jueves, 26 de marzo de 2020

Estamos de aniversario





El caso es que este blog tiene ya más de seis añitos. No es una cifra redonda mientras que sin embargo no le di ninguna importancia al quinto aniversario de la página el año anterior. Ahora eso es algo que me pesa porque realmente fue un hito teniendo en cuenta la dedicación que exige esto frente al escaso rendimiento en tiempos de decadencia de la cultura escrita y donde cualquier youtuber de segundo nivel, sin nada realmente interesante que aportar, tiene miles de seguidores y gana bastante dinero. La cuestión es que después de la última entrada este blog ha llegado a otra cifra redonda y esta vez no voy a dejar pasar el momento sin subrayar el mérito que tiene haber llegado hasta aquí. A la mierda la modestia. Hemos alcanzado las doscientas entradas. Pero doscientas entradas de verdad. No lo que ahora se lleva en la red a base de clickbaits, cortaypegas o resúmenes de unos pocos párrafos de artículos ya publicados en inglés. Ha sido un trabajo enorme para mi el escribirlas aunque espero que no lo haya sido para vosotros el leerlas. Los más atentos habréis notado que no he dejado de pulir, actualizar y añadir detalles a algunas de las más antiguas... 

Gracias a todos los lectores habituales, sobre todo a los que siguen por aquí desde el principio pese a los recientes altibajos en la frecuencia de nuevos contenidos. Gracias a los que leéis la página en silencio y en secreto, pero muchas más a los que comentáis de vez en cuando, algo que siempre se agradece. Y sobre todo gracias a los que también de vez en cuando hacéis algún donativo, algo que se agradece aún más. La gratuidad de la red y de la cultura está muy bien en teoría, pero en la práctica esa mentalidad del todo gratis es muy peligrosa ya que hace depender el mecenazgo de la cultura en la red de la publicidad (a la que yo me niego obstinadamente) y por desgracia eso afectará a la independencia y calidad de la información y la reflexión crítica a medio plazo, si no lo está haciendo ya. Por eso voy a destacar los nombres de las personas que se han dignado aportar su granito de arena durante el último año de vida del blog (que tiene mérito porque, como he dicho, ha sido el más flojo en su andadura con diferencia): gracias a Alejandro Llopis, Pascual Suárez, Manuel Alejandro Fernández, Mario Goñi, Antonio Jorge García y especialmente a Lorenzo Damián García, Francisco Borja Cuervo y Salvador Torró. 

Llegados a este punto os pregunto a los que estáis ahí. ¿Cuál ha sido en vuestra opinión la mejor entrada hasta ahora?, ¿cuál es vuestra favorita? Vamos hablad. Hoy es vuestro turno. Hoy no explico nada, contar vosotros lo que queráis en la sección de comentarios. Eso me dará pistas de cara al futuro sobre las temáticas que han tenido más éxito.

lunes, 23 de marzo de 2020

La guerra de dos mundos


El universo es un lugar hostil. Tú piensas que la naturaleza es una película Disney, pero la naturaleza es un asesino, amigo, es una puta. Las veinticuatro horas del día ahí fuera cada paso que das es una apuesta contra la muerte, si no te golpea un rayo hoy, es un terremoto mañana, o alguna epidemia. En cualquier momento puedes acabar en el extremo equivocado de la cadena alimenticia (…) La vida es sucia, brutal y corta.

Adam en “Northern Exposure” 5ª temporada, episodio 14.





Hoy para empezar voy a proponeros un pequeño juego. Tenéis que imaginar lo siguiente: dentro de unos años la existencia de vida extraterrestre se revela ante nuestros ojos de la peor forma posible. Un pequeño contingente de alienígenas de forma humanoide muy similar a la nuestra pero procedentes de más allá de la Vía Láctea desembarca por sorpresa en el planeta Tierra desde un reducido grupo de naves espaciales. Al inicio sus intenciones no están claras pero de forma progresiva se hace evidente que su propósito es la conquista total. Asimismo poco después de su llegada se desata en todo el planeta una epidemia global, un coronavirus, pero a diferencia de la situación actual -con tasas de mortalidad “apenas” entre el 1 y el 4%, solo más altas en el caso de los ancianos-, esa nueva pandemia tiene una mortalidad más de veinte (si, he dicho VEINTE) veces superior a la actual. Y de alguna manera los alienígenas son inmunes a sus efectos. Tu marido/tu esposa ha muerto, también tus padres, tus hijos están enfermos y probablemente, pese a todos tus esfuerzos, van a morir ante tus ojos durante los próximos días, los médicos y científicos se muestran impotentes para explicar lo que ocurre, tus plegarias tampoco tienen efecto, existe una gran confusión, la mayor parte de los líderes políticos y sociales de tu país han muerto, así como la mayor parte de tus conciudadanos. Mi pregunta es ¿te quedarían fuerzas para luchar?

Independientemente de tu respuesta a esa pregunta puedo decir que este es el momento perfecto para que te cuente una historia. Esta vez una historia real. Es una historia que ya conoces porque te la han contado o la has leído un montón de veces. Pero mi hipótesis es que no prestaste suficiente atención a los detalles realmente importantes. Desgraciadamentete, debido a la situación excepcional que estamos padeciendo ahora, yo tengo algo de tiempo para escribir, tal vez vosotros los tenéis para leer y, sobre todo, estáis preparados para entender de verdad lo que quiero explicaros hoy. Es algo muy simple. Algo que, como he dicho, ya se sabe, referido en concreto a la conquista de América a inicios del s. XVI. Pero es algo que, pese a todo, no se ha comprendido ni interiorizado de forma plena.

sábado, 21 de marzo de 2020

Kingdom


Tú trabajas con el entretenimiento. Te voy a contar una cosa. Durante la depresión de los años 30 en los EE.UU. con las calles llenas de mendigos que no tenían donde caerse muertos ¿sabes qué cola era más grande que la cola del pan?... La del cine. Es sencillo cuanto peor es la realidad más se necesita de la fantasía.
El negocio” (serie sobre la prostitución en Sao Paulo), capítulo primero.





   En medio de esta pandemia global en que nos encontramos, y siguiendo con mi recomendación periódica de bizarradas cinematográficas con las que matar el tiempo, hoy vengo a recomendaros una serie surcoreana bastante peculiar y que puede serviros para unir la temática de las epidemias con la reciente moda de ver producciones coreanas. Os explico.

Que yo sepa fue en 2018 con la película Rampant cuando se inauguró una especie de subgenero muy curioso nacido de una mezcla desde luego bastante original. Se trataba de coger una serie de clichés hasta ese momento puramente occidentales y pertenecientes a la temática del “apocalipsis zombie” para trasladarlos a un escenario novedoso, en concreto al pasado histórico coreano. Es así como gracias a dicha mezcla pudimos asistir por primera vez a una lucha entre “infectados” y espadachines de la dinastía Joseon coreana de Época Moderna. Curiosa combinación que permitía acompañar el desarrollo de la acción con un vestuario y unos decorados cuanto menos peculiares e inhabituales respecto a lo que estamos acostumbrados por ejemplo en las producciones anglosajonas, las cuales normalmente prefieren situar ese tipo de historias en un ambiente postapocalíptico contemporáneo.

Muy poco después, tras el relativo éxito de dicho film, se produjo una serie, Kingdom, que ya ha sido todo un fenómeno en la plataforma Netflix y acaba de estrenar su segunda temporada.

En base a dicha excusa voy a reorganizar antiguos materiales del blog. De tal manera procedo a separar materiales de un hilo que dediqué hace unos cuantos años a una historia ubicada en Corea pero que, visto con los ojos de hoy, creo que resultaba demasiado denso. De esa forma voy a crear este nuevo hilo más breve (precisamente este) dedicado específicamente a compartir algunas fotografías históricas de la Corea preindustrial previa a la ocupación japonesa. Hablamos fundamentalmente de finales del s. XIX. Me parece un material interesante que puede agradar a los fanáticos de la serie que menciono (como es mi caso) de cara a valorar la calidad de la reconstrucción del período que se hace en las producciones de época coreanas (muy numerosas últimamente en los canales de cable incluso al margen de los dos casos que he citado).