el tipo de conocimiento acrítico de la historia que mejor encaja con la mentalidad ultranacionalista reinante en la región.

    https://www.youtube.com/watch?v=BG4jMSTleq4&feature=youtu.be

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    1. Es como un parque de atracciones pseudohistórico y "seguro" https://www.youtube.com/watch?v=eX3u0IlBBO4

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