martes, 19 de junio de 2018

Otra ronda para todos


No hay consuelo ni arriba ni abajo. Los hombres estamos solos, pequeños, solitarios, esforzándonos… luchando los unos con los otros. Así que yo me rezo a mí mismo pidiendo cosas para mí.

Kevin Spacey, “House of cards” en su versión moderna, capítulo 1x13





En el último Boletín de la Asociación de Geógrafos Españoles hay un artículo especialmente interesante. ESTE. Firmado por: Juan Romero, del Departamento de Geografía de la Universitat de València; Dolores Brandis de la Universidad Complutense de Madrid; Carmen Delgado Viñas del  Departamento de Geografía, Urbanismo y Ordenación del Territorio de la Universidad de Cantabria; José-León García Rodríguez del Departamento de Geografía e Historia de la Universidad de la Laguna; María Luisa Gómez Moreno del Departamento de Geografía de la Universidad de Málaga; Jorge Olcina del Departamento de Análisis Geográfico Regional y Geografía Física de la Universidad de Alicante; José Fernando Vera-Rebollo en este caso miembro del Instituto Universitario de Investigaciones Turísticas, también adscrito a la Universidad de Alicante; Onofre Rullán del Departament de Geografia de la Universitat des Illes Balears; y Joan Vicente Rufí del Departamento de Geografía de la Universitat de Girona.

O sea, hay gente detrás para como mínimo pararse a leer lo que dicen. Razón por la cual El País también ha hecho eco de algunas conclusiones del estudio

El artículo en cuestión habla fundamentalmente de la política de infraestructuras llevada a cabo en España entre 1995 y 2016. Y ¿qué dice al respecto?

Todos sospechamos que en España gran parte de las infraestructuras no se construyen simplemente en base a análisis sobre su rentabilidad económica pura (o su posible rentabilidad social), sino que en muchos casos se deciden llevar a cabo grandes proyectos:

- En base a la idea de que las infraestructuras generan, por sí mismas, crecimiento económico, lo que es cuando menos una idea cuestionable.

- En relación a criterios puramente políticos. En este último caso hablamos de una mentalidad que podríamos resumir como: voy a ordenar construir un aeropuerto, o un gran palacio de congresos, o una línea de tren hasta ciudad, mi partido político -conmigo a la cabeza- la inaugurará antes de las próximas elecciones y eso nos dará votos; el coste y la futura rentabilidad de dicha obra no son importantes a la hora de tomar la decisión ya que las obras las pagaremos entre todos, lo que hace que el coste directo que me toca sea muy pequeño en relación a los beneficios que yo obtendré como político local, pues gracias a las obras en cuestión saldré reelegido y quizás lograré algunas contratas muy beneficiosas para mis amigos y para los mayores donantes de mi campaña electoral.

Como digo eso es algo que se sospecha, que se debate desde hace mucho, pero de lo que no había estudios fehacientes y con números… hasta ahora.

Porque a fin de cuentas en los periódicos se habla mucho de la corrupción, y tenemos cifras aproximadas sobre su magnitud entendida como el dinero que los políticos roban directamente de las arcas públicas. Pero hay menos estimaciones de conjunto acerca del dinero que simplemente se esfuma porque se malgasta, porque se despilfarra, porque se usa de una manera errónea en proyectos absurdos por pura incompetencia cuando no por dudosa conveniencia personal.

En síntesis lo que dice el estudio de este equipo de geógrafos (y podéis leer el artículo para ver cómo llegan a algunas conclusiones concretas) es que durante el periodo 1985–1995 se “dilapidó” en ineficiencias cerca de un 5 % del PIB del país. En el periodo del llamado boom económico o la década dorada (1996–2007), la magnitud del despilfarro alcanzó un 20 % del PIB. Finalmente, en el periodo que va desde el inicio de la crisis económica hasta ahora, se puede cifrar la ineficiencia y el despilfarro en torno a un 3 % del PIB.  

A continuación, centrándose en el período 1995-2016, que es el centro del estudio, estiman que las administraciones públicas comprometieron más de 81.000 millones de euros en infraestructuras innecesarias, abandonadas, infrautilizadas o mal programadas (obras que se listan en el artículo con referencias a otros estudios, en muchos casos de organismos oficiales independientes, para apoyar dichas cifras). Una cantidad que puede superar los 97.000 millones en un futuro próximo si se suman las obligaciones contraídas durante esos años.

Respecto al monto reducido de 81.000 millones mencionado la Administración Central sería responsable de 45.920 millones de euros mientras que las comunidades autónomas y los ayuntamientos habrían despilfarrado otros 34.600 millones de euros en obras innecesarias durante ese período de 20 años estudiado.



En especial los autores destacan el gasto en líneas de Alta Velocidad (lo que confirma el punto de vista de otros estudios llevados a cabo desde hace años por economistas puros). 



    Según el equipo de geógrafos que ha realizado dicha estimación desde 1992 se han invertido al menos 42.000 millones de euros en Líneas de AVE que han supuesto un despilfarro o asignación inadecuada de dinero público de 26.240 millones de euros.

Tras el AVE, el informe encuentra despilfarros en aeropuertos y obras portuarias por un total de 9.512 millones de euros. Los autores del estudio mencionan que con “una simple lectura” de la información oficial de AENA sobre número de pasajeros en 2017 es suficiente para concluir que al menos la tercera parte del total de aeropuertos de su competencia son prescindibles. Y en concreto los aeropuertos regionales de Lleida, Murcia-Corvera, Huesca y Castellón son un ejemplo claro de despilfarro como ha puesto de manifiesto un informe especial del propio Tribunal de Cuentas Europeo en 2014.

Asimismo para los autores del estudio merece un capítulo aparte la construcción de desaladoras donde se habrían esfumado en forma de sobrecostes de difícil explicación, ineficiencias, o gestión fraudulenta, unos 2.339 millones de euros.

Al margen de lo anterior faltaría por mencionar muchos macroproyectos culturales o de ocio en forma de macromuseos y auditorios sobredimensionados, también muchas obras derivadas de eventos como la Expo del Agua 2008 en Zaragoza,  grandes infraestructuras culturales infrautilizadas o con sobrecostes extraordinarios como el Palacio de Congresos y Exposiciones de Madrid, la restauración del Palacio de Cibeles de Madrid, la Ciudad de la Cultura de Santiago, la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia o la Marina de Valencia, etc.

Todo lo cual a los autores del estudio les parece que se explica a partir del

tinte marcadamente clientelar de la acción política en España, lo que implica mala utilización de recursos públicos, ineficiencia, escaso respeto a los méritos y mala asignación del talento, deterioro de las administraciones, sistemas de acceso a la función pública no siempre transparentes y corrupción política.

Nada que no sepamos pero está bien que lo que la prensa insinúa se empiece a convertir en material de estudios académicos serios.

En ese sentido el estudio del que he hablado hoy se complementaría especialmente bien con otro llevado a cabo por Luis Manuel Jerez Darias, de la Universidad de La Laguna, publicado en la revista Ería en 2012, dedicado específicamente a la corrupción y más en concreto a la corrupción urbanística. Lo podéis consultar AQUÍ.


  
Yo soy un simple divulgador y me limito a encontrar la información interesante y resumirla para el que la quiera mirar. En este caso no tengo nada que añadir. Bueno, sí, una cosa. Cuando un día de estos vengan con el cuento de que ya no hay dinero suficiente para las pensiones (las vuestras, no las de ellos, por supuesto) pensad en todo ese dinero que o bien nuestros políticos han robado directamente o bien han dilapidado. Como digo gracias a estudios de este tipo empiezan a existir cálculos que se pueden discutir poniendo cifras concretas a esa realidad que hasta el presente no ha resultado especialmente relevante de cara a condicionar los procesos electorales de la democracia bajo el Régimen de la Transición. Por sorprendente que pueda parecer lo anterior.  

26 comentarios:

  1. Excelente artículo. Ya se intuía algo así, pero ver los números de lo que se ha desperdiciado da miedo.

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  2. Yo también contaría el dinero para financiar partidos y campañas electorales. Otro robo legal.

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  3. Pues la verdad es que no me parece demasiado, para lo que me esperaba. Tengo que leerme el artículo original, pero que la Expo y el juergón de Barcelona 92 nos salieran por solo un 5%, lo veo un chollo...:-).
    A las razones mencionadas para hacer una infraestructura yo añadiría otra: devolver favores/donaciones de empresas afines, a pesar de los perjuicios que se originaban a los ciudadanos e incluso a la carrera política del jerifalte de turno. Solo así se explican esas calles que se levantaban una y otra vez sin venir a cuento.

    Yo

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    1. Es que el período antes del 95 no lo analizan en profundidad, solo hacen una especie de estimación a ojo en base a la evolución de algunas cifras ligadas a la evolución de las medidas de "eficiencia" de los factores productivos. En base a ello lanzan una cifra de 15.217 millones de euros dilapidados en ineficiencias pero es la parte más floja porque es algo meramente teórico. Para el período siguiente sí analizan muchos casos concretos en detalle que luego se listan en el artículo con las cifras consiguientes.

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  4. El problema en las pensiones está en la pirámide poblacional, la empleabilidad y la productividad.

    Podríamos decir que recuperar casi cien mil millones de euros nos daría para "posponer" el problema un poco más. Obviamente tampoco habría servido que con ese dinero se hubieran aplicado políticas expansivas con retornos generosos.

    Si desde la administración pública hubieran realizado una especie de plan súper vanguardista que milagrosamente hubiera puesto la productividad española a años luz del resto... pues mira, por ahí a lo mejor el sistema de pensiones aguanta la transición demográfica (con algunas racionalizaciones previas).

    Pero la cuestión es que España, por desgracia, no genera tantos recursos. Tenemos que aceptar que un sistema público de pensiones funciona bajo ciertas condiciones que están empezando a desaparecer, y nada hace presagiar que aparezca un nuevo contexto que lo salve (ni tampoco se están haciendo muchos esfuerzos para que ocurra).

    En cualquier caso, recuperar cien mil millones de euros y gestionarlos más eficientemente es importante indiferentemente de si va o no a pagar más o menos pensiones. Y no hablemos de que todos aquí sospechamos que la gestión del dinero público es mucho más electoralista y clientelar de lo que podemos calcular a través de investigaciones como la que compartes.

    La pregunta que surge es... ¿cómo crear un Estado mínimamente eficiente? ¿o la eficiencia sólo es posible con el mínimo Estado, como defienden algunos?

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    1. Yo no creo que haya que vincular necesariamente las pensiones con la evolución demográfica. El gasto en pensiones es una parte como otra del presupuesto del Estado y si por la evolución de la pirámide demográfica debe aumentarse la parte del presupuesto que se gasta en eso en detrimento de otras partidas presupuestarias pues se debería hacer. Que no se recauda ya tanto de contribuciones de los trabajadores... pues se disminuye el presupuesto de Defensa o las partidas a la Iglesia, o el propio despilfarro en LAV, para seguir pagando LO MISMO de pensiones. No se por qué es un tabú plantear esa cuestión para mí de pura lógica.

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    2. Por otra parte, claro. Yo quiero más Estado. Quiero un Estado que como mínimo redistribuya a través del gasto social y proporcione una Sanidad y una Educación públicas eficientes. Pero sí que es verdad que por las peculiaridades sociales y culturales en España el latrocinio está muy asentado y, además, lo cierto es que el Estado español nunca ha redistribuido de forma importante y eficiente. Los colectivos que más lo necesitan no suelen recibir muchas ayudas públicas por ejemplo y tampoco las clases bajas están consiguiendo acceder a las clases medias o altas a través de la Universidad, en España la educación no proporciona el ascenso social que más o menos sí se relaciona con ella en otros países. Es un hecho preocupante. Así que una solución es que, ya que el Estado no me ayuda y encima me roba, por lo menos que me robe poco y tengamos menos Estado. Pero yo no renunciaría a la idea de intentar reformar tanto al Estado como al sistema político para que funcionen mejor, aunque está difícil.

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    3. Soy el mismo anónimo.

      Creo que había escrito un mensaje más largo que la propia entrada en sí jaja, pero al intentar publicarlo ha desaparecido "mágicamente". A ver si cojo la costumbre de hacer copias de seguridad en aquellos lugares que no te "protegen" de este tipo de cosas. En fin, es una pena, porque lo había detallado muy bien todo y sinceramente ni siquiera puedo concebir si seré algún día capaz de volver a tener ganas de esforzarme tanto en general en mi vida, jaja.

      Eso sí, ante tan avergonzante e indigna desidia vital, me obligo a mí mismo a tener la decencia de contestarte al menos lo más importante (si no creo que mi espíritu rivalizaría con el de una ameba):

      Ojalá se pudiese pagar el sistema de pensiones en el futuro sólo recortando en otras partidas (ahora se podría), pero estamos hablando de que podría crecer el gasto un par de cientos de miles de millones de euros en menos de medio siglo. Tendrías que subir mucho los impuestos y recortarlo absolutamente TODO para poder mantener más o menos lo que hay ahora.

      El plan de estabilidad consiste en mantener el gasto actual sobre el PIB (que es lo que "podemos pagar"), pero adaptándolo a las circunstancias que vayan surgiendo; lo que según las estimaciones probablemente supondrá reducir el valor de la pensión media a la mitad hacia 2060.

      Y sí, ojalá los Estados fueran de otra manera.

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  5. La gran importancia de las vías fluviales navegables es poco conocida en España. Esa vías siguen siendo las más económicas, con diferencia, para el transporte de mercancías. Solo el rio Mississippi supone una pequeña pero cuantificable parte del PIB de los EEUU, y no es el único rio navegable que poseen. Alemania o Francia también dispones de importantes vías fluviales. España, por razones obvias, no.
    El transporte por carretera es la solución que hemos elegido para nuestro problema y es, cómo no, la peor posible: la más cara económicamente, la más dura humanamente y la más dependiente del exterior y los vaivenes del petróleo y su precio.
    En todo el mundo es conocido que la mejor forma de contrarestar la desventaja de la falta de vías fluviales navegables es el tren de mercancías. España, que tiene históricamente una deficitaria red de tren de mercancías, lo necesita como el respirar por las características de su producción. ¿Y qué hacemos cuando tenemos dinero para disponer por fin de una red de semejante importancia? El AVE.
    El AVE, que no solo no es una infraestructura que nos haga ganar dinero como lo harían los mercancías, sino que es una máquina de quemar dinero año tras año ya que hasta hoy creo que ni una sola de sus líneas es todavía rentable.
    Pero claro ¿qué político quiere hacerse una foto inaugural delante de un mercancías? o lo que es lo mismo: ¿a qué político español le importa más el bien general que su sillón?

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  6. Para mí el problema no está en más o menos Estado. El problema surge cuando los partidos políticos controlan al Estado. En España tenemos una Constitución copiada de la alemana, que a su vez fue impuesta por los militares de EEUU después de la Segunda Guerra Mundial. Una Constitución que sólo sirve para estabilizar y prohibir tanto a los comunistas como a los fascistas.

    El inconveniente es que impide la elección del pueblo tanto del poder ejecutivo como del legislativo. Todo queda en manos de los partidos políticos. En España quien no sea político profesional la única acción política que puede realizar es apoyar a un partido. Apoya moralmente su ideología. Pero cuando sólo se puede hacer eso, el partido renuncia a sus principios y se dedica a extraer recursos del país.
    No hay ideologías. Lo único que queda es poder para enriquecerse. No hay discusión. Sólo consenso para repartirse el Estado. Y los medios de comunicación, comprados, quedan para decir que tenemos democracia, que hay que mejorar la democracia. Que pese a todos los problemas tenemos que confiar en el sistema de partidos.

    Todo este despilfarro sólo puede explicarse porque los votantes no tienen poder alguno. Sólo podemos confiar en lo spartidos ¿Que nos roban unos? Pues a votar a los otros ¿Que los otros nos roban? Pues a votar a los unos. Y así indefinidamente.

    Y no digo que los votantes sean inteligentísimos. Lo que sí son es prácticos. Si un político empeora su vida, ¿por qué no deberían poder expulsarlo de la política? Ah, claro. es que eso depende de los mismos partidos. ladrones y corruptos pasan al segundo plano y consiguen puestos de "asesores" en grandes empresas. Basura, mierda, corrupción.

    Sólo cuando el voto de los ciudadanos cuente podremos librarnos de esta panda de ladrones que alardean de principios cuando no tienen ninguno. Cuando la política no sea una profesión vitalicia.

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    1. "Sólo cuando el voto de los ciudadanos cuente podremos librarnos (etc...)"

      Todo lo contrario. Solo cuando nos quitemos de encima el absurdo mito de que votar representantes sirve para algo, nos podremos librar de todo esto (si es que hasta parece un mito religioso: "el elegido" nos salvará...).

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    2. Mejor con democracia directa hoy día y con demagogos. No te fastidia...
      Los pedagogos eran esclavos llevaban de la mano a los niños. Los demagogos llevaban al pueblo de la ídem. No será por griegos clásicos que pastoreaban al "people".

      A ver, Rey Narmer, explica cuál es tu idea ¿Es la de la democracia directa? ¿O qué?

      ¿Pero es que tú consideras razonable que cada individuo vote 1000 o 2000 leyes al año? Sólo de España. En la UE son más.

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    3. Si me pregunta qué propongo, le diré que ya lo expliqué, y además lo hice debatiendo con usted prácticamente antes de ayer. Si lo tengo que hacer otra vez, sospecho que es que no vale la pena hacerlo. Mejor dejo unos enlaces (de entre los que también le dejé a usted y que veo que no se molestó en leer) por si a alguien le interesa saber de qué estamos hablando:

      http://www.le-message.org/?lang=es
      https://insaculacion.blogspot.com/2012/10/centralidad-del-sorteo-en-la-democracia.html
      https://autonomiaybienvivir.blogspot.com/2016/01/democracia-participacion-directa-y.html

      Los demagogos ya están sentados en un parlamento "representándonos" porque alguien (¿usted?) les ha votado (yo, lo garantizo, no he sido...).

      Un saludo.

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    4. Tengo intención de responder, poco a poco, a lo que dicen los enlaces que usted ha puesto. Pero es que lo que usted dice no me lo puedo tomar muy en serio desde el momento en que aboga por la elección de cargos por sorteo. Además esto no es un foro y el tamaño de los mensajes es muy pequeño. Además no hay herramientas de edición.

      ¿Elección de cargos por sorteo para evitar la corrupción? Eso es desconocer del todo la naturaleza del poder. En vez de elegir cargos por medio de la lotería, ¿no sería mejor acudir a los dioses y que sean ellos quienes lo decidan? Por medio de adivinos o pitonisas. Al menos contaríamos con el beneplácito divino ¿Dónde está el poder del pueblo si se ignora la voluntad mayoritaria?

      Sepa usted que el ojo por ojo y obtener un cargo político en función de la riqueza fueron avances sociales pero ahora resultan arcaicos. Lo mismo que el reparto de cargos mediante sorteo.
      De todo lo que usted ha enlazado lo que más me ha llamado la atención es el motivo de la muerte de la democracia ateniense: "En absoluto. La democracia desapareció a causa de una guerra perdida. Es decir, una causa contingente, no necesaria, accidental, y no a causa de vicios propios". Que John Surena explique su parecer, pero la causa de la derrota de Atenas y la desaparición de la democracia radical es precisamente la democracia. Esparta, una oligarquía pura, gracias al apoyo económico de Persia, acaba con su enemigo. Fue la democracia directa la de la expedición siciliana y la que provocó la pérdida de la flota. Y el resto llegó rodado. Lo único bueno que puede decirse es que la decadencia hasta la derrota duró años.

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    5. Precisamente Alcíbiades y compañía eran cargos electos ante la necesidad de tener militares preparados, que a base de darle buen uso a la odiada, desde la filosofía, demagogia y a la manipulación de las masas ignaras alcanzaban el poder (esto me suena).

      Así pues, no hay relación entre el sorteo de cargos y la derrota griega, en todo caso al revés si nos ponemos falaces.

      No es tan fácil criticar a la democracia radical teniendo en cuenta todo lo que se puede criticar a la democracia representativa.

      Y mi conclusión personal es la siguiente (esto ya lo resolvió Sócrates hace más de dos mil años): todos los sistemas que impliquen a masas de analfabetos decidiendo, tienen más probabilidades de fallar. Por esto y no por otra cosa, quizá la democracia radical sea peor que las repúblicas representativas (equilibrio paliativo, el punto medio entre laa tiranías y las oclocracias).

      Solución (también de Sócrates): educación, educación y... más educación. Para todos.

      Pero la educación desde que nació está al servicio de las oligarquías herederas del Antiguo Régimen.

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    6. Pero vamos, yo estoy a favor de que alguien experimente con la democracia radical. Quizá nuestros prejuicios no nos deja ver sólo lo que la experiencia permite.

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    7. La democracia radical, para el presente, es tan mal sistema político como lo es la artesanía como sistema de producción. Por el mismo motivo.

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  7. Precisamente ayer: la sentencia del caso Emarsa concluye que políticos del PP y técnicos de dos entidades públicas desviaron 23.501.620 euros del dinero para la depuración de agua de la ciudad de Valencia y su área metropolitana para pagar viajes particulares a 24 ciudades de todo el mundo, noches con prostitutas y comilonas en los mejores restaurante.

    https://www.eldiario.es/cv/valencianos-depurar-ciudades-prostitutas-restaurantes_0_784972344.html

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  8. Se quejan de vicio

    https://es.wikipedia.org/wiki/La_F%C3%A1bula_de_las_abejas

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  9. Vaya, qué sorpresa: El Tribunal de Cuentas europeo lamenta que se prioricen líneas de Alta Velocidad innecesarias por razones políticas.

    https://cincodias.elpais.com/cincodias/2018/06/25/companias/1529950678_783858.html

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  10. Sobre los Juegos del Mediterráneo en Tarragona

    http://ciclismo2005.com/2018/06/75-millones-de-euros-tirados-en-los-juegos-del-mediterraneo-de-tarragona/

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  11. En mi pueblo se organiza una prueba deportiva anual a pesar de que somos 4 gatos. Sólo viene gente de fuera a competir. Los comercios dicen que no se queda nada de dinero. Me pregunto qué tipo de chanchullo será. Supongo que el contrato de los bocadillos se dará a dedo. Digo yo.

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  12. Mira que soy del gremio y me gustaría decir que por fin un estudio realizado por geógrafos consigue aportar algo al debate público siendo portada del principal periódico nacional. Pero es que por desgracia el estudio es enormemente discutible.

    Las diferencias entre el PIB real y el que "debería haber sido" se deben a muchos factores, siendo seguramente el principal el modelo económico basado en sectores de poca productividad, no sólo ni en primer lugar al despilfarro en inversiones públicas. Por lo tanto no se puede decir que el despilfarro haya supuesto un 5% o un 20% del PIB.

    En segundo lugar, no se pueden sumar todas las inversiones en AVE (con errores de diferenciación entre lo que son servicios y lo que es infraestructura), en autopistas o en desaladoras y decir que todo eso es despilfarro porque el PIB no alcanzó el crecimiento potencial. En cada una de esas inversiones hay que hacer un análisis coste-beneficio ex-post para ver su rentabilidad social. Decir que todas han sido un despilfarro es una temeridad y sólo contribuye a la demagogia política. No es lo mismo el AVE Madrid-Barcelona que el AVE a Galicia.

    Tengo la impresión de que con este tipo de estudios (hechos además por varios de los principales Catedráticos del gremio) los ingenieros o los economistas profesionales se ríen de nosotros. Si los geógrafos queremos hacer un análisis coste-beneficio las cosas hay que hacerlas bien y estudiar, no se puede hacer la cuenta de la vieja para salir en los medios con una cifra espectacular. Eso no es serio.

    Un saludo

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    1. Interesante crítica. En general los economistas sí han hecho algunos análisis intentando medir la inasible rentabilidad social del AVE y aún así el consenso casi unánime parece estar en torno a su no rentabilidad. Pero es una cuestión problemática de medir. Recuerdo el caso de la red de ferrocarrilles construida en España en el s.XIX: desde el punto de vista de los historiadores (si bien casi todo el mundo está de acuerdo en que las cosas se hicieron mal o al menos se pudieron hacer mejor) aún hay cierta discusión sobre si pese a que fue deficitaria en lo económico se puede considerar un fracaso la iniciativa en vista de esa "rentabilidad social" de la que hablamos al servir entonces para integrar por primera vez un mercado nacional. Complicado.

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  13. La corrupción que no responde al tipo legal.

    https://www.youtube.com/watch?v=ZQOoa7edOmQ

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  14. Un artículo, quizás más serio, que ahonda en lo mismo:

    https://www.fbbva.es/wp-content/uploads/2018/10/Informe-DE-Ivie-2018_costes-economicos-deficit-calidad-institucional.pdf.pdf

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