Para narrar la
historia hace falta ser más que un hombre, pues quien agarra la pluma de esta
gran justiciera debe estar libre de intereses, vanidades y prejuicios.
Napoleón Bonaparte (y Europa Universalis II)
La entrada de hoy va a ser cortita y al pie. Solo una pequeña
reflexión a la luz de un par de noticias de actualidad que probablemente han
pasado desapercibidas.
La primera es ESTA. Pedro de Borbón-Dos Sicilias ha recibido
la Orden Civil de Alfonso X. Un honor que -en teoría- premia sobre todo méritos
intelectuales, realizaciones culturales, o una trayectoria de algún tipo relacionada con la
docencia y el mundo académico, científico o investigador en general.
Al margen de que el personaje en cuestión no posee para nada dicho
perfil llama aún más la atención el que se le recompense después de que hace
cinco años su nombre saliese a la luz pública por motivos no muy positivos al descubrirse que
ocultaba al fisco español importantes fondos en
bancos suizos.
En cualquier caso no sorprende del todo que reciba la Orden de Alfonso X
porque desde hace mucho tiempo (a fin de cuentas procede del Franquismo, como tantas otras cosas de la España "actual") dicha dignidad, lejos de honrar a profesores o investigadores de verdad,
se dedica a premiar a gente como Esperanza Aguirre, a muchos cantantes, actores
y presentadores de televisión famosos, y de cuando en cuando a instituciones “educativas” como
la Academia Militar de Zaragoza. También, por supuesto, otorga galardones a gente del mundo
académico, pero sobre todo a jerifaltes en puestos clave de instituciones
normalmente conservadoras, como colegios dependientes de la Iglesia (hace no
mucho se premió a los padres esculapios) o en este último año por ejemplo al presidente de la Universidad Católica San Antonio de Murcia (UCAM) de la que alguna vez ya he hablado en este blog. Todo lo cual
resulta muy interesante de cara a comprender el peculiar concepto de “cultura”
y “ciencia” que tienen las personalidades con poder de decisión en España.
Así que lo interesante del honor que se otorga a Pedro de Borbón-Dos Sicilias es otra cosa. Y es que desde hace tres años es el Presidente del
Real Consejo de las Órdenes Militares de España. Y en calidad de tal acaba de
crear un importante premio dedicado a monitorizar la divulgación de la Historia
en el mundo hispánico.
Y aquí llega el punto clave. Vosotros qué tipo de discurso
histórico creéis que va a premiar y apoyar ese nuevo galardón. ¿Uno basado en
analizar por ejemplo la evolución de las desigualdades sociales, las estructuras económicas y políticas y la génesis de
los grupos de poder, la manipulación ideológica o el uso del arte y los medios
de comunicación de cara a la difusión de propaganda?...
...¿o uno más inocuo, patriótico y "entretenido" centrado en analizar los distintos
tipos de mosquetones en el s. XVI, la evolución de los emblemas de las órdenes
militares o la biografía de cama y las gestas bélicas de tal o cual grande de España?
¿Vosotros qué pensáis?, ¿eh? Porque al final en la sociedad y el mundo académico español actual
o estás “encuadrado” en algún grupo de opinión digamos presentable,
previsible y organizado, o te
desaparecen.
Y esto incluye sobre todo corrientes conservadoras, por eso llama la atención la abundante presencia de historiadores,
además de un perfil muy marcado y reconocible, en todo tipo de organizaciones y
clubes de opinión dedicados a sostener de alguna forma el impresentable
chiringuito que es la España actual.
Eso sí, no olvidemos que como una especie de reflejo invertido, también existen sectas de pensamiento de carácter opuesto viviendo a la sombra de las anteriores
o bien convertidas a su vez en hegemónicas dentro de los chiringuitos diferenciados que diversas
corrientes nacionalistas han montado a imagen y semejanza en las taifas que
controlan, en parte gracias a una manipulación de la historia casi más grande
que la que difunde el Estado central.
Al final aquí o pasas por un aro o pasas por el otro. Pero si
no pasas, y a los que mandan en un sitio o en otro no les gusta lo que dices, simplemente a todos los
efectos no existes porque los premios, las editoriales, las Universidades... todo está controlado por gente de un bloque de pensamiento o del contrario, o por amigos o parientes suyos, y todos están de acuerdo en lo irritante que resulta la gente que va por libre y piensa diferente a ellos.
Por si fuera poco Internet no está solucionando ni compensando esto. Al
contrario está agravando el problema porque el tipo de divulgación con más
éxito en la red oscila entre lo insustancial pero inocuo y lo nauseabundamente
patriótico desde una perspectiva acrítica.
Y en esas estamos. Aquí en las trincheras. Un año más.
Feliz Año Nuevo.
Y seguiremos en ellas hasta que usted ordene lo contrario, capitán.
ResponderEliminarFelicísimo año también para vos.
Amén reverendo (con ironía). Que tenga un feliz 2018 usted también.
ResponderEliminarEs triste, sí, aquello de tener que elegir bando, cuando realmente lo que deseas es que acabe la guerra. Pero son los tiempos a vivir, así que pluma en mano y a la carga. Feliz año a todos ^^
ResponderEliminarLa manida frase con la que el diario de la grapa encabeza la noticia del enlace cobra un especial significado viniendo de tan noble señor: «Sólo conociendo la historia podremos entender nuestro presente». Ya te digo.
ResponderEliminarFeliz Año Nuevo y, por encima de todo, salud y muchas entradas en este blog. Gracias mil, John Surena.
En la oligarquía de partidos políticos en la que vivimos además de repartirse cargos y dinero, también se reparten falsos honores. Los oligarcas los reparten por un lado por pura vanidad y también como instrumento de control cultural. Los premiados difunden un discurso a favor de oligarquía, aunque la llaman democracia. El Príncipe de Asturias es el más importante en España y quien lo recibe siempre es un falso intelectual adepto al régimen.
ResponderEliminarY la verdad es que es tentador. Sería bueno para el premiado que los premios premiaran algo importante y verdadero; pero si tiene la apariencia de serlo, aunque no lo sea a la vista de los demás es algo admirable. Lo que digo: vanidad.
Esas sectas o sindicatos culturales de las que hablas puede que parezca que están enfrentado pero en el fondo coinciden. El régimen no se toca porque es básicamente bueno. Los conflictos de aparente ideología no son más que un paripé.
Venga animo!!!! Que no sea especialmente reconocido, no quiere decir que no se reconozca tu trabajo. Si escribes para la gente, ya lo haces. Las instituciones tienen su discurso y obviamente para ellos no escribes. Feliz año y a empezar con más fuerza!!
ResponderEliminarOtro año de militancia en el noble arte de expandir conciencias y mentes. Qué placer leerle sacudiendo el andamiaje del circo patrio. Muchas gracias, señor Sirena, y mis mejores deseos.
ResponderEliminarQué bueno. Llego al blog por un sesudo artículo sobre el Urheimat indoeuropeo, y me encuentro este otro artículo de opinión con el que no puedo por menos que comulgar. Mi admiración más sincera por ambos, y por lo que me falta por leer. Gracias.
ResponderEliminarQuería aprovechar simplemente para agradecerte una vez más el tiempo que dedicas a este blog. Quizá seamos pocos lectores, pero por lo que se ve somos dedicados.
ResponderEliminarEspero que sigas encontrando durante mucho tiempo más la motivación para hacernos el favor de seguir escribiéndonos buenos artículos.
Sin más,
Isidro
Es cierto que internet no está arreglando el problema. Pero al menos, si te interesa y sabes buscar, permite encontrar sitios como éste. Otra cosa es que se remunere como se merece.
ResponderEliminarAnimo!! Esta lucha nadie dijo que fuera facil o un camino de rosas... Pero alguien tiene que decir la verdad y no todos tenemos las herramientas... Cada uno lucha en su campo como puede.. Aunke sepamos de antemano que parece una lucha perdida... Solo el tiempo dira si es tal... Asi q animo!! Que no estas solo!!
ResponderEliminarMás premios para los historiadores oficiales del "sistema".
ResponderEliminarSantos Juliá recibe el Francisco Umbral por su "Transición" donde, como no podía ser de otra forma, defiende no renunciar al núcleo del legado de esa época.
https://elpais.com/cultura/2018/05/10/actualidad/1525981546_737824.html