Hay que extender la
sensación de dominancia eliminando sin escrúpulos a todo aquel que no piense
como nosotros.
(General Mola citado por Hugh Thomas)
Supongo que casi todos mis fieles lectores os habréis enterado del
reciente revuelo mediático que se ha montado en torno a Fernando Suárez, rector
de la Universidad pública Rey Juan Carlos de
Madrid. Todo empezó cuando hace unas semanas salió a la luz pública que él, máxima
autoridad de dicha institución académica, había cometido plagio en varios textos presentados como propios. La cuestión es que a raíz del mencionado escándalo se ha ido
descubriendo, mediante sucesivas revelaciones, que en realidad casi todo el
currículum de ese individuo había sido construido mediante trampas semejantes.
La última vez que consulté noticias al respecto ya eran más de diez las
publicaciones firmadas por él en las que había recurrido a la copia de trabajos pertenecientes a otras personas.
Pero en realidad dicho “escándalo” por el que todo el mundo se rasga las
vestiduras no es tal en la medida en que, en primer lugar, aunque no se puede
decir alto y en público, lo que Suárez ha hecho es práctica común sotto voce en muchas altas instituciones educativas, políticas y culturales de nuestro país. En parte porque en términos legales no tiene consecuencias prácticas en forma de sanción punible.
Además, en segundo lugar, y me parece
lo más importante del asunto, en realidad todo el que estuviera metido en el
mundillo educativo conocía muy bien quien era este señor desde hace bastante tiempo. Por lo cual puede decirse que muchos de los que ahora se cubren la
cabeza de ceniza y despotrican indignados de cara a la galería sabían
perfectamente que estas cosas, y otras mucho peores, sazonan la trayectoria vital de este personaje.
Si no me creéis os recomiendo dar un buen vistazo a este artículo por ejemplo. Porque el caso es que hace seis años a Fernando
lo grabaron en una reunión chantajeando a un profesor de su universidad bajo
la amenaza de represaliarlo a él y a todo su departamento si, literalmente, no
aceptaban la consigna de amargarle la vida a uno de sus compañeros, el cual
había cometido la osadía de oponerse a Pedro González-Trevijano
por entonces patrón de Suárez y omnipotente rector de la Universidad Rey Juan
Carlos. La cosa acabó en juicio y el juicio en agua de borrajas como suele
suceder en estos casos. De hecho resulta irónico el desenlace porque el señor González-Trevijano con el tiempo terminó, a
través de la consabida patada hacia arriba, nada menos que formando parte del Tribunal
Constitucional (para que nos hagamos una idea de cómo está el país) y legó “su” puesto de rector a su fiel sicario, nuestro amigo
Fernando Suárez, que es así como accedió a la función de rector, no por sus
méritos académicos, que como ahora algunos han descubierto nunca fueron
reseñables, sino mediante el uso de los auténticos mecanismos de promoción
internos en la Universidad española. A saber, mediante el ejercicio de una
fidelidad a toda prueba al señor feudal adecuado y una crueldad implacable a la
hora de eliminar a los disidentes y librepensadores que se interponen en el
continuo girar de los engranajes de ese sistema secular. De hecho bajo la
batuta de Suárez el departamento de Estadística de "su" Universidad, del cual
había salido la voz disidente que tanto trabajo le supuso silenciar en la época de la grabación antes mencionada, pasó de
tener más de veinte profesores a apenas media docena de ellos, malviviendo sin asignaturas, sin fondos y acosados sin tregua por las fieles huestes a las órdenes
de Fernando Suárez.
Esto es lo primero que hay que tener en cuenta para entender la trayectoria de ese personaje y contextualizarla, porque además su figura es muy interesante y explicativa de lo que
son los problemas de la Universidad española actual y no solo por el plagio. De
hecho el plagio es quizás lo menos interesante de su carrera. Insisto que deis
un vistazo al enlace que os recomendé unos párrafos más atrás y os detengáis en escuchar el audio del
comienzo. No tiene desperdicio la conversación que se da entre dos
“intelectuales” de nuestro sistema académico la cual en realidad no desentonaría
para nada en una reunión de la mafia siciliana si no fuese porque los mafiosos
por lo menos de vez en cuando fingen respetar ciertos códigos de honor.
En ese sentido Fernando Suárez no solo ejemplifica el ordenamiento
feudal y las vendettas políticas que carcomen la universidad en España, sino también el
brutal nepotismo en el seno de la misma, sobre todo en los departamentos
ligados a Humanidades y Ciencias Sociales. A fin de cuentas Fernandito no deja
de ser un hijo de su padre, Luis Suárez Fernández, premio Nacional de Historia
(entre otras cosas gracias a sus fuertes vínculos con la familia de Francisco
Franco), quien (sorpresa) ya fue a su vez también rector, en su caso de la
Universidad de Valladolid.
Como se trata de una saga familiar universitaria con orígenes asturianos a mí esta cuestión me toca muy de cerca porque yo también soy asturiano y he tenido el
“privilegio” de observar de cerca y en primera persona el desempeño de otras
poderosas sagas familiares universitarias vinculadas de alguna forma a esa región: caso de los Uría, los Ruíz de la Peña o los Alarcos. Por eso he decidido que hoy voy a hablaros un poco del
problema de la educación en España, o al menos de algunos aspectos tangenciales
al mismo que no suelen ser mencionados en los frecuentes debates al respecto.
Debates donde se abordan en cambio cuestiones bastante trilladas, como el evidente problema que supone el continuo cambio de las leyes educativas
en vigor respecto a la enseñanza Secundaria, el aumento del número de alumnos
por clase, la reducción de las partidas presupuestarias dedicadas a educación, o los siempre polémicos datos del último
informe PISA de turno (habitualmente malos en el caso español, sin que eso en sí
mismo sea particularmente significativo).
A mi juicio detenerse una y otra vez en esos
puntos, así como temas lingüísticos relacionados con Cataluña y otras
cuestiones similares, impide apreciar realmente la dimensión del problema al
abordarlo siempre desde una perspectiva sectorial (se discuten por un lado los
problemas en los colegios e institutos y por otro, de forma separada y con menor
frecuencia, los problemas del mundo universitario) cuando en realidad el tan
manido problema de la enseñanza en España es en realidad un todo indisoluble
que se incuba en la educación Secundaria pero que luego se perpetua debido a los
también tremendos problemas del sistema universitario español (a fin de cuentas
no sirve de nada tener una excelente enseñanza Secundaria si luego las
instituciones que deben recoger ese trabajo e insertar laboralmente en la
sociedad a esos alumnos –es decir las universidades- están profundamente
podridas hasta el tuétano).
Posteriormente todo el asunto se agrava aún
más debido a la inexistente voluntad de los sucesivos gobiernos de
España de dedicar esfuerzos y partidas presupuestarias importantes a la
investigación (desaprovechando de esa forma las mejores mentes que el sistema
universitario, no se sabe cómo, aún produce).
Y a todo lo anterior hay que añadirle asimismo,
por un lado la incómoda realidad de un sistema económico que en nuestro país
tiende a privilegiar sectores como el turismo, la construcción o la captación
de rentas a través de la banca, dando lugar a un tejido empresarial
que en su mayor parte no necesita en grandes cantidades (así como suena) personal altamente culto y cualificado (más bien precisa de mano de obra barata y sumisa sin muchas
expectativas vitales). Y por otro lado hemos de considerar también los efectos en los estudiantes de una
sociedad con unos horarios laborales delirantes debido a los cuales los padres
cada vez pasan más horas fuera de casa explotados en sus trabajos precarios o
sus pequeños negocios y donde, como consecuencia, los niños y adolescentes no
reciben ni a través de la familia ni de los mass
media (otro factor a añadir a todo esto) refuerzo positivo alguno que
inculque en sus cerebros la falsa pero muy conveniente idea de que el trabajo
duro, el esfuerzo, la honradez y el estudio, resultan imprescindibles para triunfar en la
vida o al menos otorgan una justa recompensa.
Todo esto hace que ningún cambio de gobierno,
de leyes educativas o de partidas presupuestarias, dotando de más o menos
pizarras digitales o de ordenadores a los colegios, o aumentando el número de
profesores, vaya a modificar en profundidad ningún aspecto realmente decisivo de
lo que es ahora mismo un desastre colectivo con unas potenciales consecuencias
de futuro monstruosas y que por ello constituye quizás el principal problema al
que se enfrenta España. A la altura del paro o el envejecimiento de la población y
muy por encima de otras cuestiones que ocupan mucho más espacio en el debate
colectivo a nivel de calle.
La originalidad del punto de vista
que pretendo desgranar a continuación consiste en que voy a partir de una idea muy simple, pero un tanto inquietante: dado
que resulta imposible que por algún misterio genético los niños españoles sean
más tontos o tengan una mayor predisposición innata hacia la violencia o la
vagancia que los niños de otros países de nuestro entorno, la esencia del
problema del sistema educativo español estriba en su filosofía de fondo y sobre
todo en la gente que lo gestiona.
Y en relación con lo anterior conviene
recordar que el sistema educativo no está solo en manos de los políticos
profesionales. Ellos pilotan el barco, sin duda en la dirección equivocada,
pero les resultaría literalmente imposible hacerlo sin la colaboración o en
todo caso la pasividad cómplice de los miles de profesores que, cual funcionarios
alemanes de la época nazi durante los años del Holocausto, permiten que un
sistema absurdo siga funcionando mientras, eso sí, despotrican del mismo en
privado cada vez que tienen tiempo para tomarse un café al ser los primeros que
conocen al detalle las sombras del mismo. Pero claro, esas personas también tienen facturas
que pagar y por ello obedecen fielmente las directrices que les llegan, por muy absurdas y negativas que sean, salvo quizás en el caso de algunas honrosas pero insignificantes excepciones, los típicos
héroes solitarios cuyo destino, una vez que la ilusión inicial va
siendo sepultada poco a poco por la realidad, es una baja indefinida por depresión en torno a
los 45 o 50 años.
Oposita que algo queda
Cuentan que en la España de los años 40 un
pariente lejano le pidió trabajo al líder falangista Girón de Velasco. Tras proponerle éste ocupar la jefatura de una dirección general, una secretaría de Estado o
algún otro puesto similar, el pariente, llevándose las manos a la cabeza, le contestó que aquello era demasiado para él, que todos esos cargos le venían
muy grandes ya que apenas sabía leer y escribir, por lo que a continuación le preguntó si no tendría un puesto
de oficinista, o de peón, o algo así. A lo cual Girón, impasible, le respondió: “para eso
tienes que hacer oposiciones”.
Esa es una verdad que sigue siendo válida en la
España actual. El caso es que pese a su evidente dureza muchos de los problemas
del “sistema administrativo” (en general) en España comienzan por sus peculiares mecanismos de selección de personal que en el caso concreto de la enseñanza
Secundaria consisten en un sistema de oposiciones subdividido a su vez en una
amalgama de taifas autonómicas en cada una de las cuales operan criterios de
puntuación y selección de profesores aparentemente similares pero sibilinamente
diferenciados y que se orientan, entre otras cosas, a favorecer a los
opositores “locales” frente a los de “fuera”.
Hay comunidades donde el examen es corregido directamente por escrito, otras donde se redacta pero luego el opositor es llamado a
“leerlo” delante del tribunal. Comunidades donde la parte práctica puntúa un
poco más o se dispone de media hora más para desarrollarla, otras donde puntúa
un poco menos... Y así otras docenas de pequeños detalles. A partir de ellos se
introduce un elemento azaroso y subjetivo que posee una importancia exponencial en el acceso a la función pública en general, muy especialmente en el acceso a una plaza de
profesorado, y aún más en disciplinas tan difíciles de evaluar como la enseñanza
de Arte, Historia, Geografía, Literatura o Filosofía, campos donde
los evaluadores pueden suspender a un opositor simplemente porque tienen una
opinión distinta sobre cuál es la respuesta correcta a una pregunta, o les
molesta ideológicamente la visión que el opositor tiene acerca de un determinado
tema.
Esto es difícil de comprender para las
personas que no hayan pasado por ello pero actualmente la obtención de una
plaza fija de profesor en Secundaria depende de un mecanismo cuya justica se
parece mucho a la de la lotería de Navidad en la medida en que lo que dictamina
el resultado del proceso va a ser en gran parte la suerte del opositor de turno
durante los sucesivos sorteos de “bolas”.
De tal forma para obtener una plaza de
profesor es necesario acertar en primer lugar con la decisión de presentarse en una Comunidad Autónoma en un año en que esta convoque abundantes plazas (porque no
existe nada parecido a una oposición única para todo el territorio del Estado),
luego en relación con el apellido se te asignará aleatoriamente un tribunal y
un orden dentro del mismo. Si por una mala casualidad el opositor debido a su apellido cae en un
“mal” tribunal, dirigido por varios miembros particularmente duros o desganados
(quizás porque han sido obligados a formar parte del mismo y no quieren estar
allí) obtener una plaza ya se hace muy complicado.
Luego importa muchísimo la suerte en el
sorteo de temas. Si no sale entre los tres o cinco sorteados uno de los que
dominas, o al menos un tema en el que es posible “lucirse”, tus posibilidades
son nulas. Esto es así sobre todo en Comunidades donde no se hace un único
sorteo para todos los tribunales sino que se hace un sorteo independiente para
cada tribunal, porque en este último caso el opositor de turno se enfrenta a unos temas
aburridos y/o complicados mientras en la sala de al lado o de encima hay otras
cien personas examinándose de temas distintos, más fáciles para ellos o más
atractivos para las personas que corrigen y que, por consiguiente y por pura
lógica, van a derivar en que esos opositores lleguen a la siguiente parte
de la oposición con mejor nota.
Si además el opositor de turno se encuentra en una
Comunidad donde el examen se “lee”, en función del día y la hora que por azar
le sea asignada sus posibilidades de nuevo crecen o disminuyen. A fin de
cuentas si en un determinado tribunal que ha de corregir a cien opositores (y
del que por pura lógica solo las ocho o diez mejores notas van a tener
posibilidades de trabajar) eres llamado a leer digamos el número 72 un jueves
por la mañana antes de “la hora de una pausa para el café”, o el número 95 un viernes por la
tarde a la hora de la siesta, tus posibilidades disminuyen de forma exponencial
independientemente de que tus conocimientos sean extensos y todas tus
respuestas correctas porque a esas alturas "todo el pescado está vendido" y además los miembros del tribunal están agotados y no prestan apenas atención a la hora de evaluar.
Y todavía no he hablado del sorteo de bolas
para decidir qué Unidad Didáctica de una programación se defenderá ante el
tribunal en la siguiente fase de la oposición. La cual cuenta de
nuevo con un potente elemento subjetivo pues, más allá de los supuestos criterios "objetivos" de calificación que se esgrimen, en buena medida la nota en esa parte deriva de caerle “bien” o mal a las cinco
personas que te van a puntuar.
Todo ello para desembocar luego en una
delirante fase de méritos donde se suman puntos por las más variadas cuestiones
y donde según la Comunidad y la convocatoria se pueden valorar muchísimas cosas
contando más, menos, o incluso nada, la experiencia docente en colegios
privados, como becario de Universidades, los premios recibidos, las
calificaciones universitarias, los doctorados, los másteres, cursos de diverso
tipo, el conocimiento de idiomas y muchos otros posibles criterios que como
digo van variando en el tiempo y el espacio según qué año y en qué Comunidad Autónoma te presentes.
El resultado de lo anterior es que salvo
casos afortunados lo más habitual es que el profesor de Secundaria tipo en
España sea el producto, en primer lugar, de largos años de estudio en la
Universidad, no solo para obtener una Licenciatura sino también luego el obligatorio
Máster de profesorado. El cual, por cierto, es público y notorio para todo el que haya
pasado por el mismo que no sirve para nada ni tiene la más mínima relación con
la realidad educativa de campo en España, ya que en muchos casos lo imparten
profesores universitarios que nunca han trabajado con niños, siguiendo a su vez
las teorías abstractas de pedagogos extranjeros que sí han trabajado con niños
pero hace décadas o en sistemas educativos distintos al español.
Luego quizás el futuro profesor de Secundaria
curse un doctorado y una beca postdoctoral pero tras varios años dudando
entre la pedagogía y la carrera investigadora resulte que al final por variadas razones (básicamente
porque no encuentre un sitio en la Universidad) decida entrar en el maravilloso
mundo de las oposiciones de profesorado. Tras lo cual descubre que le será
necesario estudiar casi de cero, durante uno o dos años más, el temario de su disciplina pues el mismo no
tiene relación alguna con lo que se estudia en la Universidad y sí con lo que
se enseña teóricamente en Secundaria
(en realidad con lo que se enseñaba,
por ejemplo actualmente las oposiciones para profesor de Historia, Arte o
Geografía se realizan en base a un temario concebido en 1993 y hoy totalmente
desfasado, promulgado cuando además existía para esos estudios una licenciatura
universitaria común que hoy ya no
existe).
Como además el mecanismo de las oposiciones presenta interesantes componentes aleatorios a los que antes hice mención, resulta que al
opositor de turno le va a resultar casi imprescindible presentarse varias veces
sucesivas a la oposición hasta que los astros se alineen y se tope con un
sorteo de temas y un tribunal propicios para obtener una buena nota. Esto,
insisto, es casi independiente del nivel de conocimientos que se poseen. Obviamente si eres tonto por simple casualidad no apruebas una oposición de profesorado. Pero
sabiendo mucho y siendo un genio necesitas además, obligatoriamente, un mínimo de suerte y
que una serie de factores coincidan en tu favor de cara a obtener una plaza (además de poseer puntos por experiencia docente, la cual solo se obtiene trabajando de interino... tras aprobar una o dos veces previamente las oposiciones).
Teniendo en cuenta que en el mejor de los
casos se convocará una oposición cada dos años (en el caso de disciplinas de
Humanidades es posible que pasen el doble de años o más) resulta que para poder
presentarse por segunda o tercera vez al proceso hagan ustedes la cuenta de los
años de espera necesarios.
Así hasta que al final de esa rueda el Estado
concede su anhelada plaza fija a una persona que por entonces ya ronda unos 35-45
años y que lleva en ese momento unos quince años de su vida estudiando muchas
horas al día la mayor parte de las veces dedicadas a memorizar cosas que
objetivamente no le van a servir nunca para nada (ni a él a título personal ni a sus futuros
alumnos) porque se trata de datos desfasados o sin plasmación práctica en la
materia que va a dedicarse a enseñar. Aunque, eso sí, al final de tanto
esfuerzo absurdo esa persona tiene una plaza de la cual nadie puede desalojarlo
aunque en adelante se dedique a rascarse la barriga.
Y
ahora hagamos un esfuerzo de introspección. Esa persona sagaz que
inevitablemente tras recorrer todo ese proceso delirante tiene que haber
perdido un poco de fe en el concepto del conocimiento como panacea y la
educación como algo divertido. Esa persona que además ha terminado como
opositor a profesor de Secundaria no siempre porque le encanten los adolescentes sino
porque en ocasiones simplemente no obtuvo plaza en una Universidad o una salida
salarialmente digna en la empresa privada. Bueno pues esa persona se supone que en adelante, tras la consecución de su plaza, ha de exhalar ilusión, alegría, amor por el estudio y por la enseñanza y
convertir cada una de sus clases en una experiencia única y divertida, por
supuesto preparándolas en su tiempo libre y por tanto quitando ese tiempo a su
vida personal y familiar (la cual a esas alturas ya se habrá deteriorado un
tanto debido a las exigencias de los últimos años de carrera, la tesis, el
máster o el estudio necesario en vistas a la oposición). Obviamente la realidad es que llegados a ese punto al profesor-tipo su cuerpo y su mente
le piden más bien descansar por fin y emplear el relativamente sustancioso salario que
va a obtener en planificar abundantes viajes con Ryanair para todos los puentes del año, despreocupándose entre ellos de cualquier otra cosa.
Pero
es que además se supone que esa persona, ese futuro profesor ha de poseer carisma
y una gran capacidad de hablar en público o de manejar emocionalmente a otras
personas. Precisamente cosas que nadie le ha enseñado ni evaluado nunca. Y por
último, para rizar el rizo, sería adecuado que cuando sus alumnos lo escuchen
cantarles las bondades del estudio deberían notar que habla en serio, que es un triunfador, una persona exitosa, satisfecha de sus decisiones, que realmente está a gusto con su vida y con el camino lleno de mierda que le ha
llevado hasta allí (en un país que valora bastante más a los futbolistas y los concursantes de Gran Hermano que a los profesores) y que además sinceramente cree que los contenidos que imparte a sus
alumnos, en el seno del sistema socioeconómico español actual, resultan no solo
útiles sino incluso imprescindibles para tener una vida adulta plena, feliz y
exitosa.
Buena suerte con eso porque a mi juicio,
salvo unas pocas excepciones, la persona que realmente se cree eso es tonta o
fan de Paulo Coelho.
Como los párrafos anteriores pueden parecer el simple desahogo de un amargado, vamos a darles algo de
consistencia.
Lo que intento exponer hablando de las lindezas
del proceso de selección de profesorado de Humanidades para la Secundaria es un
aspecto de un problema más general ligado al propio sistema de oposiciones de
acceso a la función pública en España en su conjunto. Dicho sistema no se preocupa particularmente por escoger personas que luego vayan a desempeñar bien su
función sino que se orienta a seleccionar gente con buenas capacidades memorísticas a través de preguntas sobre un temario que en general tiene poco que ver con la
realidad del futuro trabajo para el que se oposita. Por tanto de ahí se deriva que el sistema
para elegir al profesorado de enseñanza Secundaria en España se basa en
analizar en los candidatos destrezas y conocimientos que en muchos casos no
tienen relación con la función que luego van a desempeñar. Y por
ello nuestro sistema de oposiciones, al contrario de lo que mucha gente piensa, no es para nada un modelo universal, en realidad no tiene demasiado que ver con
los mecanismos seguidos en otros países del mundo de cara a la contratación de
personal para el aparato del Estado. De lo anterior se deduce que debates como el de la hipotética aplicación del “modelo educativo finlandés” en España resultan absurdos porque no
basta para ello cambiar los contenidos evaluables, las prácticas educativas, o la dotación de
recursos de los centros de estudio, sino (sobre todo) la forma en que se escoge al personal
encargado de llevar a cabo la educación de los estudiantes. Ya que ese procedimiento en España es simple y llanamente
delirante y no sirve para seleccionar de forma eficiente y rápida a buenos profesores jóvenes e
ilusionados.
Por el contrario en España el sistema de oposiciones
actual es un sistema que demanda varios años dedicados exclusivamente a preparar
la oposición una vez terminados los estudios digamos “oficiales”. E incluso
después el sistema de oposiciones en España de modo general casi exige presentarse
varias veces a la oposición hasta que se conocen los complicados entresijos de
la misma y se alinean unas serie de factores ya que, insisto, el sistema es muy
poco meritocrático al ponderar en exceso componentes subjetivos y aleatorios.
Pero esto no lo digo solo yo. En España la
persona que mejor ha estudiado la cuestión de la aleatoridad y subjetividad de
los tribunales de oposición es quizás Manuel Bagüés. Del cual podéis consultar en especial este demoledor artículo. Y también tenéis abundantes datos en su página web. Es cierto que él
ha estudiado de modo general los mecanismos del proceso opositor en España,
pero no se ha centrado específicamente en la contratación de profesorado. No
obstante lo que me interesa resaltar es que las peculiaridades y problemas generales del sistema afectan también los mecanismos concretos relativos a la
selección de profesorado en la medida en que, al margen de todo lo
comentado, por ejemplo las oposiciones de
ese tipo en España ni son anónimas, ni cuentan con órganos independientes de
supervisión del proceso de evaluación.
Se trata además de un sistema que ni siquiera
garantiza la igualdad de oportunidades ya que cada vez en mayor medida se exige
a los candidatos una importante solvencia económica para afrontar esos años de
estudio, así como el pago del inevitable Máster de Profesorado y luego de una serie de
“cursos” que otorgan bonus y puntos para la oposición (cursillos que no sirven
nunca para nada y que normalmente son impartidos por academias y sindicatos
como forma de extraer plusvalías de los opositores a través de ese pequeño
nicho de corrupción tangencial a las oposiciones en sí mismas).
Por si fuera poco es un sistema que, contra lo que se pueda pensar a primera vista, no busca ni tiende a promocionar a las mentes más independientes, brillantes, o críticas, sino que por su propia naturaleza (a fin de cuentas se busca gente con la capacidad de estudiar de forma repetitiva durante años los mismos textos, algunos de los cuales a veces contienen incoherencias o errores de base en torno a los cuales resulta mejor no estancarse, todo ello en aras de conseguir un futuro trabajo del que vivir para siempre) es un sistema que sirve para promocionar, no solo dentro del sistema educativo sino también en la carrera penal por ejemplo, a un cierto tipo de perfil psicológico no precisamente rupturista.
Por si fuera poco es un sistema que, contra lo que se pueda pensar a primera vista, no busca ni tiende a promocionar a las mentes más independientes, brillantes, o críticas, sino que por su propia naturaleza (a fin de cuentas se busca gente con la capacidad de estudiar de forma repetitiva durante años los mismos textos, algunos de los cuales a veces contienen incoherencias o errores de base en torno a los cuales resulta mejor no estancarse, todo ello en aras de conseguir un futuro trabajo del que vivir para siempre) es un sistema que sirve para promocionar, no solo dentro del sistema educativo sino también en la carrera penal por ejemplo, a un cierto tipo de perfil psicológico no precisamente rupturista.
Algunas propuestas en el sentido de limitar o mejorar
esto. Aquí.
Y todo esto que he comentado no es sino el obstáculo de
fondo para una realidad educativa a nivel de escuelas e institutos donde luego
los problemas estructurales son muchos más. Empezando por la influencia que una
institución medieval como la Iglesia aún mantiene en la educación (no solo por
la presencia de la asignatura de religión sino a través de muchos colegios
privados y concertados), hasta la que ostenta ANELE un poderoso lobby formado
por las principales editoriales del país (Santillana, vinculada al grupo PRISA,
o Anaya, entre otras), interesado en imponer el uso de sus
materiales por parte del sistema.
Tierra de mandarines
Pero si ese es el sombrío panorama de la educación
Secundaria, falta aún por describir el tétrico decorado que envuelve la
posterior enseñanza universitaria en España.
Un sistema que en primer lugar está totalmente podrido,
una vez más, debido antes que nada al pésimo sistema de contratación de profesorado. Podrido por
los amiguismos, los chanchullos y la contratación de parientes o discípulos y
el bloqueo sistemático de los “venidos de fuera” o de personas que piensan
distinto de la línea oficial mantenida en cada Área y de modo más general en
cada Departamento universitario. Según datos del año 2006, en el 95% de los casos el docente
que ganó una plaza para enseñar en una Universidad española ya trabajaba en el centro
donde logró un puesto fijo; y el 70% de ellos no tuvo ningún contrincante en la
convocatoria de selección “abierta” (es habitual que las concursos públicos para cubrir una plaza sean auténticas emboscadas pensadas para mantener las apariencias, mientras que la realidad es que prácticamente toda plaza de profesor que se oferta nace “reservada” para alguien, normalmente debido a su amistad, parentesco o
pacto de lealtad y fidelidad inquebrantable firmado con sangre ante el director
de tesis de turno). De hecho en el curso 2013/2014 el porcentaje del cuerpo docente de
la universidad pública que había estudiado en el mismo centro en el que luego
fue contratado seguía ascendiendo a un 73% cuando en las universidades punteras
de países avanzados ese porcentaje no suele superar el 10%.
En cuanto a profesorado venido directamente de otros países el porcentaje es ridículo, siempre por debajo del 2% cuando en las universidades punteras de Inglaterra o EE.UU. ese porcentaje siempre supera el 20 o el 25% y en un país de nuestro entorno con menos medios, como Portugal, esa cifra aún siendo baja, al menos está entre el 3 y el 4%.
En cuanto a profesorado venido directamente de otros países el porcentaje es ridículo, siempre por debajo del 2% cuando en las universidades punteras de Inglaterra o EE.UU. ese porcentaje siempre supera el 20 o el 25% y en un país de nuestro entorno con menos medios, como Portugal, esa cifra aún siendo baja, al menos está entre el 3 y el 4%.
Por esa y otras muchas razones la Universidad española es una de las más endogámicas
y, por tanto, de las más corruptas y poco meritocráticas de toda la UE. Y no
solo por el método directo de contratación de sus profesores sino porque todo el “sistema” hasta
llegar a ese momento está pensado para que sea así.
Por ejemplo para poder acceder a las plazas universitarias primero has
de pasar por una etapa de investigador. Y hasta para eso el propio sistema no
es realmente meritocrático aunque por supuesto lo disimula muy bien al tener las partidas de becas como eje. Pero en los criterios de
selección para las mismas no es el expediente académico del solicitante o el
interés de su proyecto de investigación lo decisivo sino que son el currículum
de su director de tesis (el cual tiene la potestad para escoger a dedo a qué
persona patrocina y a cual no) o el “historial científico de los últimos cinco
años del grupo investigador receptor” los criterios realmente decisivos. Eso al margen de diversos apartados
bastante oscuros y de calificación libre dentro del proceso. Sobre estos aspectos
consultar por ejemplo “Becas FPU y carrera docente universitaria: vestigios de
un sistema feudal” de Vicente Soto Lozano, en Cuadernos Críticos del Derecho,
año 2007.
Otro dato a considerar es el
tradicional “mamoneo” en las calificaciones de los trabajos de investigación. Por ejemplo de
las 379 tesis leídas en 2009 en la Universidad de Granada, 366 fueron
calificadas sobresaliente cum
laude. Sin duda una tierra de genios de
no ser porque, como digo, lo anterior es práctica frecuente en todo tipo de universidades en España donde no solo la mayoría de las contrataciones están pactadas de antemano sino también las notas de los trabajos de investigación de las personas que luego con el tiempo gracias a ellos acabarán siendo contratadas. De hecho, toda una serie de tradiciones y "derechos de pernada" que rodean el proceso aseguran que, sobre todo en los departamentos de humanidades, las personas que sobreviven a la criba, lejos de tratarse de mentes abiertas y de pensamiento singular e independiente, sean individuos que han tenido que coexistir durante años con una amplia red de relaciones de vasallaje, con lo que eso implica a la hora de iniciar un cierto proceso de aceptación de tal realidad en la mente del futuro doctor.
A esto hay que unir el envejecimiento del profesorado.
En las universidades españolas dos tercios de los funcionarios docentes tiene más de cincuenta años, con una edad media de los catedráticos
de cincuenta y ocho. Como consecuencia la realidad es que la investigación
y la docencia de élite en España están en manos de gente bastante vieja, carca
y en general en declive.
Por eso no extraña a nadie que históricamente muy pocas universidades españolas hayan logrado aparecer alguna vez entre las mejor valoradas según las clasificaciones internacionales más reconocidas dentro del mundo especializado. Tal es así que resultan muy escasas las que han conseguido figurar alguna vez entre las 200 mejor valoradas por el ranking que periódicamente elabora la Universidad Jiao Tong de Shanghái o
entre las 400 reconocidas por la publicación británica Times Higher Education. De hecho hace un
par de años en el primer ranking mundial
de universidades elaborado por la propia Unión Europea no
aparecía ningún campus español entre los cien con mayor impacto investigador en el mundo. Hasta tal punto que la OCDE manifestó hace un par de años su preocupación por el bajo nivel de formación proporcionado por las universidades hispanas.
En concreto España es el segundo país de Europa con menos universidades de prestigio en relación a su PIB. Todo un logro para un
país con más de 80 universidades en funcionamiento (cincuenta y dos de ellas sostenidas con dinero público).
Y claro, todo esto tiene sus consecuencias tangibles. España
no ha tenido un premio Nobel científico desde hace más de un siglo si
exceptuamos el caso de Severo Ochoa que trabajó en los EE.UU. Por comparación
el Trinity College de Cambridge (que
ni siquiera es una Universidad sino solo parte de una) ha producido por sí mismo treinta
y dos en este tiempo. Otro dato: en 2010 el sistema universitario público español en su
conjunto produjo 401 patentes, cuando hay profesores de instituciones como el MIT estadounidense que poseen en solitario más del
doble registradas a su nombre.
Y aun así España es
el sexto país más caro de la UE para estudiar un máster sólo por detrás
del Reino Unido, Eslovenia, Irlanda, Hungría y Letonia.
Además en nuestro país la
enseñanza universitaria no solo manifiesta problemas propios y peculiares sino
que también refleja a gran escala problemas presentes en otros países. Por
ejemplo los dejes machistas (pese a que las mujeres ya son más de la mitad del porcentaje de graduados universitarios en el sistema universitario español solo hay un 20% de catedráticas y una única rectora) o las desastrosas consecuencias de la mentalidad basada en el “publica o
muere”, aquí exacerbadas por nuestro peculiar modelo de organización feudal.
El “publica o muere” consiste en
que desde hace tiempo a los profesores universitarios de todo el mundo se les
evalúa y valora fundamentalmente en función de la cantidad de trabajos que logran publicar en las llamadas revistas
de “alto impacto”. La consecuencia es que para el profesorado universitario pasa a ser
una prioridad absoluta elaborar y publicar este tipo de artículos y todo lo
demás se subordina a esa tarea. Se da a así la paradoja de que aquello por lo que
teóricamente cobran, es decir impartir docencia y en definitiva formar a futuros
profesionales de su campo de conocimiento, deja de tener valor e interés alguno.
De hecho la tarea de enseñar pasa a ser para los profesionales universitarios una molestia que resta horas de cara a hacer lo
que realmente les puede proporcionar prestigio: escribir artículos que casi nadie va a leer nunca.
Es así como, en mi campo
particularmente, el intelectual crítico de antaño ha sido sustituido por el
investigador hiperespecializado en alguna abstrusa cuestión que no sirve
realmente para nada al resto de la sociedad y que dedica todo su tiempo y
esfuerzo a publicar y publicar más y más páginas sobre dicha temática en
revistas especializadas ignoradas fuera del propio colectivo
académico. Los alumnos quedan excluidos de la ecuación y por ello se da la paradoja
de que el profesor universitario que realmente dedique su tiempo a
preparar sus clases y a preocuparse por sus alumnos se verá pronto excluido de las mejores promociones, ya que inevitablemente “publica poco”, o incluso acabará arrinconada por sus propios
compañeros al generar en los alumnos unas lógicas expectativas que el resto
de profesores no pueden, o más bien no quieren, cumplir.
Esta enfermedad hace
estragos especialmente dentro de la enseñanza de las Humanidades porque al
menos en cuestiones de ciencia la hiperespecialización es buena y
necesaria de cara a generar descubrimientos y patentes útiles, pero en el campo
de las Humanidades el verdadero patrimonio ha sido siempre la formación de
mentes con capacidad de relacionar información diversa a gran escala, de pensar en conjunto, de realizar
diagnósticos globales, críticos, sobre la sociedad en que vivimos, y luego transmitir
esa manera de pensar a cuanta más gente mejor. Debido a ello en el campo de las Humanidades y las Ciencias Sociales el burócrata
ilustrado que se centra en imprimir páginas y páginas sobre cuestiones menores
de cara a círculos muy reducidos de personas no tiene la menor utilidad social. Es un simple erudito, es decir un intelectual "capado". Podría decirse que en esos casos la sociedad en su conjunto lo que hace es nutrir un parásito
cuando subvenciona el sueldo de este tipo de profesores en Universidades
públicas, pues el esfuerzo de esos profesionales no solo no aporta nada realmente positivo al resto de la
población sino que incluso genera resultados negativos al dar como resultado la formación, año tras
año, de nuevas promociones de parados sin perspectivas de futuro.
Además esa tendencia, como
digo ahora mismo internacional, se ve agravada en España por nuestras
peculiaridades propias, como es por ejemplo, y aquí regreso al comienzo de esta
larga entrada, el estimular el plagio y las trampas de cara a minimizar el
esfuerzo a la hora de producir los anhelados artículos con que sazonar el currículum de turno. Es ahí donde la red feudal que abarca prácticamente todo el sistema universitario
patrio rinde sus beneficios en forma de hordas de becarios vasallos trabajando
como negros literarios de sus señores con plaza fija con la vana
esperanza de así acumular méritos para llegar a ser ellos a su vez
promocionados un día a la categoría de señor feudal si se muestran suficientemente
dóciles.
Todo esto posee sus causas digamos socioculturales y luego
una dimensión legal en la medida en que nuestro sistema hace que en la cúspide de esos pequeños señoríos feudales los rectores no respondan ante los ciudadanos que son los que realmente sufragan mediante sus impuestos
la mayor parte del presupuesto de las universidades (públicas), es decir son quienes pagan los sueldos de los profesores y en ocasiones
sus delirios investigadores. Y tampoco depende realmente ningún rector de quienes,
con el pago de tasas de matrícula, cubren el resto de dicho presupuesto, es
decir de los estudiantes.
En realidad cada rector depende en esencia del resto del personal docente de
cada universidad con el que suele establecer un gran pacto clientelar basado
en satisfacer las necesidades personales de esos profesionales a cambio de sus votos. Algo que puede acabar desembocando en líneas de actuación totalmente al margen de los intereses de los propios estudiantes, de la sociedad, o de la promoción
del conocimiento en sí misma.
Hablamos por tanto de un sistema feudal en el que los intereses
de los campesinos no cuentan, solo los del señor y sus vasallos. Y no
existen mecanismos de control o represalia por parte de ningún poder externo
a la cúspide de esas burbujas autónomas dentro del sistema educativo estatal. Las universidades
públicas se convierten así en una aspiradora de dinero y subvenciones en favor de una casta académica (unida por vínculos familiares o de lealtad) que no tiene obligación alguna de devolver al resto de la sociedad esa inversión
colectiva bajo forma alguna. En realidad todo ese flujo de capital se
deriva hacia la única tarea que interesa a los profesionales universitarios: estudiar las cosas que a ellos les gustan (aunque no sirvan para nada) y de paso agrandar su currículum de la forma que sea. El medio convertido en un fin en sí
mismo y los intelectuales convertidos en hormigas dedicadas a construir superestructuras
de papel cuya utilidad nadie conoce, pero que tampoco nadie se para a
preguntar.
El resultado final de todos estos males, empezando por
la endogamia y el nepotismo, hasta llegar a la desconexión absoluta de muchas
Facultades (particularmente dedicadas a la enseñanza de
Humanidades) respecto a los intereses del resto de la sociedad, y más en concreto las tendencias y necesidades del tejido
empresarial, es desgraciadamente la
corrupción.
Y de ahí todo lo demás. En el momento en que parte de los mejores y más
cultos pensadores disponibles para una sociedad, en este caso la española,
pasan años revolcándose en el amiguismo, las conspiraciones, los pequeños
chanchullos (tú me invitas a tu congreso y así cobro dietas a cargo de mi
Universidad y luego yo te invito al mío y cobras las dietas tú, etc.) y la
servidumbre (tú vienes a la lectura de tesis de mi becario y le pones la máxima
nota y luego cuando llegue el momento yo voy como tribunal a la del tuyo y hago
lo mismo) el resultado no puede ser otro que la putrefacción de los valores, de
la ética colectiva y, en última instancia, el olvido de todo proyecto de mejorar la
sociedad para pasar a concentrarse en objetivos menores y más tangibles como llenarse los bolsillos o simplemente ir tirando y no complicarse la vida.
Es en parte debido a ello como se explica, por ejemplo, la proliferación
en los últimos años de másteres, cursos de postgrado o de verano dedicados a materias como
la Homeopatía impartidos en universidades supuestamente serias (desde la U.
Francisco de Vitoria, a la de Zaragoza, pasando por la Universidad Internacional de La Rioja, la Universidad Jaume I, la Complutense o incluso la UNED). Y también se explica así que la “libertad de cátedra” se
use en muchas universidades españolas para el lavado de cerebro de los alumnos
y la pura propaganda ideológica. Observad este impagable vídeo de una clase,
precisamente en la Universidad Rey Juan Carlos regida por el eximio Fernando Suárez, donde un profesor explica a sus
alumnos cómo la próspera “economía liberal de mercado” del Imperio romano se derrumbó como consecuencia “del
socialismo”, evitando con ello que “el hombre llegase a la Luna en el año 800”.
Resulta que estáis pagando estas cosas con vuestros impuestos y con el dinero
que dais a vuestros hijos para que estudien.
En la media en que el sistema feudal universitario conlleva que son los
profesores de cada Área académica los que tienen la voz cantante a la hora de
elegir al nuevo personal, la endogamia familiar y también intelectual se impone
y en cada Universidad e instituto de investigación se forman así verdaderas sectas del pensamiento dedicadas
a perpetuar su propaganda entre el alumnado y a expulsar sistemáticamente de
sus dominios señoriales a todo investigador que no comulgue con sus ideas. No resulta extraño por tanto que buena parte del Consejo Superior de Investigaciones Científicas en España sea conocido por estar controlado por personas próximas al Opus Dei desde su mismo origen (de hecho en la foto de más abajo podéis ver a Escrivá de Balaguer con varios de los fundadores del CSIC, fieles adeptos suyos) igual que la Universidad de Navarra, por cierto, en especial su escuela de negocios (IESE). De hecho en el frontal de la sede del CSIC en la calle Serrano de Madrid lució durante décadas en plena democracia una inscripción en latín de alabanza a "Franciscus" Franco hasta que fue retirada hace unos años en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica.
Mientras tanto ESADE y Deusto mantienen vínculos con la Compañía de Jesús. Informaos también un poco de la "peculiar" trastienda de la celebérrima UCAM murciana, famosa de un tiempo a esta parte por su refulgente programa deportivo. Y, por ejemplo, en Madrid es bien sabido que la Universidad Carlos III está más o menos controlada desde su nacimiento por miembros del PSOE, la Rey Juan Carlos "es" del PP, la Complutense es feudo de gente afín a Izquierda Unida y Podemos, mientras que la Francisco de Vitoria lo es de los Legionarios de Cristo.
En definitiva la Universidad, supuestamente el lugar de trabajo de los mejores intelectuales de un país, hace tiempo que se ha convertido (de hecho en España siempre lo fue) en un reducto corrupto y afín al sectarismo. Y no me refiero solo a pensadores "de derechas", aunque por pura lógica resultan mayoritarios en esa institución, sino también a sus equivalentes en "el otro lado" donde abundan departamentos afines a la FIM y otros grupúsculos. Porque a fin de cuentas se trata de formar parte de un equipo, de una manada, sea la que sea. Los verdaderos independientes, las personas críticas más allá de un extremo, las que por tanto no forman parte de un grupo organizado, son sistemáticamente expulsadas por los anticuerpos del sistema, el cual no tolera las auténticas mentes libres.
De tal forma la Universidad no deja de ser el nido de una casta dedicada a succionar recursos al resto de la sociedad, como ya lo son en España la Iglesia, el Ejército, los sindicatos o los grandes partidos políticos y muchas otras instituciones y organizaciones españolas que supuestamente deberían velar por el bien y el progreso colectivo pero que se están pudriendo desde dentro al desviarse de su fin original para limitarse a velar por sus propios intereses.
Mientras tanto ESADE y Deusto mantienen vínculos con la Compañía de Jesús. Informaos también un poco de la "peculiar" trastienda de la celebérrima UCAM murciana, famosa de un tiempo a esta parte por su refulgente programa deportivo. Y, por ejemplo, en Madrid es bien sabido que la Universidad Carlos III está más o menos controlada desde su nacimiento por miembros del PSOE, la Rey Juan Carlos "es" del PP, la Complutense es feudo de gente afín a Izquierda Unida y Podemos, mientras que la Francisco de Vitoria lo es de los Legionarios de Cristo.
En definitiva la Universidad, supuestamente el lugar de trabajo de los mejores intelectuales de un país, hace tiempo que se ha convertido (de hecho en España siempre lo fue) en un reducto corrupto y afín al sectarismo. Y no me refiero solo a pensadores "de derechas", aunque por pura lógica resultan mayoritarios en esa institución, sino también a sus equivalentes en "el otro lado" donde abundan departamentos afines a la FIM y otros grupúsculos. Porque a fin de cuentas se trata de formar parte de un equipo, de una manada, sea la que sea. Los verdaderos independientes, las personas críticas más allá de un extremo, las que por tanto no forman parte de un grupo organizado, son sistemáticamente expulsadas por los anticuerpos del sistema, el cual no tolera las auténticas mentes libres.
De tal forma la Universidad no deja de ser el nido de una casta dedicada a succionar recursos al resto de la sociedad, como ya lo son en España la Iglesia, el Ejército, los sindicatos o los grandes partidos políticos y muchas otras instituciones y organizaciones españolas que supuestamente deberían velar por el bien y el progreso colectivo pero que se están pudriendo desde dentro al desviarse de su fin original para limitarse a velar por sus propios intereses.
A mi juicio ese es el problema central del asunto y por ello todo
debate que se pueda organizar en torno a la próxima ley educativa de
Secundaria o la dotación presupuestaria para tal o cual colegio o instituto de investigación no sirve para
nada en tanto que existe un problema de corrupción central en todo el sistema. Un problema tan grande que impide que cualquier transformación epidérmica y coyuntural que se decida llevar a cabo sobre una parte del todo funcione ya que la realidad profunda es que las
personas encargadas de administrar con éxito esa medicina están en su mayoría
profundamente desmotivadas, humilladas, cansadas, jodidas o directamente no tienen interés en cambiar las cosas porque no les conviene.
Y así, hasta que no se haga limpieza ahí dentro, pues no se puede hacer
nada. Y da la casualidad de que hoy en día en España ni existen iniciativas en ese sentido por parte de la propia comunidad de profesores y académicos, ni los grandes partidos políticos de antaño proponen nada
verdaderamente radical al respecto (faltaría más, muchos de ellos se han "sacado" tesis o másters dudosos en ellas y no les conviene menear el árbol), ni tampoco lo hacen los nuevos partidos “del
cambio”, las élites de uno de los cuales han salido en su mayoría precisamente
de una de las múltiples pocilgas de sectarismo universitario existentes en
España.
Feliz Navidad y próspero año nuevo. Recordad que, después de todo, hay método en mi locura.
Feliz Navidad y próspero año nuevo. Recordad que, después de todo, hay método en mi locura.
Gracias por compartir tus pensamientos con nosotros un día más.
ResponderEliminarHas dejado el artículo muy cerrado, con muy poco que añadir.
ResponderEliminarSólo se me ocurren tres puntos:
1.- Me rebelo ante la nueva moda del profesor-investigador. Ser docente es una cosa, e investigador otra. Y no sólo puede darse el caso, sino que es frecuente que quien es un prodigio en una es un fiasco en la otra.
Por poner un ejemplo, para dar la asignatura de cálculo infinitesimal en primero de carrera de ingeniería, no hay que descubrir nada nuevo. Es una asignatura que se lleva dando desde hace décadas, prácticamente inalterada. La investigación, la punta de lanza de las matemáticas queda a muchos años luz de esa clase en que se les enseña a chavales de 18 años un primer contacto con las ecuaciones diferenciales.
La investigación es una profesión, la docencia otra, y para ambas se requiere unas aptitudes y motivación muy especiales, que no se verifican en la otra.
2.- Me parece estupendo que existan centros educativos privados (no tanto ese contubernio de la concertada, que implica poner el cazo a los padres y al Estado). Eso sí, el Estado debe ser la única autoridad certificadora, que no puede delegar en un ente privado. ¿Cómo se traduce ésto? En que se deben unificar los exámenes para alumnos de un mismo curso/asignatura. Propongo a nivel autonómico, en secundaria, y a nivel estatal, en la enseñanza universitaria. Por ejemplo, todo alumno que curse Resis (Elasticidad y Resistencia de materiales, otra de las asignaturas clásicas de ingeniería) deberá pasar un examen común, que será confeccionado a partir de la elección aleatoria de problemas propuestos por cada departamento que la imparta, y corregido también aleatoriamente (e incluso podemos ir más allá anonimizando el examen).
El protocolo técnico hace años que lo usa la UNED en sus centros asociados, desde luego no supone ningún alarde tecnológico en el s.XXI.
Con una nota se evalúa a un alumno, con el conjunto de las notas de una clase, debidamente corregidas por la estadística, se evalúa a un profesor. Al que aporte, que se le gratifique con largueza; al inepto o al truhán, a la buscarse la vida de otra cosa (empleos blindados implica impunidad, y la impunidad conlleva necesariamente al abuso).
ResponderEliminar3.- Una valoración personal: aún compartiendo tus críticas al proceso de selección de profesorado de secundaria (yo también una vez me planteé opositar, afortunadamente la vida me llevó por otros derroteros), he de decir que en mi itinerario académico he encontrado más nivel en el profesorado de secundaria (mediocre y pueril) que en el universitario (salvo alguna excepción, paupérrimo, incluyendo algún analfabeto funcional).
Y tengo la experiencia en ello tanto en una carrera técnica (Politécnica de Madriz) como en una "de letras" (Gª e Hª, por la UNED). Por cierto, en ésta última tengo anécdotas de museo de los horrores. Como un libro (Unidad Didáctica) de Prehistoria, no ya con continuas faltas de ortografía, una colección de datos sin hilar en la cual el protagonista de la historia, el hombre, desaparecía, es que había párrafos enteros que directamente carecían de sentido (sujetos sin predicado...). Pero ¡ay como no te prepares el examen por el manual del profesor! Un profesor recomendando su propio libro debería ser echado sólo por eso a patadas, por ser una falta de decoro y modestia. Pero es que en la enseñanza universitaria debería ser vergonzoso estudiar UN libro. Un estudiante debe saber manejar una bibliografía, no comerse de memoria la cataplasma de un profesor mediocre que quiere redondear el salario público empujando las ventas de su manual. Por ejemplo, y volviendo al Cálculo Inifinitesimal: es muy triste que teniendo libros clásicos de reconocimiento universal como el Spivak, tener que estudiar por los apuntes dejados por el Catedrático en copisteria, con maquetación tercermundista y plagados de erratas.
La enseñanza, especialmente la universitaria, está envilecida por el autoritarismo. Todo poder sin equilibrar, toda capacidad de hacer daño sin sufrir represalias, conduce invariablemente al abuso. Por ello la conducta de muchos docentes no es, a menudo, menos arbitraria y vil que la de un uniformado con pistola.
Brutal. Yo en mi caso he aborrecido en clases de biología la memorización de un montón de cosas. Precisamente Feyman, Nobel de física, criticaba eso en su libro "¿Está usted de broma, Sr. Feynman?" y que lo único bueno que aprendió en clases de biología fue a agarrar el tapón de los tubos con el meñique, tal y como se hace en microbiología, y que el aplicó con la pasta dentrifica. En mi caso empecé a entender todas las cosas que tuve que meter en mi cerebro en un posgrado en México (país que tampoco es ejemplo en general, pero con honrosas excepciones como mi centro de estudios). Empecé a ser científico y no un simple almacén de datos sin saber cómo utilizarlos.
ResponderEliminarCoincido con Mendiño en el primer punto, por eso no me desagrada el 3+2 de Bolonia (un problema menor dentro de ese plan, en el que la gente se fijó o desvío la atención demasiado). Tres años en el que la docencia sea protagonista, y después dos en el que la investigación sea prioritaria, tanto para alumnos como profesores.
La pregunta que me queda en la cabeza, ¿ cómo podría un gobierno deshacer semejante entuerto social?
Como licenciado de letras (Historia por la Universidad de Zaragoza) no puedo estar más de acuerdo con este post.
ResponderEliminarYo no he llegado a opositar a secundaria (la vida te lleva a veces por extraños caminos) pero sí muchos compañeros de clase que ya están (o no) dando clase por toda la geografía de España como interinos. Es demencial que tras estudiar una carrera de 4 años (en mi caso) se me exija para poder sacar la plaza y dar clase tener conocimientos a nivel de carrera de otras dos (Arte y Geografía) porque hace decenios había una carrera que compartía las tres y no ha cambiado desde entonces. De hecho, ese fue uno de los motivos por los que no quise opositar a Secundaria, aparte de que la subjetividad de todo el proceso de selección me echaba completamente para atrás. Acertar en el caso práctico es más suerte y casualidad que conocimientos y en el caso teórico, más de lo mismo, que te toque un tema para poder lucirte y que luego leas al tribunal el día que les ha tocado la lotería y justo después de que (con perdón) hayan echado un polvo para que estén contentos y no te descarten sin motivo.
En cuanto a mi paso por la facultad, aquello parecía la política de una ciudad estado italiana del XVI: camarillas enfrentadas entre sí que competían a muerte por conseguir migajas de poder, luchando por enchufar a sus afines puesto a puesto, becario a becario cuotas de poder dentro de cada departamento y lo mismo con los enfrentamientos de cada departarmento con los demás. El veneno dentro del anillo y la puñalada por la espalda estaban al orden del día.
Y favoritismos extraños como el de la anécdota que quiero contar:
tres compañeros de clase sacaron una nota de 9 en el examen. Uno de ellos era un estudiante que sacaba siempre sobresalientes y matriculas de honor. Los otros dos eran estudiantes de notable y algun sobresaliente ocasional. El profesor decidió que sólo podía poner dos matrículas de honor y le dio la primera al de sobresaliente/matrícula y convocó a los otros dos para decirles que hicieran un trabajo y que le daría la matricula al mejor de los dos. Ante la injusticia de que con misma nota les tratase distinto los dos de notable/sobresaliente le dijeron al profesor que no pensaban hacer trabajo alguno y que les pusiese lo que les diese la gana. Al final solo hubo una matrícula ese año.
Por último, una cosa secundaria que no has llegado a mencionar: como Bolonia impide que aquellos que trabajan puedan estudiar una carrera en algo que no sea la UNED. Muchos años después de acabar Historia me matriculé en otra carrera (Relaciones Laborales) el año antes de que implantasen Bolonia. Si ya era muy dificil combinar estudios y trabajo antes, después fue imposible. Practicas y clases por la mañana y por la tarde y multitud de trabajos en grupo para los que era absolutamente imposible sacar tiempo. Conclusión: terminé dejándolo por imposible.
Sobre el negocio de la preparación de opositores (aunque se podría escribir mucho más solo al respecto de los puntos oscuros de ese tema en concreto). El artículo trata sobre oposiciones al alto funcionariado del Estado, por ejemplo funcionarios de Justicia, pero en Educación funciona básicamente igual.
ResponderEliminarhttp://politica.elpais.com/politica/2016/12/13/actualidad/1481641635_298347.html
Gracias por el post. Diría que no tiene mucha solución a corto plazo y que desgraciadamente otros ámbitos fuera de la universidad y de la educación son incluso peores.
ResponderEliminarMuchas gracias por el post. Comparto la visión critica y soy francamente pesimista en el largo plazo. Creo que el español medio no ve estos problemas como una prioridad, seguramente como consecuencia de la falta de ambición cívica y de la pura ignorancia sobre lo que es posible y de hecho existe más allá de nuestras fronteras.
ResponderEliminarA mí el sistema universitario me olía muy mal cuando estudié, peor cuanto más arriba. Y desde luego, entre el chorrón de universidades que han abierto, la reforma de Bolonia y demás, la cosa no ha ido a mejor. Con qué cariño recuerdo cuando hace unos quince años supe de un matrimonio que había montado una empresa de masters. Cobraban una pastaza a los alumnos por algo que se podía conseguir semigratuitamente en la universidad, y pagaba un buen pico a los profesores comparado con su sueldo. Me pareció una locura, una externalización absurda. Ya digo, con qué cariño recuerdo ese inocente pensamiento...
ResponderEliminarwaw, tio, un article fantàstic i demolidor: enhorabona!
ResponderEliminarPerò sincerament, millor escriu sobre fotògrafs japonesos del segle XIX, que són l'alegria de la huerta comparats amb aquestes misèries... i així no m'entra la depresió abans d'anar a dormir...
Los fotógrafos japoneses del siglo XIX o, mejor dicho, la difusión de la fotografía en Japón, fue la sentencia de muerte del arte del nishiki-e. Toyoara (Yoshu) Chikanobu, uno de cuyos trípticos encabeza esta página, fue uno de los epígonos de este arte típicamente japonés que prácticamente murió gloriosamente con el gran Tsukioka (Taiso) Yoshitoshi. Era inevitable, pero fue una lástima.
EliminarVaya.
ResponderEliminarLa Universidad de Sevilla amparó en 2011 al catedrático Santiago Romero, condenado esta semana a siete años de cárcel por tres abusos sexuales continuados y lesiones. A pesar del dictamen jurídico de sus propios abogados, la Universidad andaluza ignoró las alertas delictivas sobre el exdecano de la Facultad de Educación incluidas en el expediente disciplinario y no le apartó, sino que le permitió dar clases durante un lustro hasta la sentencia del pasado lunes.
http://politica.elpais.com/politica/2017/01/13/actualidad/1484321498_070221.html
Qué fauna.
Los plagios levantan mucho revuelo y tal, pero desgraciadamente a ver si nos vamos dando cuenta de que dentro de la Universidad en España se cuecen cosas bastante más graves, desgraciadamente, ya que ese tipo de organizaciones piramidales y cerradas, como también lo son el Ejército o la Iglesia por ejemplo, resulta que generan un clima de impunidad que ampara estas cosas. Y pasa lo que pasa.
Más sobre este tipo de escándalos muy poco conocidos fuera del mundillo académico y afortunadamente cada vez más denunciados (aunque se vienen produciendo de siempre).
Eliminarhttp://politica.elpais.com/politica/2017/01/20/actualidad/1484902980_751153.html
No deja de ser curioso. De todo lo dicho no hay ninguna revelacion realmente sorprendente, chocante, unica. No, es algo que ves, de lo que oyes hablar, solamente con pasar por la Universidad, lo sorprendente, chocante y unico es mostrar con tanto acierto el cuadro completo, normalmente se ven retazos, piensas que solamente ocurre en tu Universidad, o que en otros paises sera parecido, aunque cuando viajas un poco ya ves que no, pero aun asi el cuadro esta incompleto. Exposiciones como esta son muy muy necesarias, demostrar al pais como es realmente y lo extremadamente dificil que es acabar con ello, principalmente porque nadie en el poder quiere hacerlo. Gracias por estos articulos.
ResponderEliminarVaya,vaya...
ResponderEliminarhttp://politica.elpais.com/politica/2017/02/09/actualidad/1486639585_879039.html
Esta semana se ha producido una avalancha de artículos publicados en la línea de una de las cuestiones que comenté aquí en su día: el problema de las oposiciones en España. Un auténtico lodazal inservible que, contra todo pronóstico, goza de bastante prestigio social.
ResponderEliminarA destacar este artículo
http://politica.elpais.com/politica/2017/04/07/actualidad/1491596451_160160.html en El País
y esta entrada en un prestigioso blog
http://nadaesgratis.es/fernandez-villaverde/sobre-las-oposiciones-a-altos-cuerpos
Me parece muy interesante por un detalle. Por ejemplo no es que los autores de nadaesgratis sean rojos peligrosos. Sin embargo es curioso como personas de muy diversa formación (economistas, profesores...) y de diversas tendencias ideológicas desde la izquierda al liberalismo, están, estamos, empezando a converger en torno a una idea de por sí evidente más allá de las ideologías. Lástima que por ahora la mayor parte de la población y la clase política prefiere no ver lo que es OBVIO.
Dos catedráticos de la UIB implicados en una estafa a enfermos de cáncer:
ResponderEliminarhttp://www.abc.es/sociedad/abci-catedraticos-implicados-estafa-falso-farmaco-contra-cancer-no-podran-seguir-dando-clases-201704121457_noticia.html
No tiene desperdicio esta noticia:
ResponderEliminarhttp://elpais.com/elpais/2017/04/27/ciencia/1493250435_399963.html
Da para hacerse una idea del ambiente en algunos de los centros de pensamiento "científico" que hay en España. y claro, cuando te das cuenta de lo que hay pues todo lo demás ya se explica solo.
Artículo de El Diario comentando los distintos sistemas de acceso a la función pública que coexisten dentro de la UE:
ResponderEliminarhttp://www.eldiario.es/economia/funcionarios_0_637637025.html
No tiene desperdicio este artículo.
ResponderEliminarhttp://www.eldiario.es/sociedad/Rey-Juan-Carlos-insultos-catedratico_0_659684261.html
Para que veamos que aquí podemos patalear un día un poco, pero el tema de fondo está presente cada día de cada mes de cada año en muchas universidades españolas.
España, único país desarrollado sin universidades entre las 200 mejores:
ResponderEliminarhttps://politica.elpais.com/politica/2017/08/15/actualidad/1502788481_708679.html
Sin embargo, en otros ranking de prestigio, como el QS, sí hay universidades españolas entre las 200 mejores. A qué ranking hacemos caso?
ResponderEliminarhttp://www.abc.es/sociedad/abci-tres-universidades-espanolas-consiguen-estar-entre-200-mejores-mundo-segun-ranking-201706080310_noticia.html
Pienso que el criterio de Shanghái (ARWU) y de Times Higher Education (THE) son más prestigiosos que el de QS. Por supuesto al final, igual que el PIB u otros criterios un tanto abstractos, se pueden poner muchas pegas a este tipo de clasificaciones que nunca son tan objetivas como aparentan. (Aquí un artículo criticando esto http://elprofedefisica.naukas.com/2014/08/15/las-universidades-espanolas-y-el-criterio-de-shanghai/ )
EliminarPero en general el problema es que con 2, 3, 1 o ninguna España va a seguir siendo uno de los países de Europa con menos Universidades de prestigio en relación a las que debería tener en función de su PIB y no digamos en relación al número de Universidades que inundan el territorio. Y lo reconoce el propio ABC diario al que por otra parte no le gustan este tipo de noticias negativas.
http://www.abc.es/sociedad/abci-educacion-espana-segundo-pais-europa-menos-universidades-prestigio-relacion-201603092135_noticia.html
La UNED celebró esta semana unas Jornadas sobre Educación Holística, con un precio de matrícula de 90 euros, con el objetivo de "ofrecer una visión holística de las necesidades educativas de los niños de hoy".
ResponderEliminarhttps://www.elconfidencial.com/tecnologia/ciencia/2017-10-07/magufadas-uned-geometria-sagrada-auras_1455315/
De como está el tema de la precariedad en el mundo científico español, con muchos profesionales altamente formados encadenando contratos temporales de mierda año tras año hasta los cuarenta y pico y más allá:
ResponderEliminarhttps://elpais.com/elpais/2018/01/16/ciencia/1516127510_569746.html
Más leña al fuego en este caso sobre el Colegio Oficial de Psicólogos en España:
ResponderEliminarhttps://lavenganzadehipatia.wordpress.com/2017/11/21/pseudopsicologia-oficial-facultades-cop-pir-y-otras-desgracias/
El Colegio de Enfermería de Baleares y la homeopatía:
ResponderEliminarhttps://www.redaccionmedica.com/autonomias/baleares/polemica-en-el-colegio-de-enfermeria-balear-por-su-defensa-de-la-homeopatia-9334
Este es el nivel:
ResponderEliminarhttps://www.eldiario.es/sociedad/opacidad-plagio-dedo-Universidad-Rey-Juan-Carlos_0_752075576.html
Sobre lo de Cifuentes, dos noticias sueltas para que se vea cual es el nivel:
ResponderEliminarhttps://www.eldiario.es/sociedad/cifuentes-universidad-rey-juan-carlos-hermana-ilegal_0_752075580.html
http://www.publico.es/politica/montoro-ficho-profesor-nota-falsificada-cifuentes-meses-despues-acabara-master.html
https://www.eldiario.es/politica/Alumnos-master-Cifuentes-vimos-contacto_0_753125092.html
ResponderEliminarLa universidad Rey Juan Carlos afronta un juicio por haber contratado de forma exprés y sin la publicidad exigida por la ley a la hija del rector:
ResponderEliminarhttps://www.economiadigital.es/politica-y-sociedad/la-universidad-de-cifuentes-al-banquillo-por-enchufar-a-la-hija-del-rector_545627_102.html
La verdad es que este tipo de temática es una mina.
ResponderEliminarEl máster de periodismo de la Complutense en el que el 85% del alumnado es chino y apenas habla castellano (pero claro, pagan el doble por la matrícula y son un buen negocio para la Facultad):
https://politica.elpais.com/politica/2018/03/04/actualidad/1520170966_204927.html
Lo de la URJC ya roza lo esperpéntico
ResponderEliminarhttp://cadenaser.com/programa/2018/04/09/hoy_por_hoy/1523261951_986672.html
y como podéis suponer los que leísteis esta entrada en su momento no es porque no se viese venir.
Pero por supuesto la Universidad española da que hablar por muchos otros motivos:
La fiscalía acusa a cinco docentes de la UNED que presuntamente desviaron dinero de matrículas de cursos de la Fundación. El rector alertó del desvió de 316.930 euros a firmas de los docentes y estos dicen que el caso no tiene base.
https://www.elconfidencial.com/espana/2018-04-09/fiscalia-uned-profesores-derecho-civil-acusados_1543673/
Y a esto es a lo que lleva que ahora mismo los Masters en España (y en todas partes, pero aquí más) sean poco menos que una tienda de títulos a cambio de dinero. Será legal pero huele mal y de cara al futuro esto le hace mucho mal a la Universidad:
ResponderEliminarhttps://politica.elpais.com/politica/2018/04/10/actualidad/1523344175_516969.html
Sobre la "industria" en que se ha convertido el mercadeo de Másters:
ResponderEliminarhttps://blogs.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/tribuna/2018-04-07/master-pobre-rico-titulo-papel-mojado_1545832/
https://www.elconfidencial.com/espana/2018-04-15/nepotismo-universidad-oviedo-geologia_1550116/
ResponderEliminarEl rayo que no cesa. El responsable del máster de Cifuentes y su pareja controlan la contratación en Constitucional de la Universidad Miguel Hernández de Valencia:
ResponderEliminarhttps://www.eldiario.es/cv/Cifuentes-Constitucional-Universidad-Miguel-Hernandez_0_760824020.html
Otro político de primer nivel que cae por mierdas con sus titulaciones académicas:
ResponderEliminarhttps://elpais.com/politica/2018/09/11/actualidad/1536696215_552477.html
Y plagiado o no plagiado, el contenido es una basura
Eliminarhttps://www.libremercado.com/2018-09-13/la-maternidad-es-esclavitud-y-otras-perlas-del-trabajo-de-fin-de-master-que-acabo-con-la-carrera-de-carmen-monton-1276624805/
Pero esto es un juicio de valor.
El Gobierno admite la ineficacia del sistema de control de la Universidad:
ResponderEliminarhttps://elpais.com/sociedad/2018/09/14/actualidad/1536914661_087046.html
Y lo peor es que la discusión parece centrarse en si el control debe ejercerse por las propias universidades o que en realidad lo de la URJC es solo un caso aislado...
EliminarAunque todo este tema de los másters y tesis doctorales no creo que sea primera página durante mucho tiempo más, desearía que al menos sirviese para destapar el funcionamiento de nuestras universidades (aunque ello suponga una pérdida de reputación severa durante algunos años), y no solo ser utilizado como arma política.
Las universidades están ya casi tan politizadas como lo estaban las cajas de ahorros. Todos los partidos las usan o bien para dar lustre de forma sencilla al currículum de los suyos, bien para pagar favores dando subvenciones a intelectuales o académicos afines, bien para colocar a los suyos tras el retiro de la vida política. Siendo así nadie tiene verdadero interés en reformarlas de verdad. Esta es una simple guerra de poder entre políticos. No un verdadero análisis de lo que falla en la universidad para luego corregirlo. Otra cosa es que todo esto sirva para que se le vea el plumero al sistema.
EliminarYo pensaba más bien en que la guerra de los políticos, sumado a la falta de escrúpulos y a la desesperación por obter visitas y likes de los medios de comunicación, acabase por desgastar tanto al actual sistema que se acabase produciendo un cambio por simple falta de respeto al mismo y a las autoridades que lo dirigen.
EliminarSé que esperar eso en este país es de necios, pero no he perdido aún la esperanza.
El festival de mierda suma y sigue:
ResponderEliminar"Denuncian que la Universidad Rey Juan Carlos convalidó Derecho a 500 italianos por 11.000 €"
https://www.vozpopuli.com/actualidad/sociedad/fraude-Derecho-Italia-titulos-convalidacion_0_932006814.html
https://elpais.com/politica/2018/09/19/actualidad/1537383142_661417.html
Por cierto, precisamente este tipo de tongo he oído alguna vez que se podía hacer también en otra Universidad española, de la Comunidad de Murcia para más señas. Es un rumor. Yo solo lo dejo caer. Quizá sí, quizá no. Alguien debería investigarlo porque ahora parece que la Rey Juan Carlos es la única universidad de España donde pasan cosas raras. Y ya os digo yo que NO.
Por ahora se está poniendo el foco en los chanchullos en torno a los títulos académicos de los políticos. Pero como uno se empiece a fijar en las titulaciones de algunos deportistas famosos igual hay sorpresas: https://blogs.elconfidencial.com/deportes/a-mi-bola/2018-10-14/david-aganzo-afe-rfef-cifuenfes-master_1629905/
ResponderEliminarMovida en la UIMP: https://elpais.com/sociedad/2018/11/07/actualidad/1541601425_135165.html
ResponderEliminarSuma y sigue:
ResponderEliminarhttps://www.elconfidencial.com/espana/2018-11-18/narbona-psoe-doctorado-licenciatura-italia_1648290/
https://www.elconfidencial.com/espana/2018-11-20/narbona-doctorado-tribunal-salto-ley-psoe_1655358/
EliminarEsto (el rector de una universidad reconociendo en una grabación implícitamente que las convocatorias de plazas de profesor en su universidad están amañadas) en otro país sería un escándalo que acabaría con múltiples dimisiones, aquí es apenas una noticia que ha pasado sin pena ni gloria porque es algo que ya supone todo el mundo:
ResponderEliminarhttps://okdiario.com/investigacion/2019/01/14/rector-universidad-cantabria-reconoce-grabacion-que-plazas-profesor-estan-amanadas-3571152
Un tribunal endogámico y a la medida otorgó un «cum laude» a la tesis plagiada de Concepción Canoyra pese a sus evidentes defectos de forma.
ResponderEliminarhttps://www.abc.es/espana/abci-tribunal-endogamico-y-medida-otorgo-laude-tesis-plagiada-canoyra-201910050240_noticia.html
De como la ANECA, que supuestamente iba a poner fin a las mamandurrias en realidad no tiene ningún poder ni ha cambiado realmente nada.
ResponderEliminarhttps://www.abc.es/sociedad/abci-catedratico-denuncio-trama-tesis-ilegales-liderada-calvo-guirado-ante-ciencia-y-aneca-202001120210_noticia.html
¿Cómo se pretende que funcione que el beneficiario del crimen sea también quien lo persiga?
ResponderEliminarPoner al lobo a guardar a las gallinas nunca ha sido una buena idea.
El tema de gente pudiente plagiando tesis doctorales para ser "doctor" por la vía rápida se va extendiendo más y más y salpica a la Universidad Camilo José Cela (UCJC) y la Universidad de Málaga (UMA).
ResponderEliminarhttps://www.abc.es/espana/abci-trama-tesis-plagiadas-camilo-jose-cela-y-malaga-salpica-universidades-extranjeras-202001150202_noticia.html
Inenarrable (escuchar los audios enlazados en la noticia que no tienen desperdicio, es el día a día de la universidad española):
ResponderEliminarhttps://www.abc.es/sociedad/abci-vicerrectora-complutensehay-endogamia-mala-y-buena-y-si-no-gusta-vayase-otra-universidad-202002250215_noticia.html
Esto es muy difícil siquiera explicarlo ¿En qué sistema de valores lo que dice esa pelleja es remotamente moral y virtuoso?
EliminarEs la tesis del disvalor.
Se podría decir que en España en lo que están de acuerdo todos los grupos políticos es en que la Universidad no debe estar despolitizada y ser independiente:
ResponderEliminarhttps://www.elperiodico.com/es/politica/20200825/paluzie-anc-ub-uab-rectores-unionistas-8087827
Bueno, la ANC no es cualquier cosa. Lo comenta usted como si hablara de Cs, de Barcelona en Comú, de Pdms o de la FAES.
ResponderEliminarPartido no es, fines políticos sí tiene. Es una asociación con un objetivo reaccionario (la destrucción del Estado). Es supremacista. Y, sobre todo, está al servicio del Gobierno catalán actual.
Diciendo usted que es un grupo político de España a la Paluzie se le puede parar el corazón.
Ya, pero a día de hoy son parte del "Estado español" si se prefiere esa terminología. En todo caso la esencia del comentario es que incluso los partidos "antisistema" (al menos teóricamente porque al final ninguno lo es realmente) carecen de intención alguna de despolitizar las universidades. Pasa con los partidos separatistas que lo que quieren (y hacen) es controlar las universidades de su territorio para orientar la filología y la enseñanza de historia en la línea que les conviene, y también con partidos como Podemos cuyos dirigentes vienen de este mismo mundo de mamandurrias en el que se formaron y al que durante algún tiempo se adaptaron muy bien aunque luego publicamente digan lo contrario. De los partidos del "sistema" más de lo mismo pero de eso ya he hablado extensamente creo.
EliminarPodemos es el Partido Universitario Español por excelencia.
EliminarAmén.
ResponderEliminar"Tras 40 años de democracia, llama la atención que alguien que hoy ve a Franco emboscado a la vuelta de cada esquina sugiera una nueva depuración universitaria. La inclinación de @epaluzie por las listas de buenos y malos catalanes es más que notable".
https://www.elperiodico.com/es/opinion/20200829/las-purgas-de-paluzie-articulo-luis-mauri-anc-rectores-unionistas-uab-ub-represalias-universidad-franco-8092475
https://www.laverdad.es/murcia/jose-luis-mendoza-20201113131332-nt.html
ResponderEliminarEs increible la cantidad políticos de primer nivel en España que se han sacado sus estudios universitarios a través de favores y conexiones y no simplemente asistiendo a clase y presentándose a los exámenes.
ResponderEliminarhttps://www.abc.es/espana/abci-funcionaria-cambio-notas-cifuentes-no-tengo-dudar-catedratico-202101251408_noticia.html
Otro más: el director general de la Universidad Europea de Madrid también plagió parte de su tesis doctoral.
ResponderEliminarhttps://www.elsaltodiario.com/universidad/miguel-carmelo-director-general-uem-ere-plagio-parte-tesis-doctoral
Sin duda es algo a tener en cuenta. Dos tribunales constatan que ni Casado ni Cifuentes cursaron sus másters pero se libran de las consecuencias judiciales.
ResponderEliminarhttps://www.eldiario.es/politica/tribunales-constatan-casado-cifuentes-cursaron-masters-libran-consecuencias-judiciales_1_7221562.html
Cuando leo noticias como esta me sale una sonrisilla maléfica:
ResponderEliminarhttps://www.eldiario.es/sociedad/12-81-universidades-espanolas-cumplen-requisitos-exigira-gobierno-consideradas_1_7319693.html
Eso que suena son los suspiros de alivio de unos cuantos:
ResponderEliminarhttps://www.elmundo.es/espana/2021/05/25/60acc291e4d4d8bd078b45ae.html
Parece que en todas partes cuecen habas: https://www.lanacion.com.ar/politica/fabiola-yanez-incluyo-20-paginas-de-wikipedia-en-su-tesis-nid28052021/
ResponderEliminarLos socialdemócratas primero consiguen el poder para obtener dinero. Cuando están forrados pasan a las falsas dignidades y honores en forma de premios, medallas y títulos.
EliminarLos demás, en cambio, somos diferentes.
EliminarFdo.- Luis B., Francisco Serrano, P. Iglesias
Hola John ¿Que opinión te merece el nuevo ministro de Universidades?
ResponderEliminarNo tengo opinión. Estoy bastante fuera de lo que se cuece en España a ese respecto ahora mismo. Aunque no dudo de que, igual que todos sus antecesores, no va a tener huevos para intentar siquiera necesarias reformas estructurales que deberían hacerse para poner coto a la corrupción, el feudalismo y la desconexión de las aulas con el empleo y el mundo real. Y si los tuviera se los cortarían, bueno de hecho si fuera un tipo con principios inamovibles e ideas rompedoras no habría llegado a ministro.
EliminarSe hablará como siempre de que si se va a aumentar la inversión, que si unas becas, que si premios y saraos, que si algunas modificaciones de estatutos y cosas así, pero lo esencial no se alterará con lo que aunque se invierta más por ejemplo en investigación (que es improbable) la pasta acabará en los bolsillos de los de siempre y por tanto buena parte de los licenciados en el extranjero o en el paro.
No espero nada, en resumen.
Pero bueno, igual nos sorprende. Como te digo no lo conozco de nada, no tengo opinión.
EliminarDe amaños en las limpísimas oposiciones españolas:
ResponderEliminarhttps://www.gasteizhoy.com/lab-osakidetza-lenguaje-ope-osakidetza/
https://www.heraldo.es/noticias/aragon/zaragoza/2022/01/27/los-sindicatos-denuncian-el-amano-de-una-oposicion-del-ayuntamiento-de-zaragoza-y-piden-una-investigacion-1549034.html
Más mierdecilla, ahora en la Politécnica de Madrid:
ResponderEliminarhttps://www.publico.es/sociedad/politecnica-madrid-burla-ministerio-comisiones-pantalla-repartirse-ayudas-millonarias.html#analytics-noticia:contenido-enlace
Creo que podría actualizar esta entrada hasta la eternidad solo con este tipo de cosas.
Y todos son argumentos en contra de la enseñanza pública.
ResponderEliminarNoticia del montón sobre mamoneo relacionado con las benditas oposiciones y cómo succionan recursos:
ResponderEliminarhttps://www.eldiario.es/sociedad/agujero-oposiciones-docentes-200-euros-puntos-meritos-tarde_1_9652891.html